Patrocinaban el evento el grupo aeronáutico Pegasus Aero Group, con sede en Córdoba; e Iturri, empresa fundada en Sevilla en 1947 y dedicada a la fabricación de equipos y vehículos para el Ejército y para la Seguridad y Protección Industrial. El evento en cuestión, titulado II Jornadas de Incendios Forestales y Riesgos Naturales, estaba coorganizado por la Revista Incendios y Riesgos Naturales (RIyRN), o sea, que, en principio, nada tenía que ver con la energía solar. Sin embargo, el expresidente socialista, cuya intervención ha durado cerca de media hora, no ha tardado ni 8 minutos en llegar al CO2, de ahí a la energía nuclear, "la menos contaminante", y, una vez en la nuclear, en vía directa, a la fotovoltaica, sobre la que ha arrojado toda una catarata de imputaciones (en modo fake) del más diverso cuño.
Algunas, relacionadas con la ocupación de territorio por parte de las plantas fotovoltaicas ("que ha acabado con la agricultura", dijo). Otras, relacionadas con la presunta no reciclabilidad de las instalaciones fotovoltaicas ("¿qué vamos a hacer con los residuos de las plantas fotovoltaicas -se ha preguntado-... o con los residuos de los aerogeneradores? ¿Qué vamos a hacer? ¿Alguien lo ha pensado?"). Pero quizá la más gruesa ha sido la relativa al origen de los metales que emplea la industria fotovoltaica en sus procesos de fabricación (la minería de esos metales "está fundamentalmente basada en trabajo esclavista", ha espetado literalmente). González ha concluido esa primera andanada contra la FV (y contra las renovables en general) con una apelación a la revisión terminológica: dicen que "son energías limpias. ¿Por qué? Porque alguien sacramentó que son limpias".
El recurso, la apelación a lo religioso-sacramental, parece en sintonía con el discurso que ha empleado la formación que lidera Santiago Abascal en las últimas convocatorias electorales. De "altar dogmático del cambio climático" (expresión también con resonancias religiosas) hablaba hace unos meses, en vísperas de las últimas elecciones autonómicas (las de mayo), en el mismísimo Congreso de los Diputados, el portavoz de Vox, José María Figaredo. El tono "religioso" ha ido creciendo a lo largo de los últimos meses en la formación que lidera Abascal. En las últimas elecciones generales (las celebradas el pasado mes de julio), la expresión "religión climática" aparecía en su programa hasta en cuatro ocasiones (páginas 48, 64, 110 y 117).
Curiosamente, la expresión cambio climático aparece tambien cuatro veces (cuatro) en el programa electoral de Vox. La primera de ellas, como título de la medida 234 del programa de Vox ("Derogación de la ley de cambio climático"). La medida 261 también incluye la expresión en cuestión. Su título es "Derogación inmediata de la ley de cambio climático" (sic). La tercera vez que aparece en el texto lo hace en estos términos: "la delirante ley de cambio climático..." (página 121 del programa). Y, por fin, la cuarta ocasión en la que Vox menciona en su programa electoral "cambio climático" es para decir lo siguiente: "Sánchez ha utilizado el cambio climático como excusa para imponer unas trabas e impuestos verdes cada vez más duros al sector primario que lastran su actividad" (ojo a la alusión al sector primario, ergo a la agricultura).
La segunda andanada que lanzó ayer González sobre las renovables ha apelado al impuesto al Sol: "no digo que tenga que haber impuesto o no; no me voy a meter en ese debate", ha dicho literalmente.
Eso sí, todo lo que ha rodeado a ese "no digo ni que sí ni que no" ha tenido una orientación muy clara: "mire usted, impuesto al Sol el único que no se paga es cuando te tumbas en la playa panza arriba y te da el Sol. O cuando estás en la terraza, que alguna gente lo hace, en la terraza de un piso o en una azotea, y te da el Sol".
O sea, que lo que ha venido a decir el expresidente González es "no digo que tenga que haber impuesto..." pero...
Sintetizamos a continuación lo dicho por el expresidente González
«Cuando se mide la contaminación en términos de CO2 de los diferentes actores que existen, resulta que la menos contaminante es la nuclear. Se asusta uno de pensar que contra la energía nuclear hay una corriente de opinión enorme, y esa corriente de opinión enoorrme [sic], sobre todo se fundamenta en que no sabemos qué hacer con los residuos nucleares. ¿Y tiene razón? Sí, pero, ¿qué vamos a hacer con los residuos de las plantas fotovoltaicas... o con los residuos de los aerogeneradores? ¿Qué vamos a hacer? ¿Alguien lo ha pensado? Cuando se acaba la vida útil de una planta fotovoltaica, que ha ocupado un espacio de terreno enorme, el que sea, que ha acabado con la agricultura, ni siquiera tenemos previsto quién tiene la responsabilidad de desmontarlo y cómo se reciclan los metales, no digo ya cómo se paga la minería de esos metales imprescindibles, que naturalmente está fundamentalmente basada en trabajo esclavista, sino... ¿qué se hace con esos metales? Que no son reciclables, reciclables para... En la mayoría de los casos para nunca.
Pero claro, son energías limpias. ¿Por qué? Porque alguien sacramentó que son limpias»
«Yo me acuerdo de la famosa frase del impuesto al Sol. Oiga, mire usted impuesto al Sol el único que no se paga cuando te tumbas en la playa panza arriba y te da el sol. O cuando estás en la terraza, que alguna gente lo hace, en la terraza de un piso o en una azotea y te da el Sol. Por supuesto, no le puedes poner un impuesto a tomar el Sol panza arriba en la playa, pero si quiere transformar eso en energía (no digo que tenga que haber impuestos o no, no me voy a meter en ese debate) ahí hay un esfuerzo de transformación que tiene enorme cantidad de componentes... que no es gratis, que no te lo regala nadie. Por tanto, estamos ante un problema tremendamente complejo, y yo no quiero ocupar mucho tiempo además porque Moreno Bonilla se tiene que ir corriendo pa Bruselas, que es un lugar en el que se hacen muchas cosas y se pierde mucho tiempo»
Aquí se encuentra el vídeo de la jornada. El momento en el que González hace estas afirmaciones es 2.47'.
En octubre del 22, ER publicó la crónica de un evento, cubierto in situ por nuestro director, Luis Merino, que tuvo lugar en Trujillo, sobre fotovoltaica y biodiversidad, organizado por la Universidad de Extremadura, el Gobierno extremeño e Iberdrola. La región, con 3.881 MW, tenía entonces el 26% de toda la potencia fotovoltaica instalada en España, es decir, que es absolutamente puntera a escala nacional. El dato (26%) podría parecer apabullante pero conviene contextualizarlo. Y allí lo hizo Olga García, consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad de Extremadura: “si en 2030 alcanzamos los objetivos previstos en el Plan Extremeño de Energía y Clima contaremos con una potencia fotovoltaica de 8.000 MW (es decir, el doble que la actual), lo que supondrá que todas las plantas ocuparán unas 36.000 hectáreas, es decir, el 0,8% de toda la superficie de Extremadura”.
El cero coma ocho por ciento de "toda" la superficie de Extremadura (no hay error tipográfico).
En la misma jornada, el director general de la Unión Española Fotovoltaica, José Donoso, daba otro dato: “si no hubiera autoconsumo sobre tejados y cubiertas, la fotovoltaica necesitaría apenas un 0,02% de toda la superficie agrícola de nuestro país para cumplir los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. No hay, por tanto, que ocupar ningún emplazamiento sensible, y mucho menos hacerlo en espacios protegidos”.
Pero es que, además, sí hay autoconsumo sobre tejados y cubiertas: actualmente, más de 7.000 megavatios de potencia instalada. Y el objetivo es alcanzar los 19.000 en los próximos seis años.
El debate de la ocupación territorial ha ido más allá de tierra firme y se ha planteado ya también mar adentro. El enfrentamiento dato contra relato es idéntico. El relato dice que la eólica va llenar el mar de molinos.
Los datos y los mapas, y las fuentes de la información, a continuación
El Gobierno aprobó la pasada primavera los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), tras la revisión de un volumen de información (aportada por los distintos agentes que interactúan en el medio marino) “inmenso”, según la terminología empleada por el propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Los POEMs, cuyos primeros borradores fueron publicados hace ya cuatro años, identifican los espacios en los que podrá haber aerogeneradores marinos y aquellos en los que no. Pues bien, el espacio autorizado para la instalación de aerogeneradores supone menos de 5.000 kilómetros cuadrados del millón de kilómetros cuadrados de aguas territoriales españolas, es decir, el 0,46% de las aguas ordenadas.
El discurso fake relacionado con la eólica marina presenta muchas similitudes con el discurso fake relacionado con la fotovoltaica y se soporta sobre un hipotético enfrentamiento renovables-sector primario (sea agricultura, sea pesca). Y está cundiendo en la extrema derecha.
Diez de mayo.
Congreso de los Diputados.
“En Asturias ardió una parte importante del territorio asturiano (sic) y rápidamente ustedes están reemplazando estos bosques por parques eólicos, parques fotovoltaicos. Nuestros pescadores los reemplazan ustedes también por la aerogeneración”.
José María Figaredo, portavoz de Vox, desde la tribuna del Congreso, el 10 de mayo de 2023, en intervención dirigida a la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
“[Dicen ustedes que] estamos al borde del colapso climático (…). Es que ustedes se creen todas esas mentiras y lo que quieren hacer es sacrificar a nuestros pescadores en ese altar dogmático del cambio climático”.
Figaredo, en otro momento de su intervención.
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