La Nueva España recoge estos días el malestar del sindicato que más apuesta por la biomasa como alternativa al fin del carbón en las zonas mineras de Asturias. “El escaso volumen de potencia a subastar y la imposibilidad que conlleva de poner en marcha proyectos de determinado tamaño pone de manifiesto la nula apuesta de la ministra Ribera”, aseguran desde la Federación Regional de Industria de Comisiones Obreras, en referencia a Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Es la misma federación que a finales del pasado año presentó un informe en el que concluía que “la producción de energía mediante la utilización de biomasa puede convertirse en un motor dinamizador de la economía de algunas comarcas que atraviesan una situación delicada, impactando positivamente en su desarrollo económico”.
El sindicato se aferra además a acuerdos como el que llevó a cabo con la Unión General de Trabajadores (UGT), las empresas propietarias de plantas de carbón en cierre y el Gobierno “para el mantenimiento del empleo y la reactivación económica de las zonas afectadas, ubicadas en Aragón, Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia y Principado de Asturias”. Con este acuerdo, el Gobierno se compromete a “celebrar subastas de energías renovables específicas en estas áreas”.
Al menos 108 megavatios esperan solo en Asturias y…
Por eso ahora anuncian alegaciones a la propuesta de orden de subastas que ha publicado el Mitecord. No entienden que solo se prevean ochenta megavatios para este año “siendo esta la tecnología la que más empleo genera y la que mejor se adapta a nuestra región” y piden una discriminación positiva hacia las zonas más afectadas por la descarbonización, y muy especialmente hacia Asturias y los proyectos que prevean ubicarse en las comarcas mineras, publican en La Nueva España.
En el informe de 2019 (La biomasa forestal y su potencial de desarrollo en Asturias) hablaban de 108 megavatios en proyectos, entre los que está la transformación en biomasa de la central térmica de Hunosa en Mieres y la proyectada por Greenalia en el polígono industrial de La Zalia en Gijón. Solo estas dos suman ya cien megavatios, veinte por encima de lo que prevé el proyecto de orden de subastas para este año. Pero hay más.
… más de trescientos megavatios en toda España
Haciendo un recuento del resto de proyectos en firme o planteados, salen otros doscientos megavatios más, tres de cincuenta cada uno de Energía y Celulosa (Ence) en Puertollano (Ciudad Real), El Ejido (Almería) y Córdoba; y uno más de cincuenta de Forestalia en Monzón (Huesca). Tanto Ence como Forestalia ha mostrado en varias ocasiones que la construcción final de estas plantas depende del desarrollo de las subastas.
Ante la probabilidad de que las subastas se decanten por pequeñas y medianas plantas de producción y no por las de cincuenta megavatios, una de las compañías que puede salir beneficiada esta vez es Enso Energy Environment and Sustainability, la antigua Gestamp Biomass. Ya quedó fuera de las anteriores subastas cuando apostaba por instalaciones como las que opera ahora en España y Portugal, de quince megavatios.
El biogás con una potencia testimonial y todos con 8.000 horas de funcionamiento anual
La propuesta de orden del Mitecord regula el primer mecanismo de subasta de energía renovable con el nuevo marco retributivo, el Real Decreto 960/2020, de 3 de noviembre, por el que se regula el régimen económico de energías renovables para instalaciones de producción de energía eléctrica. En el calendario de subastas para la biomasa se le otorgan ochenta megavatios en 2020 y sesenta sucesivamente en cada uno del resto de años hasta 2025, para alcanzar un acumulado de 380.
En el apartado de otras tecnologías, en el que se incluyen biogás, hidráulica y mareomotriz, entre otras, no hay potencia asignada para 2020 y solo alcanzarán los sesenta megavatios en 2025, que se corresponde con veinte para 2021, veinte en 2023 y veinte más en 2025. En cuanto a los parámetros retributivos de las tecnologías, el número máximo de horas equivalentes de funcionamiento anual para las plantas de biomasa y biogás será de 8.000, algo muy demandado por el sector.