Según la Real Academia Española, una comparsa -en el contexto de una obra teatral- es un grupo de personas que figuran y no hablan. Pues bien, a falta de agricultores afectados y casos concretos de la supuesta colonización fotovoltaica del mundo rural, Energías Renovables ha podido hablar con el secretario general de la asociación SOS Rural, Javier Poza, un viticultor de la Ribera del Duero, una zona a la que según ha explicado "aún no han llegado este tipo de instalaciones" que a su parecer "no serían bienvenidas porque rompen los paisajes". Unas reivindicaciones legítimas pero que palidecen ante la débil puesta en escena de este viernes, sin datos o casos personales precisos que avalen sus protestas.
En un día en el que el astro rey se ha ocultado tras un grueso manto de nubes sobre la Puerta del Sol, la asociación SOS Rural ha realizado una performance, o acción de protesta, para mostrar a la sociedad que, "al igual que la Puerta del Sol no es el sitio idóneo para colocar un parque fotovoltaico, las áreas rurales y determinadas tierras de cultivo, sobre todo las más productivas, tampoco lo son", ha señalado Poza, que por otro lado ha asegurado "no estar en contra de las energías alternativas".
Javier Poza, secretario general de la asociación SOS Rural: "Las energías renovables son muy necesarias para una sociedad más sostenible y más justa, aunque creemos que es necesario un marco regulatorio específico para la instalación de este tipo de plantas, ya sean fotovoltaicas o eólicas".
Renovables y territorio
Cuando hablamos de energías renovables y territorio, como todo lo que atañe al medio ambiente, hablamos de un asunto muy delicado porque hay que compatibilizar el despliegue renovable con una zonificación que sea consistente no solo con los usos agrícolas, sino también con la conservación de la biodiversidad y el paisaje. Sin embargo, alertar a la sociedad sobre una invasión fotovoltaica ficticia que contradice los datos oficiales, no es el mejor camino para lograr un despliegue renovable responsable y respetuoso con los diferentes usos y aprovechamientos que están obligados a convivir en las áreas rurales de nuestro país si queremos que la transición energética sea una realidad.
Según ha explicado Poza, "hay zonas de España en las que probablemente se puedan instalar este tipo de parques", pero considera que "lo que no podemos hacer es cambiar la dependencia energética -en relación a los combustibles fósiles- por una posible dependencia alimentaria. Las tierras de cultivo, sobre todo las más fértiles, los regadíos, se tienen que proteger porque son, digámoslo así, un bien común de la sociedad española".
Unos regadíos que según ha explicado el secretario general de la organización "están siendo víctimas de este tipo de instalaciones" porque "normalmente el regadío está en una zona llana, donde la instalación de este tipo de plantas es mucho más fácil", algo que a su parecer "no permite desarrollar una agricultura competitiva". Aunque los urbanitas no piensan demasiado en ello, sí es cierto que "el suelo es algo irremplazable, los paisajes que tenemos en España son un bien que debemos proteger", afirma Poza, que alerta sobre el "impacto visual que perjudica también a la actividad turística en las zonas afectadas".
Según el secretario general de SOS Rural, "lo que quiere la gente del medio rural es vivir en el medio de una forma digna y trabajar en el medio rural". Desde su punto de vista "no todos los parques fotovoltaicos, pero sí muchos, lo que hacen es crear trabajo en un corto periodo de tiempo -probablemente en el proceso de construcción- y luego la energía se va a las ciudades". Para los manifestantes, eso supone "una pérdida de patrimonio del medio rural, porque al final el suelo fértil es sustituido por una serie de cimentaciones y vallados que perjudican a la agricultura, la ganadería y la silvicultura".
Una normativa específica
Por todo ello, desde SOS Rural piden "una normativa específica, porque en España tenemos muchísimo terreno que puede ser utilizado para la instalación de este tipo de plantas". Para impulsar este cambio normativo, representantes de la organización presentarán ante el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) las firmas de más de 12.000 ciudadanos “muy preocupados” por la falta de regulación sobre las macroplantas renovables. Sin embargo, para que una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) prospere, hacen falta muchas más: 500.000 firmas.
UNEF responde a SOS Rural
Dado que afecta directamente a su negociado, Energías Renovables ha consultado con la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) -la principal asociación del sector solar fotovoltaico en España, con más de 790 empresas asociadas- sobre qué hay de cierto en las reivindicaciones de SOS Rural.
Sobre el cambio normativo que piden desde la asociación rural, fuentes de UNEF han afirmado a este medio que "la normativa va a llegar porque es una transposición de la directiva europea para zonas de aceleración de renovables, que es exactamente lo contrario que se está pidiendo desde esta asociación. Además, señalan que sus reivindicaciones son "un poco dudosas" por lo que les gustaría "conocer sus fuentes y sus miedos reales", para saber si "están sostenidos por la evidencia empírica o si están dirigidos por el miedo".
A UNEF le sorprende que una plataforma ciudadana "tenga los medios para contratar gente que venga a repartir panfletos, comprar placas fotovoltaicas y traerlas en una camioneta; acabamos de ver que los que estaban repartiendo y los que se manifestaron no tienen ningún tipo de conocimiento de sobre qué están haciendo, sino que son personas contratadas y eso requiere un dinero y una movilización". Por ello, no descartan que haya "algún grupo de interés contrario a la fotovoltaica que por algún motivo está invirtiendo en esta guerra de guerrillas".
La principal asociación del sector fotovoltaico de España hace un llamamiento a la "responsabilidad en el debate público", sobre todo en cuestiones de índole energética, porque SOS Rural "difunde noticias que son directamente falsas y contrastables". Algunos ejemplos: que "los paneles esterilizan el campo recalentando el suelo o que se esparcen pesticidas agresivos bajo los paneles que causan la desaparición de especies de flora y fauna autóctonas".
Desde UNEF señalan que para entrar en este debate, el cual aceptan porque "todos los intereses son legítimos", debe hacerse "con un poco más de responsabilidad y con hechos, contrastados o contrastables".
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