Estas son las conclusiones principales del estudio del Mapa, en el que se ha analizado el impacto de las energías renovables -especialmente la energía fotovoltaica-, sobre el sector primario y las tierras de cultivo en España. Durante más de una década, la desinformación existente sobre la coexistencia entre la agricultura, ganadería y la energía solar ha sido motivo de debate y, en ocasiones, conflicto, debido a la pugna por los usos del suelo en el mundo rural.
Impacto y Distribución Regional
Castilla-La Mancha y Extremadura son las comunidades autónomas con mayor proliferación de parques fotovoltaicos, ocupando 11.460 y 11.349 hectáreas, respectivamente. Ocho provincias concentran el 63% de la superficie fotovoltaica instalada en España: Badajoz, Cáceres, Sevilla, Zaragoza, Ciudad Real, Cuenca, Murcia y Albacete.
De entre todas estas comunidades autónomas y provincias, ninguna tiene una ocupación de terreno agroganadero superior al 0,4% con proyectos de energía solar en suelo. Es más, según el estudio, un 81,8% de los paneles solares han sido instalados en tierras de secano degradadas y sin valor biológico, y solo un 10,6% en regadío.
Desde la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), la asociación sectorial mayoritaria de la energía solar en España que ya cuenta con más de 800 empresas asociadas, celebran los datos recabados desde el Mapa, ya que la convivencia entre fotovoltaica y agricultura "no sólo es posible, sino que es la realidad en el 90% de los proyectos, enriqueciendo a ambas actividades".
José Donoso, CEO de UNEF: "El informe del Gobierno de España ha puesto una vez de manifiesto que la mayor amenaza a la que nos enfrentamos para alcanzar la transición energética, así como el amplio abanico de oportunidades socio-económicas y medioambientales que nos ofrece, son los bulos y noticias falsas”.
Donoso asegura que desde UNEF siempre han defendido su compromiso "con una transición energética justa y sostenible", ya que reconocen ser "muy conscientes de que la ocupación del terreno supone una gran responsabilidad por parte de las empresas promotoras", ya que deben asegurar que su actividad "genera valor añadido en el territorio en el que se ubican" y que "respeta y convive con otras actividades económicas, como la agricultura y la ganadería”.
De la España vaciada a la España ilusionada
UNEF ha recopilado algunos datos socio-económicos que demuestran que, además de no generar ningún conflicto con otras actividades económicas del territorio, la fotovoltaica supone una oportunidad para transformar la conocida España vaciada en una España "ilusionada":
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