El mensaje no ofrece lugar a dudas. La fotovoltaica es, junto con el almacenamiento energético, la “solución definitiva”. Lo ha repetido en distintos foros Li Zhenguo, fundador y presidente de LONGi Solar. “Con continuas innovaciones tecnológicas, creemos que la energía solar se convertirá en la fuente de energía más económica en la mayoría de las regiones del mundo en los próximos dos o tres años. Cuando el coste alcance la paridad, la transición de la energía tradicional a la energía limpia comenzará a ser una realidad a gran escala”, decía a principios de 2020.
Ese proceso que llevará a la fotovoltaica a dominar el panorama energético mundial continúa su avance imparable. Y España es para LONGi una pieza clave. “Seguirá creciendo –explica Melchor Gamarro, Country Manager para España y Portugal– porque en España trabajamos con los principales actores del sector, que nos eligen para proyectos aquí y en el extranjero, sobre todo en Latinoamérica”.
LONGi Solar se ha convertido en un jugador fundamental en el tablero fotovoltaico global, hasta el punto de suministrar una cuarta parte de la demanda mundial de obleas y módulos. En 2019 su facturación alcanzó los 4.756 millones de dólares, lo que supone un incremente del 49,61% respecto a la de 2018. Y según sus previsiones llegará a los 7.116 millones en 2020. Su influencia creciente está basada en una solidez financiera a prueba de los vaivenes que, de cuando en cuando, azotan el panorama económico. El pasado 13 de agosto BloombergNEF publicó su encuesta sobre la capacidad financiera de los fabricantes de módulos fotovoltaicos (BNEF PV Module Inverter Bankability 2020 Survey), en la que LONGi obtuvo una puntuación del 100%.
La encuesta investiga la capacidad financiera de los productos y tecnologías que ofrecen 49 fabricantes mundiales de módulos solares, con el objetivo de evaluar qué marcas de módulos utilizadas en los proyectos tienen más probabilidad de conseguir financiación. Es una encuesta que responden bancos, fondos, contratistas, productores de energía independientes y asesores técnicos de todo el mundo. El 100% de los encuestados ha calificado a LONGi (y sus productos y servicios) como totalmente financiables. Los resultados reflejan que los proyectos que utilizan sus módulos han podido asegurar la financiación de deuda a largo plazo con mayor facilidad. Un aspecto clave del informe es que los módulos bifaciales (uno de los principales productos ofrecidos por el fabricante chino) han sido calificados como altamente rentables por todos los encuestados, lo que demuestra que la tecnología bifacial se ha convertido en un estándar en la industria solar global. Otro aspecto a tener en cuenta es que la bancabilidad de LONGi en la encuesta de BNEF ha aumentado rápidamente desde el 67% en 2018 al 100% en 2020, lo que refleja también el reconocimiento de la marca por parte de clientes de todo el mundo.
BNEF también ha otorgado a LONGi la puntuación Altman-Z más alta entre los fabricantes que se dedican exclusivamente a la energía solar. Lo hizo en su informe Global PV Market Outlook del tercer trimestre de este año. Dennis She, vicepresidente de LONGi Solar, agradece el reconocimiento que implica lograr la calificación más alta. Y reafirma “el compromiso de impulsar la disminución del LCOE (coste de la energía) mientras mejora la capacidad de bancabilidad de sus módulos a través de la innovación continua. Creemos que los productos de calidad ayudarán a nuestros clientes y a sus inversores a maximizar los beneficios”.
BNEF no es la única fuente de buenas noticias. En el ModuleTech Bankability Ratings (tercer trimestre de 2020) que elabora PV Tech, LONGi es, una vez más, el único proveedor global de módulos que consigue una calificación AAA.
Crece la capacidad de producción
De entre los fabricantes incluidos en el Tier-1 de BNEF (aquellos que han suministrado proyectos respaldados por al menos seis bancos comerciales en los últimos dos años), LONGi Solar tiene la mayor capacidad de producción. Y no para de crecer. A finales de 2020 está previsto que alcance una capacidad de producción anual de obleas de silicio monocristalino de 75 GW. Mientras que la de módulos monocristalinos será superior a 30 GW. La capacidad de producción con células de 166 mm rebasará los 20 GW, a los que hay que sumarle la producción del nuevo formato de célula de 182 mm, las llamadas obleas M10, que monta, por ejemplo, el nuevo módulo Hi-MO 5, que ha entrado ya en producción a gran escala y llegará este año a los 12 GW. Hay un dato que ilustra a la perfección el crecimiento de LONGi. Y es que su capacidad de producción de módulos se ha multiplicado por 20 en apenas cuatro años: de 1,5 GW en 2015 a 30 GW en 2019.
El año pasado, las ventas anuales de células y módulos de LONGi alcanzaron los 9,08 GW, un aumento interanual del 28,39%, con rápidos crecimientos en Estados Unidos, India, Australia, Europa, África y Latinoamérica. Las ventas de módulos monocristalinos en el exterior representaron el 67% del total, alcanzando 4,99 GW, un 154,59% más que el año anterior. Según Global Data, LONGi ha sido el cuarto fabricante en ventas globales de módulos durante dos años consecutivos, 2018 y 2019, y sus expectativas siguen mejorando.
Hi-MO 5, el nuevo módulo para grandes plantas
En gran medida, gracias al lanzamiento constante de nuevos productos como el Hi-MO 5, un módulo de ultra alta potencia diseñado para grandes plantas. Tiene una potencia frontal de hasta 540 vatios, una eficiencia superior al 21% y un tamaño de módulo de 2.256×1.133 milímetros. Las obleas de silicio estándar M10 (182 mm) dopadas con galio y la tecnología de “Soldadura Inteligente” ofrecen un alto rendimiento energético y fiabilidad a largo plazo.
LONGi y Shin-Etsu Chemical han firmado este año un acuerdo de patente global sobre tecnologías dopadas con galio que permite la aplicación de productos LONGi con estas tecnologías. El equipo de I+D de LONGi ha optimizado las obleas de silicio estándar M10 dopadas con galio para fabricar un módulo mono PERC, tipo P, con el menor efecto LID (Degradación Inducida por la Luz). Se ha verificado que las obleas de silicio dopadas con galio muestran un funcionamiento con menor efecto LID, una generación de energía estable y a largo plazo en comparación con las células dopadas con boro. Aunque las obleas de silicio dopadas con galio son más caras, LONGi lo ha abordado de manera efectiva con avances tecnológicos y escala de producción.
Con esas células, el Hi-MO 5 ha aumentado el rendimiento de atenuación, el rendimiento energético y la fiabilidad a largo plazo. La garantía de potencia del primer año es del 98%, lo que supone la mayor en la industria fotovoltaica, y la atenuación lineal anual está dentro del 0,45%. El nuevo módulo incorpora la llamada tecnología de “Soldadura Inteligente”, que aumenta la eficiencia de conversión de los módulos en un 0,3%. Esta tecnología patentada utiliza cintas de soldadura segmentadas integradas, que maximizan la captura de luz y conectan las células de manera fiable con una distancia de separación reducida. La “Soldadura Inteligente” reduce el esfuerzo de tensión de la célula para lograr así una mayor fiabilidad.
La corriente de operación del módulo Hi-MO 5 es de aproximadamente 13 amperios. Incluyendo la ganancia bifacial, permanece dentro del rango máximo de corriente de entrada del inversor, sin pérdidas de generación de energía. Por otro lado, la longitud del módulo es compatible con sistemas de seguimiento de eje único horizontal 1P y 2P.
El Hi-MO 5 adopta un diseño bifacial de “doble vidrio con marco” que proporciona una resistencia excepcional para una alta capacidad de carga. La resistencia del marco elimina la necesidad de viga transversal, por tanto, no hay pérdidas de sombreado en la parte posterior del módulo.
En simulaciones del balance del sistema (BOS) utilizando soportes fijos e inversores centralizados, el módulo Hi-MO 5 puede reducir los costes del BOS en más de 1,2 céntimos de dólar por vatio, en comparación con otros productos convencionales. Con inversores string, puede mejorar la relación de capacidad de la planta, reducir el coste de los equipos de corriente alterna y lograr el LCOE más bajo para grandes plantas. LONGi se ha asociado con más de 20 clientes globales para verificar el alto rendimiento de este módulo en aplicaciones reales. El Hi-MO 5 ha entrado ya en producción a gran escala y acaba de recibir la certificación IEC/UL.
La gama Hi-MO 5 incluye formatos de 66C y 72C, en aplicaciones bifaciales y monofaciales. La versión de 72C despliega el diseño tradicional de 6 filas en un diseño de 72 células con una potencia frontal de hasta 540 W, que es la opción óptima para plantas grandes en todo el mundo. El módulo de 66C tiene una potencia frontal de 495 W y una huella más pequeña que amplía sus aplicaciones.
Por su parte, el módulo LONGi Hi-MO 4, que fue lanzado en 2019, continúa en su cartera y “es el producto más competitivo para instalaciones residenciales, del sector comercial e industrial y plantas a gran escala”, explican desde la compañía. Ambos módulos, el Hi-MO 4 y el Hi-MO 5, coexistirán en la línea de productos de LONGi.
El tamaño importa… hasta cierto punto
Si preguntas a cualquier fabricante de módulos fotovoltaicos por las tendencias del mercado es más que probable que hable de células PERC monocristalinas de alta eficiencia, de células bifaciales, de células cortadas y de módulos cada vez más grandes. De hecho, son muchas las compañías que parecen haber entrado en una lucha feroz por ver quién fabrica el módulo de más potencia, incluso por encima de los 600 vatios. LONGi parece tener claro que esa no es su guerra.
Según Hongbin Fang, director de Marketing de Productos de LONGi, “un módulo más grande y más potente no es necesariamente mejor porque, además de pensar en los procesos de fabricación de obleas, células y módulos, hay que tener en cuenta también aspectos como el transporte, la instalación y la integración de sistemas”. Fang cree que los módulos que montan las obleas M10, caso del Hi-MO 5, están optimizados para lograr la mejor producción al menor coste. Y ya trabajan con una corriente (aprox. 13 amperios) y un voltaje moderadamente alto. En los módulos de más de 600 W la corriente de trabajo es, generalmente, de más de 18 amperios. Pero con ganancias bifaciales del 15% puede llegar incluso a 21 amperios. Una corriente tan alta aumenta significativamente el riesgo de fallo de la caja de conexiones y de puntos calientes. En declaraciones a la revista PV Magazine, Hongbin Fang explica que “aumentar el número de células a 78 para lograr paneles de 585 W con mayor voltaje de circuito abierto aportaría un valor limitado a nuestros clientes. Porque eso significa también menos módulos por string, lo que no ayudaría a reducir el coste de la instalación”. Otro tanto sucedería con las estructuras que, al tener que soportar módulos más anchos, necesitarían de una viga transversal en la parte trasera. En caso de montar módulos bifaciales, esa viga reduciría la generación de energía.
Luego está el transporte y la instalación. La altura de la puerta del contenedor estándar de 40 pies High Cube, limita el ancho de los módulos a 1,13 metros aproximadamente. “Si fueran más anchos sería preciso hacer una carga vertical o apilarnos en plano, uno encima de otro, lo que aumentaría el riesgo de microfisuras”. Y no se puede obviar que un módulo de 600 W, con un peso aproximado de 35 kg y 2,8 metros cuadrados de superficie necesita ser manejado al menos por dos personas, lo que aumenta la necesidad de operarios a la hora de montar la instalación.
Volatilidad de precios
En los últimos meses los precios de los módulos fotovoltaicos han sufrido fuertes subidas que, en algunos casos, se han achacado a maniobras de compañías chinas integradas verticalmente y que, por tanto, producen obleas de silicio, células y módulos. En realidad, esa volatilidad de precios está relacionada con la crisis del polisilicio, la materia prima con la que se fabrican las obleas. Y tiene su explicación. “Dos explosiones en dos fábricas de polisilicio en China, en julio, y los rebrotes de la Covid-19 en la provincia de Xinjiang, provocaron que su precio aumentara más de un 50%”, explica Melchor Gamarro. “Los principales proveedores de obleas y celdas subieron inmediatamente sus precios, reduciendo márgenes y presionando a su vez sobre los fabricantes de módulos, que ya habían firmado contratos para hacer entrega de pedidos durante la segunda mitad de 2020 a precios competitivos. Por este motivo, los precios de los módulos han aumentado en las últimas semanas para compensar el aumento de los costes de producción”.
LONGi es el mayor proveedor mundial de obleas monocristalinas, y ha conseguido capear el temporal gracias a que se había asegurado el suministro de materia prima durante un plazo mucho más largo. Pero también ha tenido que incrementar los precios de las obleas que vende a otros fabricantes para equilibrar el aumento de los costes de las materias primas.
Las explosiones en la planta de GCL-Poly, podría haber reducido la capacidad de producción mundial de polisilicio en más de un 10%, según distintos analistas, y es previsible que la recuperación de esa capacidad pueda tardar meses. Su competidor Daqo no ha tenido mejor suerte y, tras un incendio en su planta de Xinjiang, se han impuesto estrictos controles de seguridad que implican el alargamiento de las tareas de mantenimiento programadas. Por si fuera poco, también ha habido riesgos de inundación en la ciudad de Leshan, donde la empresa Sichuan Yongxiang produce el polisilicio para Tongwei, uno de los principales productores de células del mundo. En definitiva, que “el aumento de los precios del polisilicio crea una reacción en toda la cadena de suministro del módulo fotovoltaico”, apunta Gamarro.
• Entrevista a Melchor Gamarro, Country Manager de LONGi Solar para España y Portugal