El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de su empresa pública instrumental, la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa), entregó ayer a la Comunidad de Regantes Sindicato de Riegos de Cuevas del Almanzora (Almería) una instalación solar fotovoltaica flotante que ha ejecutado sobre la balsa de Abellán "para autoconsumo de la comunidad de regantes". La instalación va a permitir que los agricultores del Sindicato de Riegos puedan aprovechar la energía solar producida durante las horas diurnas para bombear agua hasta la balsa de Ballabona. "La nueva infraestructura -informa el Ministerio- beneficia a 150 regantes con 800 hectáreas cultivadas, que reducirán sus costes energéticos y contarán con más agua para el riego". Tanto el bombeo como la nueva fotovoltaica están controlados mediante tecnologías de la información que permiten su gestión integral. La obra ha demandado una inversión de algo más de un millón de euros (1.143.545,90).
El acto simbólico de entrega de la instalación FV flotante, que ha tenido lugar en el ayuntamiento de la localidad almeriense, ha estado presidido por la secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García Bernal. El presidente de la comunidad de regantes, Gonzalo Rojas, ha firmado el acta de entrega, en presencia del presidente de Seiasa, Francisco Rodríguez Mulero, y del alcalde de Cuevas del Almanzora, Antonio Fernández Liria. Actualmente está en marcha -adelantan desde el Ministerio- un segundo proyecto que completará la modernización de esta zona regable y que va a demandar una inversión de casi diecisiete millones de euros (16,94). Ambas actuaciones están dentro del programa para la mejora y eficiencia de la sostenibilidad en regadíos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, por lo que cuentan con fondos Next Generation de la Unión Europea.
Aparte de su utilidad directa, la obra ha sido dotada de medidas ambientales, "como una charca para anfibios, elementos anticolisión y antielectrocución para las aves en la línea eléctrica, así como de mitigación del impacto sobre la fauna y de protección de la tortuga mora".
Ventajas comparativas
Según sus promotores, las instalaciones solares fotovoltaicas flotantes aventajan a las ubicadas sobre tierra firme en que (1) suelen tener menos problemas con las sombras de elementos próximos, como chimeneas, árboles o edificios cercanos; (2) son menos susceptibles que sus equivalentes en tierra firme a la acumulación de polvo; (3) sus costes de desarrollo por obra civil son así mismo menores; (4) el proceso de instalación y mantenimiento es en muchos casos menos complejo que cuando la superficie a trabajar está en altura, en tejados o cubiertas; (5) sus módulos suelen calentarse menos que los situados sobre cubiertas y/o sobre suelos (las placas solares pierden eficiencia una vez alcanzan determinadas temperaturas y ese calentamiento es siempre menor en ubicaciones como estas, gracias a la refrigeración natural que les proporcionan las propias aguas sobre las que flotan), (6) producen por ello más electricidad (son más eficientes) que sus equivalentes en tierra firme, y, además -explican desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, (7) "mejoran la protección y el potencial de las masas de agua, reduciendo su evaporación y las floraciones de algas, gracias a la sombra que proporcionan".
Real Decreto que regula la instalación de placas solares en embalses
En España, el pasado mes de julio, el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, aprobó el Real Decreto que regula los requisitos "para la concesión de permisos para la instalación de plantas fotovoltaicas flotantes en embalses situados en el dominio público hidráulico, que podrán ocupar entre un 5% y un 15% de la superficie útil total de dichos embalses".
Las confederaciones hidrográficas, además, podrán promover concursos públicos para otorgar las autorizaciones y concesiones en embalses de titularidad estatal. Las concesiones tendrán una duración máxima de 25 años. El RD condiciona en todo caso la instalación solar "a su compatibilidad con el Plan Hidrológico correspondiente, así como con las necesidades de la explotación de cada embalse, los derechos y usos preexistentes, los objetivos ambientales de las masas de agua y el procedimiento de evaluación ambiental".
Además, la extensión de estas instalaciones se establecerá en función del estado trófico del embalse de que se trate: cuanto peor sea la calidad de sus aguas, mayor podrá ser su cobertura. Así, se limita el porcentaje máximo de superficie total cubierta a un 5% cuando se trate de embalses no eutróficos, y a un 15% en el caso de que sea eutrófico o en riesgo de eutrofización, es decir, cuando haya una productividad biológica alta, aunque estos límites se podrán reducir atendiendo al régimen de explotación o los usos y derechos preexistentes, entre otras causas.
Eutrofización
La eutrofización es el incremento de sustancias nutritivas en aguas dulces de lagos y embalses, que provoca un exceso de fitoplancton. Este fenómeno se produce cuando hay vertidos de fertilizantes en estas masas de agua. Entonces, crece de manera artificial la masa vegetal, oscurece las aguas -impide el paso de la luz a niveles inferiores- y acaba asfixiando a la fauna acuícola, pues la falta de luz interrumpe la producción de oxígeno, volviendo el medio anóxico, y haciendo así inviable la existencia de la mayoría de las especies que lo solían habitar, principalmente peces. Impacto de la eutrofización en el uso y calidad de las aguas