¿La clave del éxito? Abordar el problema de una demanda que no crece y solventar ciertas problemáticas en determinados territorios que están dificultando el desarrollo de una tecnología en la que España es una potencia mundial. El cumplimiento del plan país para reducir emisiones está en juego.
Este ha sido el diagnóstico emitido por los máximos responsables de la AEE en su estudio macroeconómico del impacto del sector eólico en España de 2023, un informe que la asociación viene elaborando desde hace más de 15 años y que no sólo detalla los logros de la eólica nacional en sí, sino también la contribución que tiene este sector en el desarrollo socioeconómico, ambiental y energético de nuestro país. En concreto, en 2023 España se ha consolidado como el segundo país con la mayor potencia eólica instalada en Europa y el sexto a nivel mundial, con más de 30 gigas (30.425 MW) en operación.
Los números del viento
Según detalla la memoria anual de la AEE, la energía del viento no solo representa el 24% de la capacidad eléctrica que tenemos instalada en España, sino que también ha cubierto el 26% de la demanda eléctrica nacional, logrando la mayor generación eólica de nuestra historia. Además, hay que destacar la importancia de este sector como motor de empleo, ya que cuenta con más de 35.700 profesionales involucrados directamente, empleo que favorece la revitalización de áreas rurales, contribuyendo a fijar la población y a generar oportunidades en comunidades donde la actividad económica es todavía limitada.
Más allá de los datos económicos, también hay que recordar los beneficios de esta fuente de energía en el ámbito ambiental, donde este sector evita la emisión de una barbaridad de toneladas de CO2. Estamos hablando de un volumen de más de 32 billones en 2023.
Rocío Sicre, presidenta de la AEE: “Podemos decir que sector eólico desempeña un papel clave en la transición energética y estamos convencidos de que la energía eólica va a seguir siendo una pieza clave en la estrategia energética de nuestro país y nos va a ayudar a cumplir los objetivos del PNIEC Para 2030”.
Sin embargo, si nos centramos en el ritmo de instalación de potencia eólica en España “no podemos decir que el ritmo sea el óptimo”, explica el director general de la AEE, Juan Virgilio Márquez, sobre todo “si tenemos un plan nacional que nos otorga la responsabilidad de llegar a 2030 con 62 GW”. Ahora estamos en 30,5 GW.
Aunque la eólica sigue siendo una tecnología clave en el mix, con el mayor porcentaje de potencia instalada, “el ritmo de incorporación no acompaña. Tendríamos que doblar la potencia ahora mismo desplegada para poder llegar a los objetivos”. Y en apenas cinco años.
En cuanto a los escollos que obstaculizan la consecución de tan elevado objetivo, Márquez señala en concreto a una serie de retos “que tienen que ver con un mercado con una demanda que no crece y con ciertas problemáticas en determinados en territorios que están condicionando el desarrollo del sector”. Con Galicia en la cúspide del problema eólico nacional.
La responsabilidad asignada al sector eólico, los 62 GW para 2030, de los cuales 3GW deberían ser de eólica Marina, “es un objetivo enorme y tremendamente complicado de conseguir”, explica Márquez. Complicado porque “estamos a finales de 2024 y nos quedan apenas cinco años para poder llevar a cabo este objetivo y el ritmo pues no es el adecuado”.
El director general de la AEE subraya que el sector está trabajando todo lo que puede, “pero hay una serie de planteamientos que necesitamos que cambien para poder avanzar como economía y como sociedad. Creemos que no nos podemos permitir el lujo de desaprovechar el sector eólico como uno de los principales aportes de energía competitiva a nuestro mix”.
Juan Virgilio Márquez, director general de la AEE: “El PNIEC español es el más ambicioso del mundo. Si la eólica no cumple, pues España no cumple. Y si España no cumple Europa no cumple.”
Los retos del sector eólico
Como se ha comentado, el sector considera necesario acelerar el ritmo de la eólica para cumplir objetivos, pero no solo para alcanzar estas metas, “sino para ganar competitividad en nuestra economía”. El coste de oportunidad de no desarrollar más este sector estratégico “se va a aprovechar en otras geografías, por lo que tenemos que acelerar el ritmo en el desarrollo de parques eólicos”.
Juan Virgilio Márquez ha recordado que “ahora mismo hay unos 9,5 GW con todas las autorizaciones de construcción otorgadas. De 9,5 gigavatios hay 2,6 que están paralizados en Galicia con las autorizaciones de construcción otorgadas. Son proyectos maduros y fiables y que están a la espera de trámites municipales y de cerrar la financiación”.
Aparte de estos 9,5 GW, “otros 12 GW que ya tienen permisos ambientales están pendientes de autorización de construcción. Además, tenemos un portfolio de 20 GW en diferentes zonas de España en estados muy avanzados de tramitación. Eso hay que solucionarlo”.
Eólica marina
El objetivo es contar con 3 GW de eólica marina flotante en 2030. Pero el director general de la AEE traslada la misma urgencia en el despliegue eólico marino, ya que “si al final del año que viene no tenemos una subasta convocada, estaremos industrialmente fuera de la carrera”.
“Necesitamos una subasta en el 2025, algo indispensable desde el punto de vista industrial”, señala Márquez, que considera que “el que no esté posicionado desde el primer momento con un mercado local no va a tener competitividad para competir con otros actores industriales”. Desde el sector eólico consideran que “Solo 3 GW es potencia suficiente para que nuestra industria traccione y gane competitividad con las soluciones de flotación”.
Galicia
El escenario de la eólica en Galicia, en relación a la Ley propuesta por la Xunta que estipula la repotenciación obligatoria -o desmantelamiento- para los parques de más de 25 años y a la obligación de vender parte de la energía de los nuevos proyectos exclusivamente a consumidores gallegos “preocupa mucho” al sector eólico, asegura Márquez, ya que “entendemos que eso es algo que vulnera el marco jurídico existente”.
Al sector le da “muchísimo miedo” ese tipo de planteamientos, sobre todo que se proponga públicamente que ese enfoque “se adopte en otras comunidades autónomas”. El director general de la AEE señala que “si las comunidades autónomas empiezan a tomar decisiones de este tipo, nos encontraremos en España con un escenario complicado para invertir”.
Desde el sector confían, en cualquier caso, “en que no hay ninguna comunidad autónoma que quiera penalizar a ningún sector, pero entendemos que el instrumento adecuado no es el que se ha adoptado”. Por ello, entienden que tanto la vocación del sector como la de los gobiernos regionales es “llegar a acuerdos para desarrollar este tipo de sectores que son claves para el cumplimiento del plan país para reducir emisiones”.
Demanda
Por otro lado, sí hay algo que le preocupa al sector es la demanda. “La demanda para nosotros es algo clave, es el acicate”, subraya Márquez. “Si no hay demanda eléctrica, no hay necesidad de instalar nuevas instalaciones si no equilibramos los ritmos de avance de la generación renovable con la demanda eléctrica”.
Al no tirar de la demanda, “lo que estamos viendo son escenarios extremos de precios cero porque no hay demanda y hay sobreinstalación de generación y en determinadas franjas horarias se acumula esa generación”. Esta característica de nuestro mercado “complica que los inversores puedan tomar decisiones con unos precios tan volátiles y tan bajos”.
Por todo ello, para el sector eólico nacional es “clave” que todos los mecanismos de los que dispone el Gobierno para cumplir el PNIEC (instrumentos, mecanismos, planes de ayuda, programas, etc) se dediquen “prioritariamente a la demanda”, es decir, la demanda eléctrica debe ser una prioridad a de país.
Artículos relacionados