El parque eólico global ha triplicado su potencia en los últimos diez años. El mundo contaba con 349.458 megavatios de potencia eólica instalada en 2014, y cuenta hoy con más de un millón de megas, según revela el último anuario de la Agencia Internacional de las Energías Renovables: Renewable Energy Statistics 2024. El ejercicio 23 ha sido el mejor de toda la década, con 115.000 megavatios de nueva potencia eólica conectados. Eso, a escala global. Muy distinto ha sido lo sucedido en España. El curso no ha sido ni mucho menos tan brillante como allende los mares. Aquí, al sur de Pirineos, el sector solo ha sido capaz de instalar 607 megavatios en los doce meses del año 23, lejos de los 1.670 megas del año 22 y muy lejos, mucho, de los 2.400 del año 2009 o de los más de 3.400 del año 2007.
A pesar de ello, España sigue estando en el Top 5 de las naciones por potencia eólica instalada, codeándose con países gigantescos, como China, Estados Unidos o India, y con la locomotora de la Unión Europea, y pionera de la eólica, Alemania. Más aún, ahora mismo, año 24, España tiene más potencia eólica instalada que toda África.
Renewable Energy Statistics 2024, el último balance-anuario de la International Renewable Energy Agency (Irena), contiene todos esos y muchos otros datos sobre la potencia eólica instalada en todo el mundo, sobre la evolución de esa potencia a lo largo de los últimos diez años, y sobre la electricidad producida por el parque eólico global. Por el eólico, y por el fotovoltaico, el termosolar, el hidroeléctrico y todas las tecnologías renovables de generación.
El anuario contiene así mismo estadísticas sobre “inversión en renovables”, elaboradas a partir de los datos (2013-2022) compilados por el comité de ayuda al desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD-DAC) y una veintena de instituciones financieras y agencias para el desarrollo bilaterales y nacionales. En fin, la referencia global primera en esta materia, que repasamos exhaustivamente (no podía ser de otra manera) a continuación.
Año Top
Máximo histórico de instalación de energías renovables: nunca antes creció tanto en doce meses el parque de generación de energías limpias. “Un crecimiento sin precedentes del 14% de la potencia renovable durante 2023 ha establecido una tasa de crecimiento anual compuesto del 10% en el período 2017-2023”. Así de contundente es la apertura que hace la International Renewable Energy Agency (Irena) de su último balance anual: estadísticas de la energía renovable 2024 (Renewable Energy Statistics 2024).
Eso sí, a pesar de ese formidable incremento del tamaño del parque renovable de generación, que no tiene parangón (las otras fuentes de energía están a años luz de esas tasas de crecimiento), “el mundo –alerta Irena– corre el riesgo de no materializar su objetivo comprometido en la CoP28 de triplicar las renovables”. La vigésima octava sesión (28ª) de la conferencia de las partes (conference of parties, CoP) de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CoP28) concluyó en Dubái el pasado mes de diciembre con un acuerdo según el cual las partes se comprometen a tomar medidas para lograr triplicar, a escala mundial, la capacidad de generación de energía de las fuentes renovables de aquí a 2030.
Y eso (triplicar) estaría lejos de suceder si la velocidad de crecimiento del parque de generación –advierte Irena en su balance– se queda ahí: en el 14% (según la Agencia, esa velocidad debería alcanzar un 16,4% anual hasta 2030 si queremos triplicar).
Más: si tomamos como referencia la tasa de crecimiento anual compuesto 2017-2023, que es del 10%, los números que resultan son aún peores. “El mundo solo acumulará 7,5 teravatios de capacidad renovable en 2030, incumpliendo su objetivo en casi un tercio”, alerta la Agencia (cuando su objetivo para ese año es 11,1 teras; y hoy andamos por los 3,9).
Alerta Irena en su balance (respecto de la insuficiencia en la velocidad de crucero de la transición renovable) e insiste en la misma dirección, de viva voz, su director general, Francesco de La Camera. El italiano, aunque reconoce con satisfacción que las energías renovables están ganándole cada vez más la partida a los combustibles fósiles, advierte que no es tiempo aún para la complacencia: “las renovables deben crecer a más velocidad y en mayor escala”, sentencia.
Porque La Camera lo tiene muy claro: si continuamos creciendo al ritmo actual –sostiene–, lo único que vamos a conseguir es incumplir el objetivo de triplicar las renovables acordado en el Consensus UAE de la CoP28, “poniendo en riesgo consecuentemente los objetivos fijados en el Acuerdo de París y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.
Renewable Energy Statistics 2024 contiene información sobre la “capacidad de generación” de electricidad global 2014-2023 y sobre la “producción” de electricidad 2014-2022. Los datos recabados por Irena proceden de muy diversas fuentes, según la Agencia. A saber: cuestionarios Irena, estadísticas nacionales oficiales, informes de las asociaciones industriales sectoriales, informes de consultoras y fuentes periodísticas.
Generación de electricidad por fuente de energía
Las fuentes de energía renovable (el agua, el viento, el Sol, la biomasa, etcétera) produjeron en 2022 (último año con datos consolidados) el 29,1% del total de la electricidad a escala global (8.440 teravatios hora). El 70,9% restante se lo apuntaron los combustibles fósiles más, en muchísima menor medida, la nuclear, el bombeo y otras fuentes no renovables de energía (29.031 teravatios hora). La generación de electricidad ha crecido a razón del 2,4% anual desde el año 2011. La renovable: +6,1%. La no renovable: +1,3%.
En el año 2022, la electricidad renovable creció un 7,2% sobre la electricidad renovable producida en 2021. Desde el año 2010, los crecimientos más importantes en cuanto a producción eléctrica renovable hay que apuntárselos a la eólica y la solar (renovables variables, según la terminología Irena), que alcanzaron el 11,7% del mix de la producción eléctrica global en 2022, tras registrar un crecimiento del 18,2% desde 2021.
Generación de electricidad renovable, por fuente
La hidroelectricidad se mantiene como principal fuente renovable de electricidad. Según los últimos datos recopilados por Irena, el agua produjo en 2022 más de cuatro mil teravatios hora de energía eléctrica (4.330 TWh), un 0,8% más que un año antes. El viento fue la segunda fuente renovable de electricidad, con 2.098 TWh, pero con un crecimiento de catorce puntos con respecto a su registro de 2021 (+14,0%). En tercer lugar se situó ese año el Sol, con 1.294 TWh y un crecimiento brutal: +25,6%. La bioenergía, que solo creció punto y medio (+1,5%), aportó hasta 619 TWh; y, por fin, la geotermia produjo casi cien teras (97 TWh) y las energías marinas, casi un tera.
Renovables por región
Asia ha liderado en 2022 la producción de electricidad renovable en términos absolutos. El enorme continente del Oriente ha producido con fuentes limpias 3.749 teravatios hora, un 9,3% más que el año anterior. El incremento, de casi dos dígitos, ha sido conducido por la hidráulica y la solar, que han mucho más que compensado la caída de la producción eólica y de bioenergía.
Norteamérica ocupa el segundo lugar en el escalafón, con 1.493 teravatios hora de electricidad renovable producidos. Alcanza esa posición por primera vez (desbancando a Europa, que en 2022 se ha quedado en los 1.462 teras hora). El norte del “nuevo mundo” ha registrado un crecimiento de su producción ren más que considerable (+8,6%), mientras que en el “viejo mundo” la generación de electricidad renovable ha caído (-0,6%).
Suramérica generó 940 teravatios hora (+11,9% con respecto a lo producido en 2021). El incremento se ha debido –según Irena– a la recuperación de la generación hidroeléctrica y a la mayor aportación solar. Eurasia, que incluye Armenia, Azerbayán, Georgia, Rusia y Turquía, produjo 363 teras (+2,5%), con la solar y la eólica maquillando los constantes descensos de la hidráulica.
Oceanía ha generado 125 teras, o sea, muy poco en términos absolutos, pero muy mucho si tenemos en cuenta la dimensión territorial, la población y la dimensión temporal. Porque resulta que el continente de nuestras antípodas ha registrado en 2022 un incremento de la producción renovable de electricidad de... el 14,5%.
África generó 205 (+3,5%). América Central y Caribe se han apuntado 57 teras (+1,3%) y Oriente Medio, 47, guarismo muy menor al de cualquier otra latitud, pero que también registra un crecimiento enorme (+16,9), debido –apuntan desde Irena– a la pujanza de la eólica y a la revolución solar que está teniendo lugar en todas partes, y también aquí.
Mix eléctrico
Asunto bien distinto es el mix eléctrico de cada territorio. Ahora mismo, Suramérica encabeza la clasificación, con un 75,0% de su electricidad producida con fuentes renovables, “predominantemente hidroelectricidad”. Europa le sigue a continuación, con un 40,5: en este caso la aportación ren tiene varias fuentes: eólica (35,7%); hidráulica (33,3); solar (16,1); bioenergía (14,0%); y geotérmica, 0,8.
América Central y Caribe, por una parte, y Oceanía, por otra, ocuparían el tercer cajón del podio, pues generan, cada cual, en torno al 38% de su electricidad con fuentes renovables. Más abajo en la tabla se encuentra Norteamérica, que solo produce un 27,0% de su energía eléctrica a partir de recursos ren; Asia, con el 26,2%; Eurasia, con el 23,5; y, por fin, África, con el 22,8. Oriente Medio solo genera el 3,4% de toda su electricidad con fuentes renovables.
Los más ricos, más sucios
Contra lo que pueda parecer, el G20 y el G7* generaron mayoritariamente más electricidad sucia que limpia (renovable) y menos, en todo caso, que la media global, que fue del 29,1%, como se dijo. Los países del G20 se anotaron un 28,9%; los del G7, un 28,5. Ambos grupos tienen repartos similares en fuentes renovables. De toda la electricidad renovable generada en 2022, los países del G20 tenían un 46,3% de energía hidroeléctrica, un 28,4% de energía eólica, un 16,5% de energía solar, un 7,9% de bioenergía y trazas de energía geotérmica. Los países del G7 tenían un 36,6% de energía hidroeléctrica, un 33,1 de energía eólica, 18,0% de energía solar, 9,5% de bioenergía y 1,2% de energía geotérmica.
La última revisión Irena de las cifras muestra que, a finales de 2023, la capacidad renovable representaba 3,9 TW, es decir, el 43,0% de los 9,0 TW de capacidad total mundial, incluidos los no renovables. El resto de la capacidad instalada (no renovable) asciende a 5,1 teravatios (57,0% del total) y se desglosa así: 4,5 TW de combustibles fósiles (50,4%), algo menos de 400 gigas (398 GW) de energía nuclear (4,4%), 142 gigavatios de bombeo (1,6%) y 45 gigas (0,5%) de otras energías no renovables. La tendencia reciente sitúa a las renovables –explican desde Irena– como las fuentes de más rápido crecimiento. Ello está sucediendo a la par que se produce una ralentización de las energías no renovables y el desmantelamiento de grandes centrales de combustibles fósiles en varios países.
La tecnología solar fotovoltaica (FV) ha sido en 2023 la que más potencia tiene instalada: 1.418 gigavatios de capacidad de generación (36,7% del total de potencia renovable instalada en todo el mundo). La gran hidráulica era la primera de la fila renovable (lo ha sido durante muchos años) hasta hace apenas unos meses, cuando fue adelantada por la FV. Hoy, la gran hidráulica tiene una potencia instalada en todo el mundo de 1.265 GW, o el 32,7% del total del parque renovable global de generación de electricidad. Después vienen, en este orden: la eólica (1.017 gigas, o el 26,3%); y bioenergía (149 gigas, o el 3,9%). Cerrarían la tabla la geotermia y las energías marinas.
Renewable Energy Statistics 2024
*G7. Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido
Este contenido ha sido originalmente publicado en nuestra edición de papel (ER234, septiembre de 2024), que puedes descargarte gratuitamente aquí