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¿Volverá el impuesto al Sol?

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El anuncio que ha hecho este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cogido a todo el mundo con el paso cambiado. También al sector de las energías renovables, que ha vivido una legislatura histórica. España cerró un 2022 de infarto. Nunca antes el sector instaló tanta potencia fotovoltaica en un año como lo ha hecho en ese último ejercicio. El autoconsumo ha crecido un 1.200% desde 2018. "Ningún otro sector -decía hace apenas una semana la secretaria de estado de Energía, Sara Aagesen- ha avanzado tanto como el autoconsumo en este país". La eólica ha instalado en tierra patria, desde que Sánchez llegara a Moncloa, hasta 6.700 megavatios (un registro casi sin par) y está a punto por fin de hacerse a la mar (¿estaba?) cuando... llegó el anuncio. ¿Y ahora qué?
¿Volverá el impuesto al Sol?

“¿Nos puede asegurar que no volveremos al impuesto al Sol?”. La pregunta la formulaba Daniel Pérez, entonces delegado de la Unión Española Fotovoltaica (hoy director general de La Energética) en una de las mesas redondas del Foro Solar de este pasado mes de octubre. Se lo preguntaba a Juan Bravo, vicesecretario económico del PP. Energías Renovables estaba allí. En el Foro (5 de octubre). Allí escuchamos el discurso de la secretaria de estado de Energía, Sara Aagesen, que ratificaba ante el sector lo que el Gobierno ya había anunciado en el Congreso de los Diputados unas semanas atrás, que se iba a acabar con la limitación de los 500 metros que hasta ese momento padecía el autoconsumo a través de red (no podrás conectarte a -autoconsumir la electricidad generada por- una instalación solar fotovoltaica que se encuentre a más de 500 metros de tu casa). Decía verdad Aagesen en el Foro Solar de octubre. A finales de diciembre (no hace ni seis meses, aunque parece que ha pasado un siglo), el Gobierno publicaba en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto-ley (RDL) 20/2022, que elevaba y fija ese límite hasta los 2.000 metros. El Ejecutivo había limitado esa distancia a 500 metros en abril de 2019, la había incrementado hasta los 1.000 metros -timorato- en octubre (Real Decreto-ley 18/2022, de 18 de octubre) y, tras el revuelo armado en el sector, que no entendía esa mogigatería (Francia y Portugal lo tenían ya desde hace tiempo en los 2.000), el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico decidía finalmente reaccionar y elevar el límite hasta los 2.000.

Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
«Somos sensibles a las nuevas demandas, y en particular a la petición que han hecho muchos de ustedes para que en lugar de facilitar el autoconsumo a un kilómetro de los núcleos urbanos, esa distancia pueda ampliarse hasta los dos kilómetros, cosa que parece razonable y que aparentemente cuenta con un amplio consenso para consolidar la distancia de autoconsumo colectivo a través de red ampliando de nuevo esta solución. Por ello queremos poder responder a esta petición situando la distancia del autoconsumo colectivo en dos kilómetros, culminando el desarrollo de la normativa de autoconsumo pemitiendo situar el foco en lo local y en la participación de los municipios y de las comunidades de vecinos en este contexto. Permite que los municipios, las empresas y entidades, los polígonos industriales, las comunidades de vecinos, aprovechen las interacciones en los espacios urbanos, teniendo en cuenta que el 70% de los españoles vive en comunidades de pisos, y encontrando así las mejores ubicaciones municipales o privadas para que todo ciudadano o empresa que quiera optar por el autoconsumo pueda hacerlo»

Pero habíamos empezado por una pregunta: “¿nos puede asegurar que no volveremos al impuesto al Sol?”. Una pregunta planteada donde hay que plantearla, en espacio público, con luz y taquígrafos (y/o periodistas). Una pregunta muy concreta, y un apelado: el Partido Popular.

Energías Renovables estaba allí. Atentos andábamos a lo que fueran a decir Gobierno y oposición. Atentos, porque sabíamos que Aagesen estaría en escena, y atentos, porque UNEF había anunciado (así lo recogía su programa) que el conferenciante principal del día (Keynote Speaker) iba a ser nada más y nada menos que el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.

Pero no
Feijó no acudió a la cita. Al final se impusieron los consabidos "problemas de agenda" -así le disculpaba la organización, UNEF- y en su lugar estaría Juan Bravo, vicesecretario económico del PP (ojo: económico).

Y sí, a Bravo apelaría Daniel Pérez con un directo “¿nos puede asegurar que no volveremos al impuesto al Sol?”. Pregunta inequívoca a la que seguiría una salva de aplausos desde la platea del abarrotadísimo Foro (más de mil profesionales registrados, cifra top de sus nueve ediciones; véase foto, a la derecha).

¿Respuesta? “Lo que tengamos que hacer lo tenemos que hacer conjuntamente”.

Murmullo sordo en el auditorio y retrepar de cuerpos.

Aquel día titulamos nuestra crónica: El PP no dice no al impuesto al Sol.

Muchas son las voces en el sector que sostienen que ya no es posible una marcha atrás en materia de autoconsumo, que la sociedad no lo permitiría por muy mucho que algunos de sus representantes públicos quisieran ralentizarlo.

Pero también es cierto que las evidencias científicas del cambio climático parecen cada vez más abrumadoras y, sin embargo, da la sensación de que en ciertos ámbitos de la sociedad ciertos discursos negacionistas siguen calando.

¿Un ejemplo?
Diez de mayo.

Congreso de los Diputados.

“En Asturias ardió una parte importante del territorio asturiano (sic) y rápidamente ustedes están reemplazando estos bosques por parques eólicos, parques fotovoltaicos. Nuestros pescadores los reemplazan ustedes también por la aerogeneración”.

José María Figaredo, portavoz de Vox, desde la tribuna del Congreso, este 10 de mayo, en intervención dirigida a la ministra del ramo.

“[Dicen ustedes que] estamos al borde del colapso climático (…). Es que ustedes se creen todas esas mentiras y lo que quieren hacer es sacrificar a nuestros pescadores en ese altar dogmático del cambio climático”.

Figaredo, en otro momento de su intervención.

Vox no gobernará ninguna autonomía. Y tampoco lo hará en ningún ayuntamiento grande. Pero puede ser la clave de la gobernabilidad (clave para el Partido Popular de Bravo y Feijóo) en varios territorios.

Y ahora volvemos al principio
El anuncio que ha hecho este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cogido a todo el mundo con el paso cambiado. También al sector de las energías renovables, que ha vivido una legislatura histórica. España cerró un 2022 de infarto. Nunca antes el sector instaló tanta potencia fotovoltaica en un año como lo ha hecho en ese último ejercicio. El autoconsumo ha crecido un 1.200% desde 2018. "Ningún otro sector -decía hace apenas una semana la secretaria de estado de Energía, Sara Aagesen- ha avanzado tanto como el autoconsumo en este país". La eólica ha instalado en tierra patria, desde que Sánchez llegara a Moncloa, hasta 6.700 megavatios (un registro casi sin par) y el sector está a punto por fin de hacerse a la mar (eólica marina) cuando... llegó el anuncio. ¿Y ahora qué?

Energías Renovables ha querido pulsar la opinión de las principales asociaciones empresariales del sector (respecto a lo que está por venir, sus preocupaciones y cuitas) y todas las apeladas nos han contestado. La Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) lo ha hecho por boca de su director general, José María González Moya. La Asociación Empresarial Eólica, de la mano de Juan Virgilio Márquez, también director general. La Unión Española Fotovoltaica ha estado representada por su homólogo, José Donoso. Y, por fin, la Asociación Española para la Promoción de la Industria Termosolar (Protermosolar), se ha pronunciado también por boca de su secretario general, David Trebolle. Les hemos planteado a todos ellos un cuestionario básico, cuatro preguntas, no más, en un momento presidido por la incertidumbre.

Esto es lo que nos han contestado.

José María González Moya, director general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables, APPA

Balance de la legislatura
Para hacer balance, evidentemente, hay que tener en cuenta antes que nada los problemas que hemos tenido: la pandemia, la crisis de Ucrania, la escalada de precios de la energía... una escalada, una tendencia alcista, que es verdad que venía de antes, pero que se vio absolutamente superada por todo esto. Y, bueno, ahí hemos tenido una política común, a nivel europeo, y en la que España la verdad es que hay que reconocer que se ha puesto al frente. Ha tomado protagonismo. Ahí cabría destacar el impulso del autoconsumo, que ha venido derivado también de lo que hizo el Gobierno en el año 2018 [la derogación del impuesto al Sol], pero que ha continuado esta legislatura con, por ejemplo, todas las ayudas que han venido de la mano de los fondos de recuperación, algo que ha sido muy positivo. También destacaríamos desde APPA la publicación del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima en el año 2019. El Gobierno daba un salto adelante en cuanto a la apuesta renovable, más allá de lo que en ese momento nos decía Europa. Sí, hay muchos hechos destacables. Otro, por ejemplo: el Gobierno nos ha guiado en cuanto a las hojas de ruta, en cuanto a las estrategias que se han ido publicando. Así que creemos que el balance, en términos generales, es positivo. De ahí el interés que hay en el sector renovable actualmente; interés que se manifiesta en cuanto al volumen de inversión, el atractivo, etcétera, etc.

¿Qué logro, hallazgo, acierto, éxito, conquista, llámese equis... destacaría por encima de todos los demás APPA en esta legislatura?
Hay muchos. Hemos tenido en estos tres o cuatro años las tasas de mayor implantación de renovables. Y evidentemente el Gobierno y el Ministerio para la Transición Ecológica tienen algo que ver. Como también el mercado: la competitividad alcanzada por estas tecnologías está haciendo que el impulso sea este. También, evidentemente, hay que tener en cuenta el recurso renovable nacional, los magníficos recursos que tenemos en España respecto a otros países de Europa, unos recursos que hacen que estemos a la vanguardia... Pero hay que destacar que el Gobierno ha ayudado, ha empujado, ha estado a nuestro lado, y que, en términos generales, el balance ha sido positivo.

¿Qué ha quedado en el tintero?
Evidentemente se quedan cosas en el tintero. Pero todavía estamos a tiempo, la legislatura aún no ha acabado. Así que esperamos cambios en estos 50 días que quedan hasta las elecciones. Cambios en cuanto a cosas que se han quedado en el aire, como por ejemplo la regulación de los hitos... Tenemos ahí esos hitos que cumplir, la fecha límite del mes de julio, el día 25 [fecha en que decenas de miles de megavatios actualmente en tramitación habrán de haber obtenido la autorización administrativa previa so pena de perder sus derechos]. Y mirando un poquito más lejos... los dos años que tienen de límite los promotores para poner en marcha esa potencia [otro de los hitos en el que la pena es la misma]. Ahí lo que pedimos fundamentalmente, tanto a este Gobierno, como al entrante, sea del color que sea, es visibilidad. Visibilidad regulatoria. Que nos avancen lo que pretenden hacer. Que no se lleven al BOE determinadas medidas. El sector necesita visibilidad en general, visibilidad en cuanto a la evolución de los concursos de acceso, si se van a convocar o no, en cuanto a las subastas... ¿Seguiremos convocando subastas o no? ¿Va a haber subastas en 2023? ¿Cómo se va regular el almacenamiento? Así que a la pregunta de si se han quedado cosas en el tintero, pues sí. No puede ser de otra manera. Estamos en un sector muy complejo, muy regulado, pero... bueno... el balance es bastante positivo.

En 53 días habrá nuevo gobierno, de un color u otro (u otros). ¿Qué le pediría APPA a ese futurible Gobierno, qué le pediría que hiciese en sus primeros cien días?
Que insista en esa apuesta, la apuesta por las renovables. La apuesta por las renovables es una apuesta de país, de industria, de empleo y de generación de riqueza. Y que de alguna manera en esos cien días se nos avance de forma clara qué va a hacer.

A corto plazo, antes de que acabe la legislatura, tendremos que ver el nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Será fundamental conocer los objetivos. Evidentemente este gobierno ya ha anunciado que los va a incrementar, pero más o menos la guía o la senda de crecimiento de ese Plan será bueno conocerla cuanto antes.

El nuevo Gobierno, tanto si continúa siendo del mismo color como si cambia, debería asumir esos compromisos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y llevar una senda continuista. En todo caso, yo creo que tenemos una oportunidad única, y lo que le pedimos a nuestros políticos, sean del color que sean, es que piensen en el país, que piensen en la industria, que piensen en el empleo, y en todas las posibilidades que hay.

Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica, AEE

¿Cuál es el balance que hace AEE de esta legislatura?
¿Balance? Hay una serie de vectores de cambio que se han impulsado de forma clara, y positiva. De la anterior situación adonde estamos ahora... es evidente que ha sido positivo. Se han desarrollado múltiples normativas técnicas que yo creo que son parte del esqueleto importante de lo que va a ser el sector a futuro, normativas que eran necesarias.

Hay cuestiones en todo caso que quedan todavía como retos a futuro. Hay un desembarco muy importante de proyectos renovables que tienen que estar instalados en dos años y tenemos que poder identificar algunos mecanismos para la ordenación de los mismos y conseguir la mejor solución para que no haya parones en el sector.

Desde el punto de vista industrial la cadena de valor eólica, en Europa, y en España, ha venido sufriendo deslocalizaciones paulatinas, y de una forma periódica. Está en un proceso de refundación y de reestructuración completa para conseguir competitividad. Quizá hubiera sido conveniente adelantar una política industrial clara, desde hace ya tiempo, en pro del mantenimiento del made in Europe para las cadenas de valor de las industrias renovables, en concreto de la eólica.

Ya la Unión Europea llegó un poco tarde, y a día de hoy esa política sigue siendo un poco simple. No está enfocada ni con la estructura, ni el detalle, ni la ambición necesaria.

Y en eólica marina el balance es que... estos han sido los años en los se ha empezado a hacer despegar la eólica marina. Se han aprobado los planes de ordenamiento del espacio marítimo, y se ha empezado a trabajar codo con codo -el sector y el Gobierno- para el diseño de las subastas que esperamos que se puedan convocar en breve. Quedan algunos temas todavía por formular bien y por terminar de rematar.

¿Algo particularmente relevante que haya sido disruptivo en esta legislatura?
El impulso claro en pro de las renovables. La defensa clara en Europa de unos objetivos de reducción de emisiones ambiciosos. La defensa clara en Europa de la necesaria velocidad para el cumplimiento de esos objetivos, la necesaria sensibilización y comunicación sobre la emergencia climática en la que estamos. Un cambio de rumbo. Hemos pasado de un proceso en donde no se desarrollaban proyectos renovables, a una situación en la que se desarrollan muchísimos proyectos renovables. Ha habido un apoyo claro y un punto de inflexión en la situación que teníamos de desarrollo renovable en España y la que tenemos ahora.

¿Qué se ha quedado en tintero?
Quedan aspectos técnicos en el tintero. Nos ha pillado el toro con el tema del despegue de la eólica marina. Hace falta sacar a consulta pública el paquete regulatorio y la subasta. Y hace falta convocar la subasta. Nos ha pillado el toro quizás también con algunos de los hitos del Real Decreto-ley 23. Muchos proyectos se van a ver afectados por las elecciones. Primero por las autonómicas, pero sin duda por las generales. Hay que tener en consideración que el hito de la autorización de construcción tiene que estar el 25 de julio. Va a haber una gran avalancha de proyectos. El primer contingente grande de proyectos (proyectos que obuvieron la Declaración de Impacto Ambiental en enero) está ahí. Y todo lo que es la tramitación de esos proyectos se puede ver afectado en las comunidades autónomas, que estarán cambiando equipos de gestión... en las Direcciones Generales puede haber otras personas... que tienen que heredar una serie de trabajos y de procesos que quizá no estaban en su momento firmados y decididos, y se tienen que firmar y decidir en poco tiempo. Vamos, que hay un problema grave, y es que justamente en el hito más importante que tenemos en los próximos meses nos encontramos con que hay unas elecciones autonómicas y ahora unas elecciones generales. Y hace falta que esto no se pierda. La inercia técnica, la inercia de la tramitación, no se puede perder, independientemente del gobierno que esté en la comunidad o en el gobierno central.

Hay más temas que se han quedado en el tintero: por ejemplo cómo plantear el escenario 2025-2026, con una ingente cantidad de proyectos renovables que van a tener que instalarse si no quieren perder el acceso. Y hay que ver cómo evitar un posible problema estructural del sector dentro de dos años, tanto por si las inversiones se realizan y luego no tienen la rentabilidad adecuada, como por si las inversiones se paran porque no consiguen la financiación.

¿De cuántos megavatios estamos hablando?
A día de hoy, 13,5 gigavatios con la DIA aprobada que tienen que obtener la autorización de construcción en julio. Calculemos que haya una mortandad de esos proyectos (porque hay muchos de ellos que tienen DIAs condicionadas)... pues habrá un porcentaje que no sé cuál será... calculemos que pueda haber un 30% que se puede caer... Pero el 70% restante tiene que obtener la autorización antes del 25 de julio. Y requiere trámites en las comunidades autónomas y requiere trámites en el ministerio.

En 53 días habrá nuevo gobierno, de un color u otro (u otros). ¿Qué le pediría AEE a ese futurible Gobierno, qué le pediría que hiciese en sus primeros cien días? 
Varias cosas. La primera es que mantenga la inercia de aquellos proyectos que ya están iniciados, metidos en procesos técnicos-administrativo, es decir, que ningún proyecto que se esté tramitando de acuerdo a un RDL vigente pueda verse parado por una decisión política tanto a nivel central como a nivel autonómico o local. En segundo lugar, que mantenga ese empuje y la convicción hacia un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima ambicioso, que sea realista pero que sea ambicioso, que sea equilibrado en tecnologías, y que vele por que no solo se consigan unos objetivos a 2030, sino que se planteen mecanismos para que el camino a 2030 sea viable. Es más importante en estos momentos el camino que el objetivo. Tercero, que no pare la eólica marina, que la active. Que active los mecanismos necesarios para encontrar vías de diálogo, y de win win, entre la pesca y la eólica marina. Y que saque urgentemente el paquete regulatorio a consulta pública, y que convoque la subasta lo antes posible.

Le pedimos también que, en relación al acceso y conexión, clarifique la situación de aquellos nudos que han quedado pendientes de la publicación de los concursos, para saber si los promotores van a tener potencia disponible a futuro o no.

Y en relación a la industria lo que le pedimos claramente es una política industrial ambiciosa, valiente, que equilibre la situación global entre el mecanismo de atracción de inversiones de los Estados Unidos, el IRA, y las estrategias comerciales de países asiáticos muy agresivas para entrar en Europa. Que lo equilibre, que cuide de la industria made in Europe, que garantice que no solo se van a dar ayudas para temas de innovación, sino también para temas de capacitacion industrial, para poder tener capacidad industrial, en consideración de que la cadena de valor industrial que hay ahora mismo en Europa en eólica es de unos diecisiete gigavatios, de los cuales cuatro están en España, pero Europa tiene que incorporar 37 gigavatios al año.

Necesitamos más capacidad industrial en Europa, no comprar aerogeneradores de fuera de Europa. Necesitamos que el país adopte una política industrial clara y valiente. Y necesitamos que la Ley de Industria, la Estrategia Industrial 2030 y el Pacto de Estado por la Industria, que eran medidas, herramientas y normativas que el Gobierno actual estaba ya desarrollando, que se saquen, que se aprueben y que se pongan en funcionamiento lo antes posible.

Sobre las subastas lo que le pedimos es que siga manteniendo el calendario de subastas que hay a 2025, que aproveche la coyuntura que estamos viviendo y las directrices de la UE para diseñar las subastas a valor, y no exclusivamente a precio, y que se convoque la subasta este año, sabiendo la situación en la que estamos, de costes de las tecnologías, con mecanismos de indexación a situaciones de inflación y que recupere la potencia que no se adjudicó el año pasado.

José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica

Balance de la legislatura
Ahí están los números. Entramos en 2019 con menos de 5.000 megavatios de potencia solar fotovoltaica instalada en suelo. Ahora mismo, mayo del 23, hay casi 21.000. Y qué voy a decir del autoconsumo. Menos de 500 megavatios en 2019, más de 5.000, bastante más, a día de hoy. Pero es que, además de los números, esta ha sido la legislatura en la que la fotovoltaica ha entrado en el mercado, ha competido en precios de mercado, en suelo, y la legislatura en la que el autoconsumo se ha desarrollado como se merecía, es decir, ha alcanzado niveles de auténtica disrupción en el sector eléctrico.

¿Qué destacaría UNEF, en lo que se refiere a la actividad del Gobierno? ¿Qué acción destacaría de manera más singular?
La eliminación de las barreras administrativas y económicas -el impuesto al Sol- al desarrollo del autoconsumo. Eso ha permitido la eclosión del autoconsumo, que, insisto, ha alcanzado niveles de disrupción. Destacaría también el inicio del despegue del autoconsumo colectivo; y el desarrollo a gran escala de las plantas fotovoltaicas en suelo. Ello ha propiciado una tarifa barata para los consumidores nacionales, un precio que en España es inferior a la media del resto de países europeos. Pero, más allá del Gobierno, yo destacaría también algo que me parece clave: el sector ha sabido ganarse la confianza de los inversores internacionales.

¿Y qué ha echado en falta?
El tiempo tiene sus limitaciones. Y no ha dado tiempo... Ha faltado desarrollar el almacenamiento: el desarrollo del marco regulatorio y retributivo para el almacenamiento. Es la principal asignatura pendiente que ha quedado. También ha faltado culminar todo el proceso de tramitaciones administrativas que venían de los últimos cuatro años. Además de liberalizar el autoconsumo colectivo. Otro de los temas pendientes quizá es el relativo a la fabricación aquí. Ha salido la manifestación de interés [para que el sector plantee propuestas de instalación de fábricas] y ahora esperamos que haya propuestas sólidas.

¿Qué le pediría UNEF al Gobierno entrante... qué le pediría que hiciese en sus primeros cien días de acción?
Primero: estabilidad regulatoria. Tenemos una ocasión única con la fotovoltaica, que es conseguir una energía barata, lo que nos lleva a la electrificación, y lo que puede impulsar una industrialización de nuestro país a partir de esa ventaja competitiva. Y tenemos también la posibilidad de desarrollo, además de esta industrialización indirecta que consigue la energía fotovoltaica, el propio desarrollo industrial de nuestras empresas dentro de este sector, entre ellos el desafío de fabricar paneles en España. Pero para que todo esto se cumpla, es necesario estabilidad. Estabilidad regulatoria, que se organicen subastas cuanto antes, que se levante la moratoria a los puntos de conexión, y que el mercado pueda seguir funcionando con estabilidad. Si no, sería muy nefasto sobre todo para las apuestas industriales y para la confianza de los inversores.

David Trebolle, secretario general de la Asociación Española para la Promoción de la Industria Termosolar, Protermosolar

Balance de la legislatura
El balance de la legislatura a efectos de materia energética, y desde el punto de vista de Protermosolar, lo titularíamos como una orientación hacia abordar las respuestas en cuanto al reto climático que tenemos por delante. La descarbonización en todos los sectores es una parte muy sustancial de lo que tenemos que realizar. El grado de avance es desigual, y los retos son distintos.

En Protermosolar venimos acentuando que, en el caso español, que puede ser un caso distinto a los demás, hay cuatro grandes retos: tenemos la descarbonización del transporte, que es el primer emisor de gases de efecto invernadero con un 27%; la industria, que emite un 23%; seguido de la agricultura, con un 14%; y el sector eléctrico, de un 11. Entonces, en este balance yo creo que es importante la descarbonización del sector eléctrico y del sector industrial, en la que la tecnología termosolar tiene mucho que decir. Es verdad que el sector eléctrico ha hecho en esta última etapa una auténtica labor de descarbonización, de ahí que ya solo emita ese 11%. Y es verdad que ya es el cuarto emisor de gases de efecto invernadero. Pero lo que nosotros decimos es que está en una situación que nosotros llamamos "de descarbonización de última milla". Actualmente el sector eléctrico se está descarbonizando en energía, pero no en potencia. La potencia instalada no deja de crecer, para satisfacer una demanda que no solo no ha crecido, sino que ha decrecido en los últimos veinte años. Tenemos una situación paradigmática: hay 2,6 veces la potencia instalada con respecto a la demanda a satisfacer. Por eso, hay que abordar la "descarbonización de última milla". Hay que descarbonizar el sector en potencia y no solo en energía.

Además, en ese balance también nos gustaría destacar el hecho de que el segundo sector emisor de gases de efecto invernadero es la industria. La industria es un sector difícil de abatir. No olvidemos que el 75% de su demanda es en forma de calor, y que de ese 75% de demanda... hasta el 90% es suministrada mediante la quema de combustibles fósiles. Y el problema es que en una parte muy importante de toda ella, la opción de la electrificación no es viable, y lo que hay que hacer es pasar de un calor fósil a un calor renovable. Y ahí también, en esa transición, la tecnología termosolar de nuevo está ocupando y seguirá ocupando un lugar bastante relevante.

¿Qué logros, hallazgos, aciertos, destacaría Protermosolar de esta legislatura?
Yo destacaría la parte de descarbonización del sector eléctrico. Toda una apuesta estratégica, en la que destacaría particularmente la búsqueda de soluciones multitecnológicas. Destacaría el mix planteado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, en el cual se esbozaba un incremento de cinco gigas de potencia termosolar, entre otras muchas tecnologías: una apuesta estratégica importante... pero que ha sido difícil de llevar a la práctica.

Otro gran acierto es el haber comenzado a trabajar en la reforma del mercado. Está muy claro que las señales que en estos momentos muestran los mercados de energía no son suficientes como para atraer nueva inversión en tecnología que sea capaz de descarbonizar esa última milla. Hay nuevos mecanismos, como las subastas o los esquemas perte [Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica], que pueden garantizar una retribución razonable para las tecnologías multi-producto, como lo es la termosolar, que es capaz de descarbonizar en potencia.

Y podemos impulsar la termosolar bien a través del perte, de los diferentes pertes, o bien a través del lanzamiento de nuevas subastas, que es un mecanismo que sin lugar a dudas consideramos una alternativa muy adecuada (es verdad que hay que seguir trabajando en el diseño), pero nosotros consideramos que esa parte es una de las más relevantes.

¿Y en el otro lado de la balanza, qué ha echado de menos Protermosolar?
Bueno, pues nos hubiese gustado convertir en realidad esos grandes deseos estratégicos. Nosotros consideramos que el impulso que ahora necesita la transición energética no se va a lograr solo con renovables de carácter intermitente. Son necesarias tecnologías que sean capaces de desplazar de verdad a las tecnologías fósiles. Tenemos 26 gigas de gas en el sistema, y hay que ver cómo somos capaces de abatirlos y cómo podemos montar potencia en firme equivalente de sustitución de esas gigas. ¿Que qué echamos de menos? Pues señales de precio para tecnologías multiproducto como la nuestra, que consideramos es una parte muy importante del mix. Estamos hablando además de una tecnología, de una industria española, que ha sido todo un referente mundial en la década de 2010-2020. No nos podemos permitir el lujo de perder esa referencia a nivel mundial. Y estamos hablando de una tecnología multiproducto. Porque no debemos olvidar que da también seguridad estratégica, no solo seguridad técnica.

¿Y por qué digo también estratégica? Pues porque es una tecnología que no depende de las volatilidades de los mercados de la energía, no depende de las tensiones de suministros, no depende de materiales raros, como puede sucederles a otras tecnologías. Y estamos hablando de una tecnología que tiene presencia en zonas de reto demográfico, con un gran aporte al PIB y en materia de empleo. Concluyo: necesitamos nuevos diseños, nuevos esquemas, nuevas formas de enfocar las subastas que den paso a nuestra tecnología, que es clave para descarbonizar la última milla del sector eléctrico.

En 53 días habrá nuevo gobierno, de un color u otro. U otros. ¿Qué le pediría Protermosolar a ese futurible Gobierno que hiciese en sus primeros cien días?
Le pediría continuidad en la consecución de los retos de descarbonización. Ese es un "qué" que deberíamos mantener. Es verdad que para ello hay múltiples "cómos" que hay que seguir abordando. Hay que aterrizar y darle forma a esa reforma del mercado en la que ya estamos para atraer nuevas inversiones. Hay que aterrizar y darle forma a cómo hacer realidad, cómo lograr que se conviertan en una realidad las tecnologías multiproducto capaces de desplazar en potencia a las tecnologías fósiles.

Y es muy importante crear un entorno adecuado para conseguir una descarbonización industrial, que en estos momentos es uno de los grandes retos que tenemos por delante. Sí, la descarbonización en los diferentes sectores industriales va a diferentes velocidades. Y, desde luego, la velocidad que hay que impulsar sin lugar a dudas es la de la descarbonización industrial.

Editorial de la edición de junio. ER 222. Pedro y el lobo

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Miguel
Cuando los votantes ricachones del PP llenen sus chalets de paneles solares, baterías, bombas de calor y vehículos eléctricos, todo ello subvencionado por el resto de la población, y disfruten de electricidad gratuita mientras el populacho sufre pagando cargos en el recibo eléctrico, tasas de CO2 o combustibles.. serán Podemos y el propio PSOE los que pedirán un impuesto al sol, que llegarán impuesto para ricos de solidaridad, y como le pondrán otro nombre, pues no habrá problema.
Antonio
Pues tan contentos están todos y ante la falta de compromiso del PP de que todo continuará igual, y teniendo en cuenta la opinión de sus posibles socios de gobierno, la respuesta es clara, que sigan gobernando los mismos.
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