España ha logrado situarse entre los líderes europeos de la descarbonización del sistema eléctrico, una transformación que no ha sido solo tecnológica, sino también estructural y estratégica, resultado de decisiones políticas, señales de mercado, presión regulatoria y avances técnicos.
En concreto, el 56,8% de toda la electricidad producida en España en 2024 tuvo su origen en fuentes naturales como el viento, el sol o el agua, energías renovables que generaron 148.999 GWh, un 10,3% más que en 2023. Estas cifras anuales, las mejores registradas hasta la fecha por Red Eléctrica, el operador del sistema eléctrico nacional, confirman el avance de la transición ecológica en España.
Atendiendo a las principales tecnologías que conforman nuestro mix energético, la eólica lideró la estructura de generación nacional (23,2%) el año pasado, seguida por la nuclear (20%), la solar fotovoltaica (17%), el ciclo combinado (13,6%) y la hidráulica (13,3%).
Además, según los datos de Eurostat relativos a 2023, las emisiones del sector de “suministro de electricidad y gas” se redujeron una media del 43% en la UE entre 2013 y 2023. Pero es que España ha logrado un recorte del 74% desde 2011, consolidándose como líder en Europa occidental, un resultado que coloca a nuestro país entre referentes como Dinamarca (75%) y Portugal (70%), y muy por delante de las economías que aún dependen del carbón, como Alemania (35%) o Polonia (20%).
La transformación del sistema eléctrico nacional, que en 2023 alcanzó una intensidad de emisiones récord de solo 130 gramos de CO2 equivalente por kilovatio hora -muy por debajo de los más de 300 gramos que se registraban a principios de la década pasada-, tuvo un punto de inflexión entre 2018 y 2020, bienio en el que las emisiones se desplomaron más del 44%, según los datos de Papernest. Estos indicadores, claves para evaluar la eficiencia ambiental del sistema, confirman el avance hacia un modelo energético más limpio y sostenible.
Entre las claves del cambio que han impulsado la descarbonización de la producción eléctrica en España figuran (1) el cierre del carbón, cuya aportación al mix energético ha pasado de más del 15% en 2011 a un nivel marginal en 2024; (2) la expansión renovable, ya que tanto eólica como solar han duplicado su peso, superando en 2023 el 50% de la generación eléctrica; (3) las políticas climáticas, como el PNIEC español, que ha fijado metas claras para reducir emisiones y fomentar las renovables; y (4) la innovación tecnológica, ya que gracias a la digitalización, el almacenamiento y la eficiencia se han podido integrar energías intermitentes como las renovables sin comprometer el suministro.
Hacia la descarbonización total
España avanza con firmeza hacia la descarbonización eléctrica, un desafío para el que los próximos años serán clave. Para alcanzar este objetivo españa cuenta con el PNIEC definitivo que marca tres objetivos ambiciosos. En primer lugar este plan ha sido diseñado para que España alcance un 81% de renovables en 2030, reduzca un 32% sus emisiones globales respecto a 1990 y aumente un 43% su eficiencia energética.
De cumplirse estos objetivo, las emisiones del sector eléctrico caerían por debajo de 15 toneladas métricas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e) antes de 2027, acercando al país a las emisiones netas cero antes de 2045.
Sin embargo, persisten retos importantes, como la volatilidad de los precios del gas, que puede aumentar el uso de fósiles; las barreras administrativas a nuevos proyectos renovables, y la falta e inversión en redes y almacenamiento y, por tanto, en flexibilidad.
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