Los Fossil Fuel Subsidy Awards son una iniciativa de la organización no gubernamental CAN Europe (Climate Action Network), que denuncia a los Gobiernos que apoyan con recursos públicos actividades perjudiciales para el medio ambiente y la salud de las personas. Pues bien, el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IDMA) y el Grup Balear d´Ornitologia i Defensa de la Naturalesa (GOB) acaban de difundir un comunicado en el que "invitan" a votar la candidatura del Gobierno de España por su deriva carbonera (el Ejecutivo Rajoy se ha manifestado partidario de continuar quemando carbón para producir electricidad). La votación está abierta en CAN Europe.
En el caso de las islas Baleares, a pesar de los sobrecostes de generación por el hecho de ser un sistema insular y de la apuesta del gobierno de las islas por las renovables y la transición energética, el Gobierno central se niega a facilitar el cierre de la central de Es Murterar, algo que ambas oenegés denuncian. El Instituto y el GOB denuncian que, aunque las energías renovables sólo suponen un 2% de la energía de las Islas Baleares, "nunca se han realizado allí subastas de renovables". Además, ambas oenegés recuerdan que el Ministerio de Energía "ha rechazado el plan de transición energética del Govern, que incluye cerrar la central de Es Murterar de forma progresiva".
El Ejecutivo Rajoy, contra la transición
Tanto el GOB como el Instituto consideran que el Ejecutivo Rajoy no solo está dificultando con la concesión de subvenciones la "necesaria transición" hacia un modelo descarbonizado, sino que también lo está haciendo a través de instrumentos normativos (el Ministerio presentó hace apenas unos meses un proyecto de real decreto para regular el cierre de centrales térmicas de carbón que en realidad lo que pretende -sostienen- es dificultar al máximo esos cierres). Según el Instituto IDMA y el GOB, generar con carbón electricidad en las islas tiene un sobrecoste de entre 400 y 500 millones de euros al año, "sufragado con dinero público, vía facturas de la luz y otros impuestos".
Problema económico y de salud
El problema no obstante no es únicamente económico, según estas dos organizaciones no gubernamentales, sino que, además, tiene una preocupante dimensión sanitaria: "el área -explican- tiene uno de los niveles más altos de ozono troposférico de España debido a la combinación de procesos de combustión y tiempo cálido; esta sustancia es causa principal de problemas respiratorios; algunos estudios -concluyen- atribuyen alrededor de 54 muertes prematuras anuales a las emisiones de NOx, SO2 y partículas de esta central". Según la portavoz del GOB Margalida Ramis, "cerrar la central térmica Es Murterar es una pieza clave tanto para evitar los sobrecostes que implica generar en una central vieja y poco eficiente con el peor de los combustibles fósiles en relación a las emisiones de gases de efecto invernadero, como para garantizar la verdadera transición energética en las Islas Baleares”.
¿Qué es Es Murterar?
El Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA) afirma que es necesario cerrar Es Murterar, la central térmica de Alcudia, para contribuir en la lucha contra el cambio climatico y cumplir con los compromisos del Acuerdo de París. La central, que dispone de cuatro grupos térmicos y una potencia eléctrica neta de 468 MW, es fuente del 68,5% de las emisiones de CO2relacionadas con la producción de electricidad en Baleares. Estas emisiones, a las cuales Es Murterar contribuyó en 2016 con 2,36 millones de toneladas, afectan de forma directa al medio ambiente, en una Comunidad Autónoma insular que es especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático. Asimismo, la central emite a la atmósfera grandes cantidades de dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y partículas, especialmente contaminantes y nocivas para la salud.
Según el Informe “Dark Cloud”, realizado por diferentes organizaciones europeas, Es Murterar provoca en un año hasta 54 muertes prematuras , siguiendo datos de emisiones de 2015. Según otro Informe elaborado por la consultora internacional financiera IEEFA, el Grupo Enel, el mayor accionista de Endesa, la propietaria de la central térmica, planea inversiones de 100 millones de euros en la mejora de las instalaciones para que la central pueda cumplir con los límites de emisiones que le exigirá la legislación europea a partir de 2020. Según la consultora esta inversión no tiene sentido alguno en la situación actual, donde se plantea un escenario de abandono progresivo del carbón a nivel global.
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