El sindicato UGT-FICA (Federación de Industria, Construcción y Agro) no convoca una concentración mañana para defender una transición (reconversión) justa. Convoca esa concentración "en defensa de las centrales térmicas de carbón", un carbón además que, a lo largo de los últimos años, ha sido muy mayoritariamente importado de otros países (véase el informe «Atados»). Los llamados a la concentración son, además, los "trabajadores y trabajadoras de las centrales térmicas de Anllares, Velilla y Compostilla (Castilla y León), de Lada (Asturias), y de Andorra (Aragón)", es decir, los empleados de algunas de las térmicas de carbón más contaminantes de toda España (Andorra, Compostilla y Anllares fueron denunciadas en 2016 por Ecologistas en Acción como las tres térmicas más sucias de España en emisiones de dióxido de azufre, SO2).
Cómo impacta en la salud humana el dióxido de azufre (SO2)
Según el Ministerio de Medio Ambiente (Gobierno de España), "este contaminante puede producir, incluso a grandes distancias del foco emisor, efectos adversos sobre la salud, tales como irritación e inflamación del sistema respiratorio, afecciones e insuficiencias pulmonares, alteración del metabolismo de las proteínas, dolor de cabeza o ansiedad". Además, cuando el dióxido de azufre se combina con partículas ó con la humedad del aire, se forma ácido sulfúrico, que produce la denominada lluvia ácida. Según la Organización Mundial de la Salud -«Calidad del aire ambiente (exterior) y salud», septiembre de 2016-, "los ingresos hospitalarios por cardiopatías y la mortalidad aumentan en los días en que los niveles de dióxido de azufre son más elevados".
Un oscuro panorama
Hace solo unos meses, el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IDMA) presentó en Madrid el informe «Un oscuro panorama», que evalúa "los efectos en la salud de las centrales térmicas de carbón en España durante 2014" (el dato 2014 era el último consolidado de emisiones en el momento de realizar el estudio). Pues bien, el informe arroja dos datos espeluznantes: (1) el carbón causó ese año más de 700 muertes prematuras en España; y (2) la infancia es "uno de los colectivos más vulnerables", con 10.521 nuevos episodios de asma detectados y 1.233 casos de bronquitis en niños. Según el estudio, "los costes sanitarios asociados a los impactos en la salud de la quema de carbón en 2014, junto con las pérdidas económicas debidas a la reducción en la productividad causada por el absentismo laboral, alcanzaron un importe entre los 880 y 1.667 millones de euros".
Para elaborar su informe, el Instituto IDMA, que es una organización acreditada ante la Asamblea de Medio Ambiente de las Naciones Unidas, ha trabajado con las emisiones oficiales, las que aparecen en el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes; ha utilizado un modelo matemático para simular la dispersión de esas emisiones (lo cual le ha permitido obtener las variaciones espacio-tiempo de las concentraciones de esos contaminantes); y, tras completar los resultados de esa simulación con datos demográficos y epidemiológicos, ha cuantificado los efectos (arriba reseñados) de esas emisiones sobre la salud humana.
Además, el informe tambien señala los impactos que sobre la salud producen las partículas PM10 y PM2,5. Así, señala que "la exposición a largo plazo [a estas últimas, que son las más peligrosas] fomenta la progresión de enfermedades cardiovasculares en su conjunto y se ha relacionado con el incremento de la mortalidad total, si bien cabe destacar el incremento de la mortalidad cardio-respiratoria y la mortalidad por cáncer de pulmón. Así mismo -concluye-, se relaciona con enfermedades respiratorias". Más adelante, «Un oscuro panorama» concreta: "con respecto a las partículas y el NO2 [dióxido de nitrógeno], los mayores valores de concentración se encuentran en toda la zona de Asturias y el norte de Castilla y León" (territorio en el que se sitúan la mayoría de las centrales térmicas de carbón). "En el caso del SO2, la provincia de León es la que presenta las concentraciones medias anuales más elevadas".
Los convocantes de la concentración de mañana esperan mantener una reunión con responsables del Ministerio "al objeto de hacerles entrega de un Manifiesto en defensa de las centrales térmicas del carbón y contra el cierre de las mismas".
El sindicato UGT-FICA coincide en esa férrea defensa carbonera con el ministro de Energía, Álvaro Nadal, que lleva meses maniobrando (véase) para evitar que Iberdrola y Endesa cierren -como han anunciado- varias de sus centrales de carbón.
A continuación, las centrales térmicas de carbón de España
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