«Una de las alegrías más plenas y satisfactorias de 2018 me la dio usted, señora ministra, el día que desactivó la construcción del Almacén Temporal Centralizado en Cuenca.
Estábamos entonces enfrascados en el rodaje de La Fuga, un film de ficción para informar a la población del riesgo que corríamos todos en la provincia (y aledaños) al aceptar mansamente la construcción de un silo de residuos de alta actividad a 40 km de nuestra almohada.
La Fuga va a estrenarse en Madrid el próximo día 11 de marzo, concretamente en el Ateneo, Calle Prado 21, a las seis y media de la tarde. Nos gustaría mucho que acudiese a su visionado y nos aportara su contrastada visión de conjunto sobre la energía nuclear en la mesa redonda que tendrá lugar después del pase.
Soy consciente de que su mandato en cierto modo ha llegado a su fin y por ahora ignoro si va a presentarse de nuevo a las elecciones o no. Tanto si entra en campaña como si renuncia a la política creo que todos los activistas reconoceríamos como un acto de generosidad que acudiera a entender las razones que la población civil esgrimimos contra una forma de energía que no ha sabido en más de 60 años resolver un pequeño problemilla: sus residuos altamente radiactivos.
Del mismo modo que tuvo a bien mantener una reunión al máximo nivel con los presidentes de Iberdrola, Naturgy y Endesa, para decidir el “escalonado” cierre de las centrales, puede aproximarse con su sensibilidad al Ateneo y reunirse a su vez y oír lo que proponen aquellos que pagan hoy los residuos de aquellos y que muy probablemente mañana sufrirán sus despropósitos en forma de fugas y accidentes (o EREs).
Fue hermoso y esperanzador verla flamante liderar el Ministerio para la Transición Ecológica, derogar el impuesto al sol y prometer urgentes medidas para paliar el cambio climático. Nos hicimos la ilusión de que esta vez, Teresa, podría arrinconar a los dragones y lanzar hacia adelante la nueva era de la energía social. Imaginamos el peso descomunal y el filo de las uñas de esos monstruos de la industria eléctrica, se nota el impacto que han producido en pocos meses en su semblante. Somos conscientes también del inminente cambio en el paradigma energético mundial y de cómo más pronto que tarde la energía nuclear se quedará obsoleta, sin los capitales que la sostienen que no cesan de migrar a la solar, sin soluciones a sus crecientes problemas de envejecimiento y la perentoria falta de repuestos, sin un discurso compatible con el futuro saludable que nos deseamos. Finalmente se extinguirá.
Como científico nada deseo más que esta industria nuclear encontrase el modo de desactivar sus excrementos radiactivos y hacerlos útiles e inofensivos, pues ello nos proporcionaría a todos un alivio inmediato. Sin embargo, hemos soportado demasiados años con promesas nunca cumplidas que no hacen sino lanzar hacia adelante en el tiempo una bomba de problemas que persistirán por no menos de 10.000 años. Como usted bien sabe, los residuos radiactivos no son cenizas inertes sino un cúmulo de materia enloquecida que ni siquiera el zirconio puede detener. A nadie dejaría tranquilo una fábrica de psicópatas, pero todos dormiríamos mejor si supiéramos que esas fábricas van a detener cuanto antes su reproducción.
Sobre La fuga quizá le guste saber que ya la presentamos en New York donde hemos establecido muy buenas relaciones con las organizaciones más relevantes antinuke. Tanto a Kevin Kamps (Beyondnuclear) como a Alfred Meyer (Physicians for Social Responsibility) les ha entusiasmado The Leak y van a emplearla en su campaña contra el ATC que el gobierno Trump quiere levantar junto a Albuquerque, en Nuevo México. Sí, La Fuga, The Leak, también se presentará en Barcelona, en Londres, en París, en Berlín. Entramos en una etapa en la que las intenciones de desactivar la amenaza nuclear van a sumarse en una red mundial.
Acuda a la participación y el debate en el Ateneo; como usted, deseamos profundamente esa sinergia entre administraciones para transformar la economía española de modo que el país gane la merecida prosperidad que le otorga su sol, la necesaria seguridad energética (sin fugas posibles), el ansiado desarrollo tecnológico y de fomento de la investigación, y la justicia social que ha de proporcionarnos un nuevo modelo energético descentralizado, sostenible, renovable, eficiente, social y colaborativo.
Su presencia ayudará a mejorar la visión de la energía que queremos para el futuro y también a que no nos pase como a Cervantes, cuya obra no se valoró en España hasta que la celebraron los ingleses y los franceses. Qué más quisiéramos que La Fuga fuera El Quijote. Sirva la desproporcionada analogía porque nos une al egregio incombustible su humilde linaje, que somos de la Mancha y que no nos amedrenta luchar contra gigantes».
Eduardo Soto, director del cortometraje La Fuga
La historia
• Consejo de Ministros de 30 de diciembre de 2011: seleccionada la candidatura de Villar de Cañas para albergar el ATC
• Gobierno y patronal anuncian un 2012 nuclear
• Caciquismo en el almacén nuclear de Villar de Cañas, por Javier García Breva (marzo de 2015)
• Un gobierno en funciones que quiere dejarlo todo atado y bien atado en Villar de Cañas (febrero de 2016)
• El CSN conocía el enorme riesgo que supone la instalación del ATC en Villar de Cañas (noviembre de 2016)
• Apagando nucleares... y encendiendo renovables (enero de 2017)
• El Gobierno se compromete a tener listo el nuevo Plan de Gestión de Residuos Radiactivos en 2019 (septiembre de 2018