Según Florent Marcellesi, eurodiputado de EQUO en el Grupo Verde Europeo, “después de negociaciones muy difíciles con el Consejo, el Parlamento Europeo ha podido obtener límites de CO2 más ambiciosos que los propuestos por los gobiernos de los estados miembros de la UE. El Parlamento también ha podido limitar las lagunas legales en la promoción de vehículos de bajas y cero emisiones. Sin embargo, solo unos pocos días después de la COP24, el acuerdo está muy por detrás de lo que sería necesario para trabajar seriamente hacia los objetivos del Acuerdo Climático de París”.
“De nuevo, de la mano del lobby automovilístico, los Estados Miembros han mostrado una falta de ambición y visión preocupante. La industria y el empleo del futuro pasan por la movilidad sostenible y compartida, con unos coches de emisión cero”, concluye Marcellesi.