El "trumpismo climático" se ha impuesto en la COP 24. En opinión del eurodiputado de EQUO Florent Marcellesi, que ha estado durante toda la semana en Katowice siguiendo las negociaciones, "la extrema derechización de la geopolítica climática de Estados Unidos y Brasil" bloquea la gobernanza y la ambición climática, sin importar que esta ambición sea una cuestión de supervivencia para muchos países que podrían desaparecer por el cambio climático".
Pero no solo es Donald Trump. Marcellesi opina que la Unión Europea tiene también su parte de responsabilidad en la debilidad del resultado obtenido. "Lamantablemente, si bien España con Teresa Ribera ha jugado un papel positivo, la mayoría de los gobiernos europeos no han mostrado la suficiente ambición". Y si la UE no lidera, ¿quién lo hará?, se pregunta el eurodiputado del grupo Verdes/ALE.
Marcellesi, que además es vicepresidente de la Red Parlamentaria Europea para el Fomento de las Energías Renovables (Eufores), añade que esta cumbre, celebrada en una cuenca minera y con la sombra de los chalecos amarillos, "también deja claro que no habrá transición ecológica sin transición justa. Los colectivos más impactados por el cambio climático son los que más acompañamiento social necesitan".
La práctica totalidad de las organizaciones ecologistas ha hecho una valoración similar. Las ONG consideran que el acuerdo de última hora alcanzado ayer sábado es insuficiente ya que evita cualquier compromiso real y no establece con claridad el proceso necesario para incrementar la ambición que garantice el cumplimiento del Acuerdo de París. "Se han desatendido las señalase de alarma y se va a perder otro año más para iniciar un descenso urgente de las emisiones que permitan mantener el incremento de la temperatura global en 1,5 ºC", resumen desde Ecologistas en Acción.
Lo acordado
Las negociaciones, maratonianas, se han prolongado a lo largo de los últimos trece días. Oficialmente deberían haber terminado el viernes pasado, pero el acuerdo final no fue posible hasta ayer sábado ante la falta de consenso, provocado no solo por la postura de EEUU y países petroleros como Arabia Saudí y Kuwait, sino, también, por la negativa a última hora de Brasil de aceptar una modificación del actual sistema que regula el mercado de carbono.
Pese a todo, la ministra de Transición Ecológica española hace una lectura positiva. En declaraciones recogidas por EFE, señala: “Tenemos una serie de decisiones que hacen operativo el Acuerdo de París y que son tremendamente robustas y operativas”, explicó la ministra. Para Ribera, esta especie de hoja de ruta supone “un motor de cambio” que permitirá ir avanzando hacia una mayor ambición, en línea con el contenido del informe científico del IPCC.
Este “libro de reglas” que hará posible implementar el Acuerdo de París supone "la base de un proceso de transformación que requerirá más ambición reforzada por parte de la comunidad internacional”, de acuerdo con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien apela a la importancia de acometer cambios “urgentes y sin precedentes” para limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1,5 grados".
En estos momentos, la temperatura global ya ha aumentado un grado centígrado y su impacto se está haciendo notar en forma de eventos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos. El informe del IPCC de octubre pasado advierte de que solo disponemos de doce años más para reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero si no queremos rebasar la meta del 1,5º de incremento. Sin embargo, con los acutales planes de recortes de emisiiones, la temperatura se incrmentará más de 3 grados a finales de siglo.