El Gobierno proponía, concretamente, que el tipo estatal general del diésel pasara de los 30,7 céntimos por litro actuales a 34,5. El Ejecutivo asegura que ese incremento habría supuesto un gasto adicional para el consumidor final medio de solo 2,3 euros, IVA incluido, por cada depósito de cincuenta litros, ó 3,45 euros al mes por 15.000 kilómetros al año. La tributación del gasóleo profesional y bonificado, en todo caso, no se veía afectada de ninguna manera por esa medida, hasta el punto de que, según el análisis de la Fundación Renovables, solo el 32% de todo el diésel iba a verse afectado por esa medida de fiscalidad verde (fiscalidad que pretende beneficiar las soluciones limpias y desincentivar las contaminantes). Sea como fuere, España grava menos el diésel que la gasolina (el tipo estatal aplicado a la gasolina es de 40,07 céntimos por litro).
Pues bien, en ese marco, el portavoz del Partido Nacionalista Vasco, Aitor Esteban, ha anunciado esta mañana que su partido ha acordado con el Gobierno la supresión del impuesto al diésel del proyecto de Presupuestos Generales del Estado. El PNV ha defendido desde el principio de las negociaciones el mantenimiento de la bonificación fiscal de la que es objeto este combustible fósil, que está menos gravado con impuestos que la gasolina. El Gobierno, en su proyecto de PGE, no proponía equiparar el gravamen del diésel con el de la gasolina, pero sí apostaba por reducir esa bonificación (elevando ligeramente la presión fiscal sobre este) y recortar la brecha entre ambos. Ahora, esa medida de fiscalidad verde (que apostaba por gravar más un combustible fósil que emite gases de efecto invernadero) queda desactivada. "Esto no significa -ha dicho Esteban- que haya un acuerdo para la definitiva aprobación presupuestaria por parte del Partido Nacionalista Vasco, pero sí es verdad que supone un avance, y posibilita seguir caminando en este camino de diálogo".
Aitor Esteban, portavoz en el Congreso del Partido Nacionalista Vasco: "Somos perfectamente conscientes de que hay que ir avanzando hacia una fiscalidad verde, y a una transformación de la industria, pero creemos también que hay que entender los mensajes que se dan a traves de medidas como podría ser un nuevo impuesto al diésel, en un momento en el que la presión a la industria es muy fuerte, está ya sufriendo mucho, ya se ha puesto a la tarea de transformarse, pero desde luego la aplicación de este impuesto de manera inmediata podría suponer la desaparación de miles de puestos de trabajo, y creemos que precipitar esta medida y ponerla ya en vigor, no es nada beneficioso. Por lo tanto, nos congratulamos de que finalmente el Gobierno acceda a nuestras peticiones y se vaya a poder posibilitar aprobar parlamentariamente esta enmienda que hace desaparecer el impuesto al diésel"
Hace unos días, las cinco grandes organizaciones ecologistas de España -WWF, Greenpeace, Amigos de la Tierra, SEO/BirdLife y Ecologistas- difundieron un comunicado conjunto en el que valoraban positivamente la propuesta del Gobierno y recordaban que la bonificación del diésel se concedió en su día al suponer que este combustible permitía disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, a día de hoy -señalaban las cinco oenegés-, ya está sobradamente probado que, cuando se tiene en cuenta todo su ciclo de vida, los vehículos diésel emiten incluso más GEI que los vehículos movidos con gasolina. Más aún -añadían los ecologistas-, los vehículos diésel son la principal fuente de contaminación atmosférica en la mayoría de las ciudades: según la Comisión Europea, los vehículos diésel son responsables del 80% de los óxidos de nitrógeno procedentes del tráfico rodado. La contaminación atmosférica, solo en España, causa más de 30.000 muertes prematuras, además de un coste sanitario (en España) que la Alianza Europea por la Salud Pública ha cifrado en 3.000 millones de euros anuales.
El consejero delegado de Repsol es Josu Jon Imaz (expresidente del PNV). En la imagen, refinería del municipio vizcaíno de Muskiz, de Petronor, empresa propiedad de Repsol.
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