Los contaminantes aéreos más problemáticos para la salud de la población europea -señala el informe- siguen siendo las partículas en suspensión (especialmente las más finas, de menos de 2,5 micras, PM2,5), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el ozono troposférico, si bien está aumentando la preocupación por los niveles del cancerígeno benzopireno, único contaminante que continua al alza. Hasta un 98% de la población vive en ciudades donde se superan los límites recomendados por la OMS para estos contaminantes. Este último informe de Aema eleva hasta 27.900 las muertes prematuras producidas en el año 2015 en el Estado español por exposición a partículas finas PM2,5; 8.900 por exposición a NO2; y 1.800 por exposición a ozono, lo que supone un incremento del 22% sobre los fallecimientos estimados en el año 2014 (23.180 por PM2,5, 6.740 por NO2 y 1.600 por ozono). A nivel europeo, la situación se mantiene estable.
Según Air Quality in Europe 2018, sobre un total de más de cuarenta países europeos estudiados, los más graves impactos sobre la salud atribuibles a la exposición al dióxido de nitrógeno (NO2) han sido registrados en Italia, Alemania, Francia, Reino Unido y España (8.900 muertes prematuras). "Cuando consideramos los años de vida perdidos por cien mil habitantes -explica el informe (página 63)-, los ratios más elevados han sido hallados en Italia, Grecia, España, Francia y Alemania". España también ocupa lugar destacado en lo que se refiere al ozono (O3). Los países en los que el impacto del O3 es más grave son Italia, Alemania, Francia, España (1.800 muertes prematuras) y Polonia. En este caso, los países en los que son más los años de vida perdidos son Kosovo, Montenegro, Hungría, Serbia y Grecia.
El informe ha sido encajado con gran preocupación por Ecologistas en Acción, que considera "ineludible" la adopción de medidas de restricción del tráfico "como las programadas por el Ayuntamiento de Madrid" para reducir la contaminación del aire (la iniciativa Madrid Central), y tacha de "irresponsable la actitud obstruccionista de la Comunidad de Madrid y su presidente Ángel Garrido, y en general del Partido Popular de Madrid". La oenegé ecologista atribuye al Gobierno Rajoy "buena parte de la responsabilidad en la mala calidad del aire: la apuesta por el transporte por carretera o el bloqueo de las energías renovables para apuntalar las centrales térmicas de carbón y gas -señalan desde esta oenegé- han sido políticas del Gobierno español muy lesivas tanto para la calidad del aire como para la lucha contra el cambio climático".
Según Ecologistas, los datos presentados por la Agencia Europea de Medio Ambiente son "plenamente consistentes" con los informes anuales que esta oenegé viene haciendo (véase el último). "De hecho -explican los ecologistas-, la Agencia emplea la misma metodología que utilizamos nosotros desde hace años, al tomar como referencia los límites legales y también las guías de la OMS".
Dióxido de nitrógeno
El NO2 afecta a los tramos más profundos de los pulmones, inhibiendo algunas funciones de los mismos, como la respuesta inmunológica, disminuyendo la resistencia a las infecciones. Según el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (Gobierno de España), "la inhalación en elevadas concentraciones y durante un corto periodo, puede originar un edema pulmonar cuyos efectos no se observan hasta pasadas unas horas, agravándose con el esfuerzo físico. Una exposición prolongada puede afectar al sistema inmune y al pulmón, dando lugar a una menor resistencia frente a infecciones y causar cambios irreversibles en el tejido pulmonar" (el NOx también es precursor de lluvia ácida).
Partículas (PM10 y PM2,5)
La expresión “partículas en suspensión” abarca un amplio espectro de sustancias orgánicas o inorgánicas, dispersas en el aire, procedentes de fuentes naturales y artificiales. La combustión de carburantes fósiles en los motores de los vehículos automóviles puede producir diversos tipos de partículas: partículas grandes, por la liberación de materiales inquemados (cenizas volátiles), partículas finas, formadas por condensación de materiales vaporizados durante la combustión, y partículas secundarias, generadas mediante reacciones químicas entre los contaminantes desprendidos como gases en la atmósfera.
En relación con sus efectos sobre la salud se suelen distinguir: las PM10 (partículas “torácicas” menores de diez micras, μm, que pueden penetrar hasta las vías respiratorias bajas), las PM2.5 (partículas “respirables” menores de 2,5 μm, que pueden penetrar hasta las zonas de intercambio de gases del pulmón), y las partículas ultrafinas, menores de 100 nanómetros (nm), que pueden llegar a pasar al torrente sanguíneo.
Según el informe Un oscuro panorama, elaborado por el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente, la exposición a largo plazo a partículas menores de 2,5 μm se asocia a enfermedades respiratorias, fomenta la progresión de enfermedades cardiovasculares en su conjunto y se ha relacionado con el incremento de la mortalidad total, si bien cabe destacar el incremento de la mortalidad cardio-respiratoria y la mortalidad por cáncer de pulmón.
Ozono, O3
El ozono -explican desde Ecologistas en Acción- es un potente agente oxidante que se forma en la atmósfera mediante una compleja serie de reacciones fotoquímicas en las que participan otros contaminantes, como el NO2 y compuestos orgánicos volátiles, y la radiación solar. Es pues un contaminante secundario que se forma en el aire cuando se dan las condiciones meteorológicas adecuadas (abundante radiación solar), por lo que los episodios más agudos se dan en las tardes de verano. Los precursores del O3 se emiten en las zonas con más tráfico (como la capital y su área metropolitana), pero los niveles más altos se registran habitualmente en zonas periurbanas y rurales más alejadas, es decir, en zonas donde a menudo la población cree que respira “aire puro”. Esto se debe entre otras razones a que el ozono se ve con frecuencia implicado en fenómenos de transporte atmosférico a grandes distancias, de manera que los niveles de contaminación por O3 de las distintas zonas se ven influenciados por el régimen de vientos dominante cada año.
Un carácter... oxidante
Los efectos adversos del O3 sobre la salud tienen que ver con su potente carácter oxidante. La respuesta a la exposición al ozono puede variar mucho entre individuos por razones genéticas, de edad (afecta más a las personas mayores, cuyos mecanismos reparadores antioxidantes son menos activos) y por la presencia de afecciones respiratorias como alergias y asma, cuyos síntomas son exacerbados por el ozono. Un importante factor que condiciona los efectos de la exposición al ozono sobre los pulmones es la tasa de ventilación. Al aumentar el ritmo de la respiración, aumenta el ozono que entra en los pulmones, por lo que sus efectos nocivos se incrementan con el ejercicio físico. Diversos estudios relacionan el ozono con inflamaciones de pulmón, síntomas respiratorios e incrementos de la morbilidad y mortalidad.