El impuesto al sol no existe. No existe sino en un papel (Real Decreto, RD, 900/2015) que aprobó el Ejecutivo Rajoy en octubre del año pasado, un RD que, más de un año después de aprobado, sigue sin surtir efecto alguno. Porque el Ejecutivo no ha tenido valor (ni fuerza) para aprobar el reglamento que debe concretar cómo se cobra ese impuesto, de modo que nadie está cobrando, y nadie está pagando, el gravamen susodicho (y eso que hay más de 16 megavatios de autoconsumos solares fotovoltaicos inscritos en el registro oficial del Ministerio de Energía). A pesar de todo, a pesar de la no eficacia de una norma escrita en papel mojado, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, que apenas lleva unos días en el puesto, ya ha declarado en varias ocasiones -en los medios y ante la Comisión de Industria del Congreso- que mantendrá el impuesto al sol que ideó su hermano gemelo, el hasta hace unas semanas secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal.
Nadal II insiste en los medios en que habrá impuesto al sol... y también lo hace, entre líneas, en la Propuesta de peajes
El impuesto al sol está perdiendo su carácter disuasorio. Hasta el punto de que, tal y como informábamos el pasado 19 de diciembre, el registro del ministerio ha visto cómo, en apenas 30 días, las instalaciones de autoconsumo solar fotovoltaico (FV) iban sumando... en solo 30 días... hasta un megavatio. A pesar de ello, el ala Trump de la derecha española -la que sigue atrincherada en el impuesto al sol- refresca periódicamente su mensaje del miedo, ese que vendría a resumirse en una sola frase: lo que usted se va a ahorrar en electricidad (si instala unas placas solares en su tejado y genera unos cuantos kilovatios hora), nosotros se lo vamos a cobrar en impuestos (y si no inscribe su instalación en el registro para no pagar... pues le impondremos multas millonarias). Es lo que se ha venido a denominar terrorismo regulatorio, que en materia de comunicación tuvo su epítome en la Ley Mordaza y que, en el sector energético, ha adoptado la forma de impuesto al sol.
Represalias contra Baleares
Nadal II no ha podido incluir en su Propuesta de Orden de Peajes un ingreso por "cargos al autoconsumo" (véase el informe de la CNMC, página 40). Y no ha podido porque probablemente la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia hubiese hecho saltar la voz de alarma. Pero el ministro de Energía sí ha querido mantener fresco el miedo. Y lo ha hecho amenazando a una de las comunidades que más beligerancia han mostrado en su apuesta por el autoconsumo: Baleares. ¿Y cómo ha concretado esa amenaza? Pues no solo dando por sentado que el impuesto al sol será cobrado en el futuro sino, además, incrementando ese cargo en el caso concreto de "los subsistemas de Mallorca-Menorca e Ibiza-Formentera". Nadal II propone subir ese impuesto en esos subsistemas, pero no justifica de ninguna manera esa subida. Y a la CNMC no se le ha escapado: "cabe señalar el incremento de los cargos transitorios por energía consumida para los subsistemas de Mallorca-Menorca e Ibiza-Formentera de la propuesta de Orden, sin que en la misma ni en la Memoria que le acompaña se justifique el motivo de dicha variación".
El objetivo, probablemente, no es otro que mantener fresco el discurso del miedo, ese que ya no causa tanto impacto como antaño
Y ya no causa tanto miedo como antaño porque ya ha pasado más de un año desde la aprobación del RD 900, y aquí nadie paga impuesto al sol alguno, así como nadie ha sido sancionado con multas sin proporción y sin sentido. Por eso, probablemente, por su pérdida de fuerza disuasoria, Nadal II ha vuelto a agitar su impuesto fantasma (un agitar que ganará algunos titulares, y le hará perder algo más de tiempo aún al sector, pero que no va a ninguna parte). Ahora ya solo queda por saber cómo venderá el Ejecutivo Rajoy la previsible bajada de pantalones de los Nadal, el ala más ultra del PP, que ni Donald Trump se ha atrevido a tanto -¡un impuesto al sol!- al otro lado del charco. El daño percutido al sector por la facción más conservadora del PP ya está hecho, en todo caso, porque un sector que podría estar disparado -porque hay dinero en el mercado, clientes potenciales con ganas de invertir (para ahorrar) y profesionales listos para empezar a trabajar- sigue operando muy por debajo de sus posibilidades; desperezándose sin duda cada vez más, pero aún muy por debajo de sus posibilidades por culpa del ala Trump del segundo Ejecutivo Rajoy.
Entre tanto, el autoconsumo sigue paso a paso
Y los números están en el registro de instalaciones de autoconsumo del Ministerio de Energía: más de medio centenar de instalaciones se han inscrito en los últimos 40 días hábiles. Instalaciones de 11,7 kilovatios de potencia, y de 17, 28, 38, 50, 95, 109, 180... La duda ahora solo radica en saber cómo irá modulando su discurso Nadal II. El gemelo Álvaro -gemelo del ideólogo del impuesto, Alberto- ha debutado con una beligerancia que su hermano pudo mantener durante años (el Partido Popular gobernaba a lomos de una mayoría más que absoluta), pero que ahora no parece particularmente apropiada, habida cuenta de la debilidad en la que se encuentra el nuevo Ejecutivo. Alberto pudo llamar depredadores a los autoconsumidores, pero Álvaro habrá de medir su logorrea.
Otra incógnita por despejar es saber cuánto tiempo permanecerán callados el PSOE y Ciudadanos
Ambos partidos firmaron un manifiesto preelectoral en el que se comprometían a derogar el impuesto al sol en los primeros cien días del nuevo gobierno. Y ciertamente en sus manos está. Es más: Albert Rivera le dijo a Rajoy que votaría sí a su investidura si firmaba previamente un documento -150 compromisos para mejorar España- que incluye el compromiso de derogar el impuesto. Rajoy firmó, Rivera votó y estamos a la escucha.
La patronal, de momento, también parece estarlo, pues aún no ha dicho esta boca es mía
Y lo cierto es que, desde que Rajoy fuera investido presidente, han pasado ya 50 días. Cincuenta días de silencio patronal que están causando cierto malestar en parte del sector. Más aún tras las beligerantes declaraciones que hizo el recién nombrado ministro en Televisión Española hace unos días (allí ratificó su apuesta por el impuesto al sol con los mismos argumentos que ha manejado su hermano durante los últimos cuatro años).