Lo cuenta con detalle Tomás Díaz en El Economista. A la hora de abordar el tema del autoconsumo, “mi favorito”, dijo, Nadal calificó a los autoconsumidores de “depredadores” contra los consumidores normales, al pretender con el autoconsumo no abonar costes fijos del sistema y endosárselos a los demás. Y aseguró que la mayoría de los países está incluyendo cargos fijos sobre el autoconsumo para evitarlo.
También dijo que hay promotores con proyectos de plantas de centenares de MW que quieren ejecutarlas sin ayudas. Lo que, según el secretario de Estado de Energía en funciones, es razón por la que no hay motivo para fomentar el autoconsumo.
Esta mañana, Alberto Medrano, autoconsumidor y director de Albasolar, empresa especializada en distribución de material fotovoltaico, nos hacía llegar sus impresiones al leer las declaraciones de Nadal. “Me ha dejado hundido. Como profesional del sector y como usuario. Con la crisis llevo cuatro años esforzándome por ahorrar energía en mi vivienda. He reducido mi consumo de gas para calefacción apoyándola con la chimenea de leña. He reducido el consumo de gas para agua caliente instalando colectores solares térmicos. He reducido mi consumo de electricidad, cambiando todas mis bombillas a leds. Hace dos meses instalé una autoconsumo fotovoltaico para seguir reduciendo mi consumo de electricidad. Estaba yo tan contento y orgulloso hasta que veo que una persona me insulta por hacer esto. Me llama depredador. Mi sorpresa es que es el secretario de Estado de Energía”.
Medrano dice que no entiende por qué le insulta Nadal. “El hecho de haber instalado placas fotovoltaicas no me exime de pagar el coste fijo. Lo pago igual que lo he pagado siempre, el mismo que paga mi vecino que no tiene placas. ¿Haber reducido mi consumo eléctrico con las placas fotovoltaicas, no es el mismo que haberlo reducido por poner iluminación led?. No entiendo nada. Estaba yo tan orgullo y este hombre me ha dejado hundido. Imagino que cuando mis vecinos lean la noticia dejaran de hablarme y me mirarán mal”.
Contra las propuestas energéticas de los otros
Nadal cargó con dureza contra las propuestas energéticas del PSOE y Ciudadanos y, por extensión, contra las energías renovables. Hasta el punto de que el presidente de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), José Miguel Villarig, “habitualmente muy comedido” –escribe Tomás Díaz, que le conoce bien– se vio obligado a contestarle durante su intervención, cuando él ya se había marchado. Villarig le acusó de “faltar a la verdad” y mostró su hastío por la “animadversión de este Gobierno” hacia las fuentes limpias.
Villarig recordó que la “improvisación” que se ha podido dar años atrás en el desarrollo de las renovables no es culpa de las empresas sino del Gobierno. “Las empresas somos paganas de la situación”, dijo, en alusión al recorte retributivo que han sufrido con la reforma eléctrica, que cifró en unos 2.500 millones anuales. Y criticó que Industria se “vanaglorie” de las numerosas operaciones de compra en el sector por parte de grandes fondos internacionales, porque no son sino “especulación” propiciada por la insoportable situación de los vendedores, ahogados por el endeudamiento.
Ni un 1% en renovables
Nadal también habló de las propuestas energéticas del pacto entre el PSOE y Ciudadanos para decir que “suben la factura de la luz”. Y considera que el objetivo de alcanzar un mix 100% renovable en 2050 es “un canto al sol” tecnológicamente inviable. Para él, las renovables solo son solo “un coste, muy caras para el sistema” y apostó por “no avanzar ni un 1% en renovables a partir de 2030” si no se cumplen los objetivos de interconexiones establecidos por la UE.
Como ejemplo de lo “caras” que son las renovables afirmó que una turbina de gas y una eólica tienen más o menos el mismo coste, pero que las primeras son mucho más rentables porque “pueden operar muchas más horas” que las segundas. También indicó que el Gobierno había tenido momentos de “desesperación por falta de gas si no hay viento”. Villarig consideró estos planteamientos como “faltos de rigor en muchos detalles”.
Nadal nos tiene acostumbrados a comparaciones que esconden parte de los argumentos o, incluso, todos. Basta ver lo que dijo ayer sobre la nuclear y la propuesta de cerrarlas al cumplir 40 años de vida, cuando comparó la medida con “destruir un edificio a los 40 años para construir otro y reactivar así la construcción”. Cree que tendría un coste “brutal” para el país y cuantificó en un 25% el alza de la electricidad que se produciría con la medida.