España es uno de los países con mayor biodiversidad y riqueza natural de la UE por su posición geográfica, su diversidad geológica, la gran variabilidad climática, orográfica, y la existencia de territorios insulares. Por ello, la identificación de áreas sensibles y de alto valor ecológico debe constituir el paso inicial para designar las zonas que albergarán infraestructuras renovables.
Las áreas protegidas no solo benefician a las especies que habitan en ellas, sino que constituyen herramientas esenciales para un modelo territorial sostenible y resiliente. La Unión Europea cuenta con una amplia red de áreas protegidas, conocida como la Red Natura 2000, que se extiende por todos los Estados miembros. España es el país que más espacio aporta, con un 36,7% de su superficie terrestre y un 12,3% de sus aguas.
Por ello, la identificación de los lugares más adecuados para el despliegue renovable debe basarse en una comprensión profunda de las especies y hábitats potencialmente afectados por las instalaciones renovables, para garantizar el cumplimiento de la normativa en materia medioambiental.
Desde SEO/Birdlife subrayan que las instalaciones renovables deben ubicarse fuera de los límites y zonas de influencia de las áreas protegidas, priorizando espacios antropizados y zonas degradadas donde la restauración ambiental no sea viable. Desde 1993, cuando se instaló la primera gran central eólica en España, en pleno corredor migratorio en Tarifa, SEO/BirdLife ha estudiado lo que denuncia como "el impacto ambiental de unas renovables no responsables", que advierte no pueden dar la espalda a la biodiversidad.
Zonificación ambiental terrestre
En el ámbito terrestre, el Miteco publicó en 2020 un mapa de sensibilidad ambiental a nivel nacional para el desarrollo de energía eólica, pero estaba centrado solo en los espacios protegidos sin considerar adecuadamente la distribución de especies sensibles, como las aves rapaces. Además, a nivel autonómico, son muy pocas las comunidades autónomas que cuentan con una zonificación espacial para el desarrollo de las energías renovables.
Ante esta carencia, SEO/BirdLife ha desarrollado su propio mapa de compatibilidad ambiental para parques eólicos terrestres, incorporando no solo espacios protegidos, sino también datos de especies vulnerables y otros criterios, elaborados en colaboración con el CSIC.
Visto bueno ecologista al despliegue eólico en la cuarta parte del territorio nacional
“En torno a un 25% del territorio español presenta baja sensibilidad para la energía eólica y, por lo tanto, menos riesgo para el despliegue necesario de las energías renovables en nuestro país”. Lo dice SEO/BirdLife, que ha elaborado una serie de “Mapas de compatibilidad para unas Renovables Responsables”, cartografía que ha puesto a disposición de Administraciones, empresas y colectivos conservacionistas y ciudadanos “para favorecer una transición energética ágil, justa y sostenible”.
Estos mapas han tenido en cuenta las especies que resultan más sensibles. En el caso de la energía eólica, se han incluido aquella que, por sus hábitos, son más susceptibles de colisionar con las palas de los aerogeneradores, tratándose en su mayoría de grandes planeadoras, o especialmente sensibles a la alteración del hábitat o a las molestias que supone la ubicación de estas infraestructuras.
Se trata de quebrantahuesos, buitres (negro y leonado), alimoche común, águilas (perdicera, imperial ibérica, real y pescadora), milano real, aguiluchos (pálido y cenizo), cernícalo primilla, halcón tagarote, cigüeña
negra, grulla común, urogallo y alondra ricotí.
Según explica Ana Carricondo, coordinadora de Conservación de SEO/Birdlife, “en los últimos años nos hemos visto arrollados por el despliegue desordenado de las energías renovables. Con estos mapas queremos contribuir a ordenar la implantación de toda la potencia que aún queda por instalar”.
Eólica offshore VS conservación de la avifauna marina
El inminente despliegue de energía eólica en el mar evidencia la necesidad de contar con mapas espaciales sólidos antes de tomar decisiones estratégicas sobre la ubicación de proyectos renovables. SEO/BirdLife ha aplicado el mismo enfoque que en tierra para la elaboración de un mapa de compatibilidad específico para energía eólica offshore.
Cada año, en otoño y primavera, se producen millones de movimientos de aves marinas en las costas españolas. En concreto, el corredor que se forma en las costas de Galicia y Asturias se considera uno de los pasos migratorios más importantes del planeta, y no solo por el paso de aves marinas, sino también porque esta zona es atravesada por millones de aves terrestres en sus migraciones para atravesar la península ibérica, a menudo por la noche.
El Gobierno de España ha identificado algo menos de 5.000 kilómetros cuadrados del espacio marítimo como zonas de alto potencial para el desarrollo de instalaciones de eólica marina. Aunque en conjunto supone un 0,46% del total, SEO/BirdLife muestra su preocupación por el solapamiento entre estas zonas y espacios protegidos o de alto valor ecológico, especialmente en la demarcación Noratlántica, que concentra el 54% del espacio reservado a la eólica offshore en España. La ONG ambiental pide que se resuelvan estos desajustes, y apela a todas las partes implicadas para que el despliegue renovable en el mar se desarrolle con planificación y precaución, evitando afecciones a la valiosa biodiversidad marina del país.
Los ornitólogos concluyen que el 90% de las zonas designadas por el Gobierno para desarrollar parques eólicos marinos se encuentran en zonas potencialmente incompatibles con la conservación las aves marinas, especialmente en las demarcaciones noratlántica, canaria y mediterránea, según revela un informe de la organización conservacionista, que recomienda la revisión urgente de la zonificación de las renovables en el mar.
Así se desprende del informe ‘Evaluación del riesgo para aves marinas en las Zonas de Alto Potencial para Energía Eólica: Análisis y recomendaciones para una planificación responsable’, un estudio en el que los ecologistas advierten sobre el riesgo que supone el desarrollo de infraestructuras eólicas en las Zonas de Alto Potencial para Energías Renovables (ZAPER).
Tras la aprobación en febrero de 2023 de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) comenzó la cuenta atrás para abordar una legislación que contemple los criterios de las subastas para el desarrollo de eólica marina en nuestro país, y así cumplir con el objetivo marcado de 3GW.
Antes de que esto suceda, SEO/BirdLife ha considerado urgente clasificar las ZAPER en horquillas de riesgo. Estos rangos de riesgo van desde el nivel “muy alto” –puntuaciones entre 0.75 y 1–, “riesgo alto” –puntuaciones entre 0.50 y 0.74–, “riesgo medio” –puntuaciones entre 0.30 y 0.49– y “riesgo bajo” –puntuaciones por debajo de 0.30–.
En concreto, las demarcaciones marinas noratlántica y la canaria son las que presentan un mayor riesgo para las aves marinas. Los conservacionistas consideran que el proceso de selección de las ZAPER ha sido inadecuado, ya que no ha tenido en cuenta datos de vulnerabilidad, ni la distribución o abundancia de las aves marinas.
Por todo ello, y antes de que el desarrollo de infraestructuras de energía renovable en estas zonas avance, SEO/BirdLife recomienda que la Administración revise y modifique la zonificación antes de que se adquieran derechos por parte de terceros, para evitar conflictos legales y ambientales.
Por otro lado, piden que se evite el desarrollo eólico en las zonas críticas para dos aves en peligro como la pardela balear y la pardela mediterránea. Para estas especies, las demarcaciones levantino-balear y la del Estrecho y Alborán son las que presentan mayor riesgo para las dos aves marinas amenazadas a nivel mundial.
Los conservacionistas también recomiendan llevar a cabo un análisis detallado por especie que incluya la identificación de las áreas críticas para su alimentación, migración y reproducción, y que además vaya acompañado de políticas de planificación energética que adopten soluciones sinérgicas para abordar simultáneamente los desafíos del cambio climático y la conservación de la biodiversidad.
Artículos relacionados