La patente de cimentación pilotada de la torre Nabralift, que reduce en un 80% el consumo de hormigón, fue premiada como mejor patente del año por la Oficina Española de Patentes y Marcas. Esparza es co-inventora de la patente, junto a Ricardo Savio, Ion Arocena y Eneko Sanz. La patente protege una solución de cimentación donde se sustituye la tradicional losa superficial de gran tamaño por pilotes individuales. Este diseño permite reducir en un 80% la cantidad de hormigón de la cimentación, lo que supone un ahorro muy importante de coste y de emisiones de CO2 durante la construcción de un parque eólico. La tecnología premiada -informa la empresa- ya se ha utilizado en el primer parque de Nabrawind en Marruecos (foto) confirmando sus ventajas (Esparza aparece en el centro de la imagen) y será usada este año en los proyectos de la empresa navarra en Francia y China.
La Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) repartía 6 galardones en diferentes categorías, en unos premios cuya misión, en palabras de su directora, Aida Fernández, “es fomentar la innovación, la creatividad y el talento del país, y animar a los inventores e inventoras a proteger sus ideas”.
Esparza, ingeniera industrial por la Universidad Pública de Navarra, dedicó el premio a los otros co-inventores y al resto de sus compañeros de Nabrawind, agradeciendo el apoyo que siempre ha tenido la innovación en esta empresa, que cuenta ya con una cartera de 20 familias de patentes. Nabrawind Technologies SL es una empresa navarra, participada por la sociedad pública SoDeNa, que diseña y desarrolla tecnologías eólicas avanzadas. Fue fundada en el año 2015 en Pamplona con el fin de desarrollar dos patentes que habían solicitado los promotores en la empresa matriz Nabrawind SL. Desde entonces, Nabrawind ha desarrollado varios productos: Nabrajoint, Nabralift, Nabrabase y BladeRunner.
Nabrajoint consiste en una unión de palas modulares compatible con cualquier pala y cuyo ensamblaje puede realizarse a los pies del aerogenerador en un breve periodo de tiempo.
Nabralift es una torre auto-izable que puede alcanzar los 200 metros de altura sin necesidad de grandes grúas.
Nabrabase es una cimentación elevada para torres eólicas que consiste en un trípode instalado bajo la torre tubular, lo que da lugar a una estructura de soporte híbrida.
Y, por último, BladeRunner es un nuevo sistema de instalación y desinstalación de palas que reduce el coste de la sustitución de palas en un 70% en comparación con las operaciones de mantenimiento realizadas con grúas.