Los biocarburantes han vivido pocas horas tranquilos en el seno de Abengoa. Una de las últimas noticias que azuzó esa inestabilidad fue el anuncio de la Comisión Europea, en pleno preconcurso de acreedores, de abrirle una investigación, junto a otras dos empresas europeas, para comprobar si manipularon los índices de referencia del etanol publicados por una agencia de notificación de precios. Poco antes se comenzó a conocer el cierre de plantas y despidos en varias instalaciones repartidas por Europa y América.
La calificación como “bono basura” de la nota de Abengoa en los mercado por culpa de sus negocios de bioetanol y los rumores constantes sobre la venta de sus plantas en Brasil han perturbado también la marcha de la multinacional sevillana, que definitivamente ha decido prescindir de los biocarburantes en el recientemente anunciado plan de viabilidad.
Adiós a los biocarburantes de primera generación
Ayer, a última hora de la noche, se anunciaba que “Alvarez & Marsal ha presentado al consejo de administración de Abengoa el plan de viabilidad donde se define la estructura de la actividad futura”. De esta manera, procede “a la negociación de la reestructuración de su deuda y los recursos necesarios para así continuar su actividad de forma competitiva y sostenida en el futuro”.
“La compañía desarrollará su negocio concentrándose en las actividades de ingeniería y construcción con tecnología propia o de terceros”, precisan en la nota de prensa, para a continuación apostillar que “este plan contempla la venta de los activos no fundamentales, incluyendo todos los de biocombustibles de primera generación”.
Sin bioetanol, biodiésel y ¿biomasa?
El negocio de los biocombustibles de Abengoa se centra esencialmente en el bioetanol de primera generación. Actualmente dispone de dos plantas en España (Babilafuente en Salamanca y Teixeiro en A Coruña), una en Francia, una en Holanda, seis en Estados Unidos y tres en Brasil. También cuenta con una planta de biodiésel en San Roque (Cádiz). Aunque en el anuncio de la venta de activos excluye a los biocarburantes de segunda generación, algunos proyectos de estos están ligados a plantas de los de primera, como es el caso de la tecnología “waste to biofuels” (W2B), de la planta piloto de Babilafuente.
También queda en el aire la construcción de dos de las mayores plantas de biomasa del mundo, una en Gante (Bélgica) y otra en Middlesbrough (Reino Unido). En esta última fue elegida, junto a Toshiba, por MGT Teesside, filial de MGT Power, para construir la planta de energía y vapor a partir de biomasa de 299 MW. En Gante fue seleccionada por la compañía eléctrica y de gas Belgian Eco Energy (Bee) para acometer la ingeniería, el diseño y la construcción de una planta de 215 MW. Sobre el futuro de ambas no se ha pronunciado Abengoa.