Abengoa es una de las compañías líderes en la producción mundial de bioetanol, tanto de primera como de segunda generación, con catorce plantas repartidas entre Europa, Estados Unidos y Brasil. Antes de que se produjera la actual situación de preconcurso de acreedores, su inversión en biocarburantes ya había pasado por tragos amargos, como su calificación como “bono basura” y el rumor de la venta de sus plantas de Brasil, asociados ambos a problemas en las cosechas de maíz y producción de bioetanol.
Los graves momentos por los que atraviesa la multinacional sevillana sacan a luz los efectos sobre su división de bioenergía. Desde Estados Unidos llegan noticias poco tranquilizadoras. El portal Biomass Magazine recoge declaraciones de un empleado de la planta de Hugoton en las que afirma que Abengoa ha procedido al despido de personal de estas instalaciones alegando dificultades financieras para mantenerla en funcionamiento y poder pagar los salarios de los trabajadores.
“Despidos en todo el mundo”
Las noticias que vienen desde Hugoton son aún más preocupantes porque el mismo empleado afirma que la compañía les ha comunicado que “los despidos se están produciendo en todo el mundo” y que en las oficinas centrales de Estados Unidos en San Luís (Misuri) solo permanecen en sus puestos treinta personas.
Abengoa responde que todo forma parte de un “plan de reestructuración” que conlleva “ajustes continuados que implican, entre otros, la reducción de plantilla en sedes y el trasvase de equipos con el fin de adaptar la operativa a los objetivos de eficiencia y cumplir con los de competitividad necesarios en la coyuntura actual”. Añaden que se esforzará en llevar a cabo “estas ambiciosas medidas, que continuarán aplicándose hasta llegar al equilibrio óptimo para la sostenibilidad del negocio”.
“Operando con normalidad” en Estados Unidos
En Biomass Magazine añaden que los agricultores han presentado demandas contra Abengoa por el impago de los contratos de suministros de maíz, que afectan sobre todo a las plantas de Colwich, en Kansas, y York y Ravenna, en Nebraska. Otro portal, Biofuel Digest, sostiene también que son razones financieras y no tecnológicas las que mantienen las plantas paradas (incluye la de Colwich), y destaca los problemas en el alza del precio y en el suministro que empieza a provocar esta situación.
Según Abengoa, está operando en Estados Unidos con normalidad a través de todos los activos de Abengoa Yield, como las plantas termosolares Solana (Arizona) y Mojave Solar (California), así como sus activos de bioenergía o sus proyectos de ingeniería y construcción. Puntualizan que “solo en algún caso puntual se está analizando la viabilidad del mismo, tal y como se está haciendo en otras geografías, con el objetivo de garantizar su actividad”. Aunque no concreta de qué casos se trata, sí asegura que “se estudiarán todas las posibilidades, entre las que también se encuentran eventuales paradas de algún proyecto con vistas a retomar su funcionamiento una vez se garantice su continuidad de forma estable”.
Babilafuente y Teixeiro a la expectativa
En España, la Gaceta de Salamanca adelantó que la principal planta de producción en nuestro país, la de Babilafuente (Salamanca), tenía previsto su parada por la situación en la empresa, justo en su mejor momento de producción. Poco después, un tuit de la Agencia de Noticias de Castilla y León (ICAL) afirmaba que “Abengoa asegura que no paralizará la actividad de sus plantas en Babilafuente”, tanto la comercial convencional como la piloto de segunda generación.
En cuanto a la planta de Teixeiro (A Coruña), el alcalde, Javier Caínzos, mostraba en La Opinión de A Coruña su preocupación al conocer la entrada en preconcurso de acreedores de Abengoa, al igual que la plantilla de esta instalación, pero afirmaba que su viabilidad “está fuera de toda duda”.
Peligran las centrales de cogeneración de Teesside y Gante
Los negros nubarrones sobre la bioenergía de Abengoa se extienden también a la biomasa. Tras anunciar en los dos últimos años su participación en dos grandes plantas de cogeneración en Europa (una, la más grande del mundo de nueva construcción en Teesside, Reino Unido; y la otra en Gante, Bélgica), Abengoa muestra ahora su preocupación por la posibilidad de perder ambos contratos si no recibe los avales correspondientes, según informa El País.