¿Qué tiene la termosolar que no tengan otras tecnologías renovables?
La fiabilidad de la tecnología, que lleva ya 12, 13 años implantada en España. Y todo el respaldo que le da a la red de distribución y a la de transporte, respaldo que ayuda a encontrar el equilibrio y a balancear nuestro sistema eléctrico. La termosolar es gestionable. Y la termosolar tiene almacenamiento. Podemos generar energía renovable nocturna. La versatilidad de servicios que puede ofrecer es lo que la hace diferencial. Yo diría que en estos momentos no hay ninguna renovable que pueda aportar, con tanta solvencia, lo que puede aportar la termosolar..
¿Por qué no se ha puesto en marcha ni una sola central termosolar en los últimos 10 años?
Porque no ha existido un mecanismo que reconozca toda esa versatilidad, no solo en términos económicos, también en términos de servicio, de una serie de servicios que llevamos 12 años brindando. Quizá también –y haciendo un poco una reflexión– no hayamos sido capaces de explicar todo lo que aportamos. Y, así, desde ciertas entidades no se ha sido capaz de reconocer todo el valor que puede generar la tecnología. Y eso se ha reflejado en el esquema de subastas, que no ha sabido valorar económicamente lo que aportamos.
Hablando de subastas… El sector eólico nacional lleva muchos meses reclamando la convocatoria de una subasta de eólica marina; y el Gobierno, muchos meses anunciándola. ¿Y la termosolar? ¿Por qué no se oye esa vindicación con la misma intensidad?
Pues un poco por lo mismo, porque yo creo que, haciendo un poco autocrítica del colectivo, no hemos sido capaces de transmitir los valores que aportamos: confiabilidad (y todo lo que significa la confiabilidad), gestionabilidad (y todo lo que significa). No, no hemos sabido reflejar todo eso en un esquema de subasta que ayude al regulador, al Ministerio (que es el que tiene la responsabilidad de elaborar un mecanismo de subasta), a tener en cuenta que eso tiene un valor, económico y social, por todo lo que podemos aportar.
Entiendo que el mensaje que quiere transmitir Protermosolar es que a su tecnología no se le está reconociendo la importancia que tiene...
Eso es. Aquí introduciría además un apunte: hay una cierta urgencia en lo que se refiere a la transición energética. Por los motivos que ya conocemos: conflictos, dependencia de terceros países y precios caros. Ahora mismo lo que busca cualquier gobierno y cualquier regulador es solucionar rápidamente el problema del corto plazo: necesito más energía renovable y la necesito barata.
Y eso ha funcionado hasta mediados del 23. Ahora empezamos a reconocer que tenemos otro escenario: seguimos queriendo energía renovable, la seguimos queriendo barata, pero ahora ya buscamos algo más: necesitamos mover esa energía renovable a la noche y necesitamos aportar confiabilidad. En 2023 hemos visto precios cero durante el día (cuando hay mucha generación solar) y, sin embargo, ese mismo día hemos visto precios de hasta 120 euros por la noche. Esto sucede a partir de unas decisiones que había que tomar porque había una urgencia. Pues lo que nosotros planteamos ahora es paremos y reflexionemos sobre la planificación que necesitamos en el corto y medio plazo para diseñar el mix de generación que queremos, pensando en qué tecnologías o soluciones necesitamos en un futuro.
Hay informes técnicos, muy serios, que vienen a señalar que la termosolar está en condiciones de sustituir (de aquí a 2030) a prácticamente toda la electricidad que genera el gas por la noche. El gas… poderoso enemigo... ¿No será ese uno de los motivos por los que los últimos gobiernos no han impulsado a la termosolar como hubiese sido lógico?
Pues si antes decía que debemos hacer autocrítica y reflexionar sobre nosotros mismos, ahora añado que quizá el gas también tiene que hacer su propia reflexión. Pero no porque vaya a tener un competidor en otras fuentes renovables, sino porque la propia sociedad está demandando que el gas sea renovable. Yo tengo muy claro que la tecnología termosolar es capaz de ofrecer, gracias al almacenamiento, entre seis y nueve horas de generación nocturna. Creemos que, diseñando un mecanismo que pudiera ofertar entre 1 y 1,5 gigavatios de almacenamiento termosolar, estaríamos aportando alrededor de unas 1.500 horas anuales de funcionamiento nocturno. Ahí está la clave. Eso es lo que podríamos realmente aportarle al sistema.
El precio medio del megavatio hora en el mercado mayorista español el año pasado se quedó en torno a los 87 euros. No pretendo comparar el coste de generación de la termosolar con el precio en el mercado mayorista. Solo pongo sobre la mesa ese número. Nada más. La pregunta es: ¿a qué precio podría generar hoy una central termosolar?
Buena pregunta… Vuelvo a lo mismo. Hablemos de los servicios que presta la termosolar. Coincido: no podemos comparar los 87 euros de media del año pasado, consecuencia de un mix en el que participan todas las tecnologías, 87 euros por el megavatio hora generado, con lo que está ofreciendo una tecnología como la nuestra, que no solo ofrece megavatios hora. Nosotros ofrecemos todos los servicios que he comentado: fiabilidad, gestionabilidad, firmeza…. Nuestra liga no está en competir con los 87 euros. Nuestro objetivo para 2024 es que se reconozcan todos aquellos servicios que ofrece la tecnología, todo su valor. Si somos capaces de desglosar todos esos servicios y ponerles un precio, pues seguramente seríamos más competitivos que algunas otras tecnologías renovables. Por ejemplo, ¿qué vale para un sistema eléctrico como el nuestro que aportemos sincronismo y firmeza? Porque esto, por ejemplo, otras tecnologías renovables no lo aportan.
Vamos un poquito más allá. ¿Qué vale para un país como el nuestro generar empleo en zonas despobladas? ¿Cómo traducimos eso en euros por megavatio hora…? Lo que quiero decir es que si todo eso lo pusiéramos en una ecuación, obtendríamos un precio diferente al que sale si solo contemplamos la parte de generación. Si todo eso lo tuviéramos en cuenta, pues estaríamos en esos 85 euros sin ninguna duda. Lo que propongo es que veamos toda la foto, la foto completa. Hoy por hoy, el sincronismo no lo puede aportar otra energía renovable que no sea la termosolar. Más cosas: en las horas en las que hay un exceso de renovables y se está cobrando cero euros, ¿por qué no se le dice a la termosolar que almacene esa energía? Como si fuéramos parte de la demanda, no de la oferta. Bueno, pues eso es… otra solución más. ¿Y eso cuánto vale?
Insisto: ¿la termosolar estaría en condiciones ahora mismo de generar por menos de lo que se paga por el megavatio hora en el mercado mayorista?
Si el Gobierno diseña un producto que nos permite hacer arbitraje de precios, es decir, coger esa energía a cero euros, almacenarla y llevárnosla a la noche por un precio más económico, con un esquema de producto bien diseñado y que reconociera todos los costes, por supuesto que estamos en condiciones. Porque tenemos esa capacidad de almacenamiento de esas 6 a 10 horas que comentaba al inicio. Vuelvo atrás: hasta ahora las decisiones han mirado al corto plazo, porque había una urgencia. Bueno, pues ahora lo que tenemos que ver es qué mix de generación queremos. Ahora mismo hay proyectos fotovoltaicos que no se están poniendo en marcha porque los inversores tienen dudas sobre cuál va a ser su rentabilidad, porque no cabe más energía renovable en las horas centrales del día en determinados meses. Bien, pues ahí voy: nosotros también estamos dando una señal al resto del sector. Adonde quiero llegar es a que necesitamos que todos los agentes nos sentemos a pensar cómo solucionar eso, y creo que ahí nosotros tenemos mucho que aportar.
Entiendo que la idea vendría a ser “aprovechemos la producción solar excedentaria de las horas centrales del día para almacenar esa energía en los tanques de sales térmicas de las centrales termosolares y produzcamos electricidad con esa energía por la noche”. ¿Es así?
Sí, lo que yo digo es aprovechemos lo que ya existe (que hemos visto que durante 12 años ha funcionado) y reconozcamos que eso tiene actualmente un valor para el sistema. A lo mejor antes no tenía ese valor… pero ahora, sin duda, sí lo tiene. Nosotros ahora mismo tenemos esa capacidad de almacenamiento y, además, no solo podemos incrementarla en las centrales que ya disponen de esa capacidad, sino que podemos también instalar tanques en las centrales que aún no tienen ese sistema de almacenamiento. Esto tiene un valor para el sistema. Y podemos convivir con las baterías de litio, por ejemplo. Claro que sí. Hay sitio para todo el mundo. Ahora bien, también hay que reflexionar sobre otros asuntos, como la duración de las baterías de litio (dos horas y media) o su coste… Tampoco sabemos si hay suficiente materia prima en el mundo como para que todos los países planteemos un mismo esquema con baterías. Lo que sí sabemos es lo que funciona, lo que está probado. Y eso es el almacenamiento, que puede ofrecer nuestra tecnología.
Vuelvo sobre la misma idea. Ahora mismo, la termosolar, ¿podría ofrecer un precio nocturno inferior al que estamos pagando? Al principio de la conversación se ha hablado de 120 euros.
Insisto: siempre y cuando se reconozcan de alguna manera los servicios que se espera preste la termosolar. Si a un promotor de una planta le obligas a que genere en unas determinadas horas, habrá que reconocerle los costes, de manera que la rentabilidad que obtenga sea razonable. Si a nosotros se nos pide que prestemos ese servicio, estaremos encantados de escuchar, pero detrás tiene que haber un marco regulatorio que se adapte, o un diseño de esquema de subastas apropiado.
¿Tiene algún diseño Protermosolar?
Llevamos un año, un poquito más de un año, hablando con el Ministerio de muchísimas opciones. No hablamos de energía renovable más almacenamiento. Hablamos solo de almacenamiento. Porque lo que necesito es almacenar lo que ya no cabe. Es muy necesario, sin duda, que podamos seguir dando cabida a nuevos proyectos fotovoltaicos, eólicos, renovables… pero es muy necesario también que podamos desplazar esa sobregeneración que tenemos a ciertas horas. Como soluciones de almacenamiento están, evidentemente, los bombeos, que tienen una dificultad, las restricciones, por lo que los bombeos no pueden operar siempre con toda la libertad que les gustaría, pero cierto es que también tienen esa parte de gestionabilidad. Y luego tenemos las baterías, que se irán desarrollando tecnológicamente e irán bajando de precio, pero que hoy por hoy solo aportan, como dije, dos horas y media. Y además en este caso yo añadiría que hay que medir el coste, en un futuro, del reemplazo. El coste de reemplazar esas baterías, de reciclarlas. En fin, que lo que creo es que hay que meterlo todo en la ecuación.
Insisto en esa línea. ¿Qué le está pidiendo/proponiendo Protermosolar al Ministerio?
Señales claras de que hay una valoración de los servicios que prestamos. Lo que además nos va a ayudar a no perder el liderazgo tecnológico global que hemos tenido hasta ahora y que ahora mismo nos disputa China. Porque es que además lo tenemos todo: tenemos el recurso (el Sol), tenemos suelo, tenemos conocimiento, industria… Se ha hablado mucho de la excepción ibérica en referencia al gas. Bueno, pues a mí me gustaría que se valorara la excepción ibérica termosolar. ¿Qué quiero decir? Pues que aprovechemos todo eso que tenemos; busquemos el diseño que necesitamos en el corto y medio plazo; definamos el rol que tiene que jugar la termosolar; diseñemos un esquema de subastas que haga posible una rentabilidad mínima aceptable para los inversores... Estamos hablando de una solución estratégica, de una tecnología que ya ha demostrado, en otros países, que puede operar durante 30–35 años. Y estamos hablando de independencia energética. Y lo tenemos todo para ser esa excepción que los demás países de Europa no pueden ser.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima [Pniec] 2023, revisión/actualización del anterior Pniec, redactado en 2019, ha rebajado la ambición en materia de termosolar. El primero, el de 2019, hablaba de tener instalados en España 7.300 megavatios de potencia termosolar en 2030, mientras que el actual, que sigue en fase de revisión, de momento ha reducido esa cifra– objetivo a 4.800. ¿Por qué? ¿No conocen en el Ministerio todas esas virtudes?
El Pniec es un documento de intenciones, no es vinculante, pero, bueno, evidentemente tiene su importancia. La revisión está hecha en el marco de una situación concreta de mercado y de necesidades: la necesidad de acelerar la transición energética que tuvimos hace dos años. Pero las circunstancias de contorno están cambiando. Y puedo decir que en determinados foros ya se le escucha al regulador, al Ministerio, hablar de buscar soluciones específicas para problemas concretos, como la descarbonización de la noche. Yo creo que vamos a ir en esa línea en lo que se refiere a las próximas subastas o en lo que respecta al reconocimiento de los servicios de los que he hablado.
Pero, ¿es un error o no bajar de 7.300 a 4.800?
No es el escenario que más nos gustaría. Y creo que sería bueno que en la revisión del Pniec se hicieran las reflexiones que estamos haciendo aquí. Nosotros vamos a seguir explicando, por supuesto, con todos los esfuerzos y a todas las entidades del sector energético, qué podemos aportar.
Bien, partamos de la hipótesis 4.800. ¿Está capacitado el sector para instalar de aquí al año 2030 los 2.500 megavatios que hacen falta para alcanzar el objetivo 4.800?
Pues esa es una muy buena pregunta. Y es una pregunta, además, interna, una pregunta que nos estamos haciendo nosotros mismos. Tenemos que darnos prisa. Tendríamos que tener este año una señal clara y, en ese caso, sí puedo afirmar que estamos capacitados para cubrir los objetivos. Si no hay una señal clara, al final las empresas se van a ir hacia otros sectores y, cuando queramos darnos cuenta, habremos perdido el liderazgo que tuvimos. Por eso es tan importante que por parte del regulador haya señales claras. Para que, al final, la industria que está alrededor se mantenga viva y pueda seguir pensando en un futuro termosolar.
¿Podría llegar esa señal clara ya en este primer semestre del 24?
Yo, que me considero una persona optimista, me situaría en el segundo. Creo que vamos por la buena senda y que, a finales de año, puede haber algún tipo de subasta en la que nuestra tecnología pueda participar y adquirir un papel relevante.
Vamos a la producción de calor, otra fortaleza de la termosolar. Los usos de esta tecnología en determinados procesos industriales –fábricas de papel, industria alimentaria, químicas– son cada vez más frecuentes. ¿Cómo está el mercado? ¿Cuántas empresas están ya metidas ahí?
Ese es uno de los objetivos que nos hemos propuesto: hacerle saber al sector industrial que la tecnología termosolar puede tener aplicaciones en muchos sectores, como el químico, la fabricación de cerveza, etcétera, aplicaciones que van a desplazar consumos de combustibles fósiles. No olvidemos que el 75% de la demanda energética del sector industrial es para procesos que necesitan calor, y que de ese 75, el 90% del calor que utiliza la industria en todos sus procesos proviene de los combustibles fósiles. Pues bien, este año, Protermosolar se ha puesto como objetivo apoyar toda la parte del calor industrial, darle difusión, explicar a las empresas que tenemos soluciones para la descarbonización de la industria, objetivo que, insisto, es muy importante. Afortunadamente, hay cada vez más ingenierías que están trabajando con nuestras soluciones. Eso significa que hay mucho interés, cada vez más, y que hay proyectos. Y digo más: si los retornos no fueran aceptables, si los plazos de retorno no fueran aceptables, la industria ni siquiera los contemplaría. Y, sin embargo, sí que lo está haciendo ya.
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