La industria necesita mucha energía para alimentar sus procesos industriales, o sea, para fabricar. Mucha energía eléctrica, pero, sobre todo, mucha mucha energía térmica. El 75% de la demanda de energía de la industria es demanda de calor. Y de ese 75%, hasta el 90% lo consigue la industria mediante combustibles fósiles (gas, fundamentalmente). Los problemas derivados de ello son dos, sobre todo: (1) la quema de combustibles fósiles para la producción de calor produce emisiones de gases de efecto invernadero, luego cambio climático; y (2) el precio de los combustibles fósiles es inasible, imprevisible, incontrolable. Para que nos hagamos una idea, el precio del megavatio hora de gas ha oscilado en el mercado ibérico de gas (MibGas) entre los 25 y los 225 euros en los últimos dos años.
Pues bien, frente a esa incertidumbre se postula la termosolar, tercnología que es capaz de producir calor para esos procesos industriales por un precio absolutamente estable y, además, mucho menor que el que ha ofertado el gas a lo largo de los últimos dos años. Según la Asociación Española para la Promoción de la Industria Termosolar (Protermosolar), que es la patronal del sector a escala nacional, una instalación termosolar (para suministro de calor de origen renovable a industrias) presenta ahora mismo costes de entre los 20 y los 50 euros el megavatio hora (en función de su localización -Almería o Vigo- y especificidades de la instalación concreta): entre 20 y 50 €/MWh hoy, mañana, dentro de dos años y... a largo plazo, pues la materia prima (el Sol) no depende de la geopolítica.
Protermosolar asegura que su tecnología es capaz de suministrar calor a industrias como la alimentaria, de las bebidas, química, farmacéutica, papelera, textil, etcétera. Y es que el calor para uso industrial es la clave de innumerables procesos: el lavado, el secado, el blanqueamiento, la ebullición, la destilación, la producción de agua caliente, la pasteurización o la esterilización, entre otros. La Asociación ha cuantificado su potencial teórico de aplicación para procesos industriales en España, y este es de 36,8 gigavatios. Protermosolar también ha hecho los deberes en Europa, y ahí la capacidad instalada puede alcanzar los 150 gigavatios térmicos (el sistema eléctrico nacional tiene ahora mismo 124 gigavatios de potencia, por aquello de comparar). El potencial que vislumbra Protermosolar es, pues, extraordinario.
La madurez tecnológica está además ampliamente alcanzada, "sobre todo en España", según Toni Fersini, director ejecutivo de FersiSolar SL, ingeniería especializada en esta tecnología. Fersini ha participado en una jornada organizada por Protermosolar en esta última feria Genera. Lo ha hecho junto a Miguel Frasquet, director general de otra empresa del sector, Solatom.
Frasquet ha repasado los últimos años del sector termosolar nacional, al que el mercado está empezando a responder.
"En los últimos años, el sector ha dado un cambio brutal: en 2016-2017, cuando visitábamos al gerente de la fábrica, nuestra solución, que es una solución para la descarbonización de un proceso industrial, la trataba como producto puramente económico. El asunto se abordaba como una decisión meramente económica. Ahora sin embargo sí que se pone en valor la descarbonización".
Ese es uno de los giros copernicanos que ha dado el sector en los últimos años.
El otro apela al modelo de negocio. Según Frasquet, hace cuatro o cinco años el modelo era el "llave en mano". Solatom o la empresa correspondiente ofrecía un servicio completo al cliente (diseño, instalación, puesta en marcha) y el cliente pagaba ese "llave en mano"... dinero en mano.
Ahora el modelo es PPA: power purchase agreement (contrato bilateral de compraventa de energía a largo plazo). La financiación de la instalación presenta perfiles diversos. El instalador por ejemplo puede financiar la obra y venderle al cliente el calor que produzca la instalación (siempre a un precio inferior al que le costaría el gas).
"Ahora mismo el mercado está al 80% PPA, frente a un 20% llave en mano, mientras que hace cinco años era justo al revés: 80 llave en mano, 20 PPA. Yo creo que es un síntoma de madurez del mercado, algo que me parece muy muy importante. La termosolar para producir calor de proceso -apunta Frasquet- ahora está como un cohete".
Otro de los síntomas de que las cosas están cambiando (la termosolar no es ya una completa desconocida) afecta al rol que tradicionalmente han debido representar las empresas (ingenierías) del sector, que antaño, aparte de diseñar y fabricar sus soluciones termosolares, tenían que venderlas.
"Hemos tenido que vender -apunta Frasquet- porque si no lo hacíamos nosotros... nadie vendía. Y, si hacía falta, pues yo buscaba al financiador. Ahora, sin embargo, y cada vez más frecuentemente, son los financiadores los que buscan a un tecnólogo".
El presidente de Protermosolar, Óscar Balseiro, lo tiene claro: "el autoconsumo termosolar -ha apuntado en la misma jornada de Genera- puede descarbonizar procesos industriales en los que la electrificación no es posible, procesos industriales que serían muy difíciles de descarbonizar de otro modo, y encima destaca por su competitividad en costes, situándose entre los 20 y los 50 euros por MWh".
ER ha publicado una entrevista al presidente de Protermosolar en su última edición: ER228