El último capítulo (o módulo, como lo define REN21) de la colección GSR destaca doce países que ya están integrando un promedio anual de más del 30% de "renovables variables" (eólica y solar) en sus redes eléctricas. Encabeza la clasificación Dinamarca, con un 67% de su electricidad bruta proveniente de renovables variables (57% eólica y 10% solar). Lituania ocupa la segunda plaza, con un 58% (distribuido en 46% eólica y 12% solar), y tres países se arraciman en el tercer cajón del podio: Grecia (22+19), Países Bajos (24+17) y España (24+17). Es el Top 5 Global por penetración de "renovables variables". España es, con mucha diferencia, la nación de mayor "tamaño" de los cinco. Por PIB (triplica el de Dinamarca y supera con mucho también el de Holanda), por población (47 millones de habitantes frente a los menos de 40 que suman las otras cuatro naciones juntas) y por superficie (algo más de 500.000 kilómetros cuadrados, frente a los 270.000 que suman todas las demás). Es decir, que con sus "renovables variables", España tiene que atender a una economía con más PIB y a una población mucho mayor y mucho más dispersa.
De los doce países -añaden desde REN21-, ocho también han alcanzado más del 85% de penetración máxima diaria de renovables en sus redes eléctricas (de todas las fuentes renovables, incluida el agua) y tres de ellos han superado el 100%: Dinamarca, Portugal y Alemania, combinando altos porcentajes de electricidad renovable variable (principalmente solar y eólica) con renovables gestionables como la hidroeléctrica, la geotérmica y la bioenergía (biomasa, biogás). A escala global, los datos son muy distintos, no obstante: según el GSR2024 de REN21, la cuota de renovables variables está en el 13%.
Los porcentajes alcanzados en varios de los países citados tienen mayor relevancia aún en algunos casos, como los de España y Portugal, que constituyen (la península ibérica) prácticamente una isla energética (el grado de interconexión de la península con otros territorios no alcanza ni el 5%). Ello en principio, en teoría, dificultaría la integración de "renovables variables", que no van a poder ser "compensadas" (cuando amaina el viento o llega la noche) por la electricidad procedente de otros sistemas vecinos. Sin embargo, lo cierto es que los números están ahí. España, en el Top 5, y Portugal, en el Top 6.
El informe de REN21 hace, a la luz de toda la información recabada, un diagnóstico muy claro. ¿Cuál? Pues grosso modo que es posible alcanzar el 100% renovable (a las pruebas se remite), pero que será mucho más sencillo y rápido si mejoramos las redes con que contamos, las optimizamos, las ampliamos, las interconectamos, las dotamos de flexibilidad, y las gestionamos con inteligencia. Y el problema es que no vamos a la velocidad que es debido. El GSR 2024 destaca en ese sentido que la inversión global en redes, que alcanzó los 310 mil millones de dólares en 2023 (un aumento del 5%), "sigue siendo solo la mitad de la cantidad anual necesaria".
La prueba de ello, vienen a decir sus autores, es que, ya a finales de 2022, hasta un millón y medio de megavatios de proyectos de energía renovable se retrasaron por colas de conexión a la red, mientras que en muchas regiones la generación renovable se vio restringida (el caso español es ejemplo) debido a las limitaciones de capacidad. "La creciente demanda de electricidad añade tensión a un sistema ya sobrecargado". Creciente, o muy creciente, porque, según los datos de REN21, la demanda global de electricidad ha crecido veintisiete puntos (+27%) en los últimos diez años (2013-2023), y va a seguir creciendo sin duda.
Harán falta pues redes (hacen falta) y hacen falta además redes "diferentes" a las que fueron ideadas, hasta ayer, para atender las necesidades de grandes centrales térmicas de generación de electricidad (de carbón, de fuel, de gas o nucleares) y no las necesidades de una generación que hoy está mucho más diversificada (fotovoltaica, termosolar, eólica marina, eólica terrestre) y que hoy es mucho más difícil de gestionar (el carbón, el fuel, el gas o el uranio podemos almacenarlos y usarlos para generar electricidad cuando nos convenga, pero el viento o el Sol no están siempre a nuestra disposición, no podemos almacenarlos).
¿Soluciones?
Pues el último capítulo -Sistemas e Infraestructura para las Energías Renovables- de la Renewables Global Status Report 2024 Collection (GSR) dice redes y dice almacenamiento (de entre las varias soluciones de almacenamiento se centra en el bombeo y las baterías). REN21 dice redes y almacenamiento, pero apuesta en todo caso por empezar por una "planificación integrada", lo que es también -sostiene- "una forma de minimizar inversiones, uso de recursos y la huella ambiental de las infraestructuras". Los autores del estudio consideran este enfoque "clave para asegurar el apoyo social al desarrollo de infraestructuras".
«Mediante una planificación energética integrada, los países y demás jurisdicciones pueden evaluar el status de sus sistemas energéticos, establecer objetivos -en materia de descarbonización y despliegue de potencia renovable- y planificar las infraestructuras necesarias para alcanzar esas metas»
Las autoras del informe apuestan en ese marco por las interconexiones, que califican de cruciales para la fiabilidad de la red, la flexibilidad y la seguridad de suministro. Apuestan así mismo por la digitalización de las redes, clave para la flexibilidad y la optimización de lo que ya existe, lo que incluye el uso de centrales eléctricas virtuales y, y por la gestión de la demanda (utilizando todas herramientas se le puede pedir al usuario que desenchufe en un momento dado sus máquinas para atender un pico de demanda determinado) y, por fin, apuestan por el acoplamiento del sector eléctrico con el transporte (o sea, electrificar la movilidad), la calefacción (pasar del gas natural a los radiadores eléctricos o la bomba de calor) y la producción de hidrógeno (fabricar H2 verde con agua y energías renovables). Todo ello creará, según REN21, un sistema energético más resiliente y eficiente.
En definitiva, "para desbloquear todo el potencial de las renovables" -sostienen- las claves son, aparte de todo lo dicho sobre las redes, (1) soluciones de almacenamiento, (2) soluciones de gestión de la demanda, (3) aumento de la interconectividad y (4) el acoplamiento del sector eléctrico con otros sectores de uso final como el transporte y la calefacción.
Renewables 2024 Global Status Report (GSR)
Entrevista a Andrea Wainer, integrante del equipo Knowledge and Data de REN21. "Si la transición energética es una urgencia global, la manera de implementarla debe ser evaluada a nivel local"
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