En concreto, la generación solar se disparó en 2024, con un aumento del 27%, mientras que la eólica creció un 7% y el carbón cayó un 3,3%. Estos datos contrastan con las cifras que exhibía el país hace tan solo seis años, cuando en 2018 la electricidad generada a partir del carbón en Estados Unidos triplicaba a la producida con el viento y el sol.
En medio de la retórica favorable a la industria fósil del Gobierno trumpista, cabe destacar una buena noticia: el año pasado marcó un hito importante para la generación de electricidad en Estados Unidos, ya que por primera vez en su historia, la energía eólica y solar combinadas produjeron más electricidad que el carbón.
El declive del carbón ha sido pronunciado desde su pico en 2007, ya que la generación con carbón ha caído más de dos tercios (-68%), desplazada por el gas, la energía eólica y la solar. En concreto, desde entonces la generación de gas se ha duplicado con creces, aumentando en 968 TWh. Por su parte, la energía eólica y solar se ha multiplicado por veinte, sumando en conjunto 722 TWh. En comparación, la energía obtenida a partir del carbón ha disminuido en 1364 TWh.
El cambio ha sido particularmente rápido en los últimos años. Hace tan solo seis años, en 2018, la generación de carbón triplicaba la de energía eólica y solar combinadas. Desde entonces, ha disminuido un 43%, mientras que la generación combinada de energía eólica y solar se ha duplicado.
[Bajo estas líneas el gráfico muestra la generación eléctrica por tecnologías en TWh]
Las renovables y el gas cubren la creciente demanda más que reemplazar al carbón
Los expertos en energía de Ember señalan que la generación de gas aumentó un 3,3% (+59 TWh) en 2024, en línea con el aumento promedio anual de los diez años anteriores (+68 TWh), con una participación en la generación de electricidad de EE. UU. que aumentó a un récord del 43%.
Sin embargo, a diferencia de la década anterior, el crecimiento de la demanda fue el principal impulsor del aumento de la generación. El 85% del crecimiento total de gas, solar y eólica sirvió para cubrir la creciente demanda de electricidad y solo el 15% reemplazó la disminución en la generación de carbón. Esto resultó en la segunda caída más pequeña (un 3,3%) en la generación de carbón desde 2014.
Este es un cambio significativo con respecto a los diez años anteriores, cuando el 15% del crecimiento de gas, solar y eólica atendió el crecimiento de la demanda de electricidad, y el 85% cubrió la caída en la generación de carbón.
Evidentemente, las mayores reducciones en la intensidad de carbono se han producido en los estados donde la energía eólica y solar han sustituido al carbón, en lugar de donde el carbón se ha sustituido mayoritariamente por gas. Sin embargo, si bien esta transición ha hecho que la electricidad sea más limpia, la generación de gas sigue aumentando, algo que aunque permite xubrir la creciente demanda de electricidad, también ralentiza la reducción de las emisiones.
El auge de las baterías impulsa un crecimiento récord de la energía solar
California y Nevada superaron por primera vez el 30% de participación anual de energía solar en su matriz eléctrica (32% y 30% respectivamente). En concreto, California instaló un 20% más de capacidad de baterías que de energía solar, lo que le permitió transferir al consumo nocturno una parte significativa de la energía capturada durante el día.
A nivel nacional, la energía solar representó el 81% de todas las nuevas incorporaciones anuales de capacidad, con un aumento récord de 31 GW a escala de servicios públicos, respaldado por un récord de 10 GW de baterías, equivalente a 1 GW de baterías por cada 3 GW de energía solar. Por su parte, Texas instaló más energía solar (7,4 GW) y capacidad de baterías (3,9 GW) que incluso California.
Sin embargo, el crecimiento de la energía solar fue desigual: 28 estados generaron menos del 5% de su electricidad a partir de energía solar en 2024, lo que pone de manifiesto un importante potencial aún desaprovechado, incluso antes de añadir almacenamiento en baterías.
Renovables que reducen la factura de la luz
En contra de la dialéctica hostil hacia las renovables del nuevo Ejecutivo republicano, el progresivo abandono del carbón en EE.UU se ha debido, principalmente, a la dinámica del mercado y a la disponibilidad de recursos más rentables.
Según los analistas de Ember, los costos unitarios de la energía eólica y solar se han reducido significativamente, y su rápida instalación las hace comercialmente atractivas. Por ejemplo, en estados como Kansas, Iowa y Dakota del Sur, el fuerte potencial eólico convirtió a la energía eólica en la forma de generación más económica.
Algunos estados han adoptado un enfoque político más agresivo para la eliminación gradual del carbón. Tanto la Ley de Clima y Empleos Equitativos de Illinois de 2021 como la Ley de Transición Energética de Nuevo México de 2019 ordenaron directamente el cierre de las centrales eléctricas de carbón.
Las políticas de energía renovable y limpia también se han expandido rápidamente, y muchos estados –como Vermont, Minnesota y Oregón– han introducido Estándares de Cartera de Energía Renovable (RPS, por su sigla en inglés) u objetivos de energía limpia, particularmente en los últimos cinco años, que junto con incentivos y créditos fiscales, han impulsado el rápido crecimiento de la energía eólica y solar en Estados Unidos.
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