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Luces y sombras en el 2016 para Tesla, ¿y en el 2017?

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El fabricante de coches eléctricos Tesla Motors ha dado a conocer que las ventas de sus vehículos durante el año recién terminado crecieron un 64% respecto del 2015. Sin embargo, de acuerdo con las mismas previsiones de la compañía, en total fueron entregadas 76.230 unidades, con lo que no se cumplió el objetivo de entregar 80 mil. Algunos analistas prevén que durante este año puede haber problemas en las provisiones del Model 3 y hay expectativas por el resto de negocios que abarca su cartera.
Luces y sombras en el 2016 para Tesla, ¿y en el 2017?
El director ejecutivo de Tesla durante la presentación de su tejado solar, en octubre pasado.

En un comunicado de la firma que tiene su base en Palo Alto, California, se sostiene que se entregaron "aproximadamente 22.200 vehículos en el cuarto trimestre, de los cuales 12.700 eran del modelo S y 9.500 del modelo X".

Según Tesla, se considera un coche entregado "si se transfiere al cliente y todos los trámites son correctos". En ese sentido, se asegura que "en total, alrededor de 2.750 vehículos dejaron de ser tenidos en cuenta como entregados en el cuarto trimestre debido a retrasos de última hora en el transporte o porque el cliente no pudo hacerse con el vehículo físicamente", y se aclara que esto es así interpretado "incluso cuando estos clientes ya habían pagado por completo su vehículo".

Cerca de 6.450 vehículos, se afirma, "están en tránsito" y serán contabilizados como entregados "en el primer trimestre de 2017".

Respecto a los modelos X y S, la compañía que dirige Elon Musk asegura que en el último trimestre de 2016 hubo una demanda "particularmente fuerte", al punto de llegar a ser un record, con un "54% más alta" que en el mismo periodo del año anterior, y "un 24% más alta que en el tercer trimestre de 2016".

Debe hacerse la diferencia de criterios entre la producción y la entrega. Durante 2016 Tesla declara haber producido 83.922, 24.882 de ellos en el último trimestre. Ese total producido significa el 64% superior a 2015 antes apuntado, aunque no necesariamente, como se explicó en párrafos anteriores, recibidos por el cliente.

Así se explica el no haber alcanzado los 80 mil vehículos entregados: "Debido a los retos de producción a corto plazo que comenzaron a finales de octubre y duraron hasta principios de diciembre desde la transición al nuevo hardware del piloto automático, la producción de vehículos quedó más fuertemente localizada durante el último trimestre de 2016 de lo que habíamos planeado originalmente. En última instancia, pudimos recuperarnos y alcanzar nuestro objetivo de producción, pero el retraso resultó en desafíos que afectaron las entregas trimestrales, incluyendo, entre otras cosas, quedar fuera de los límites de fecha marcados en entregas para Europa y Asia. Aunque tratamos de recuperarlas y agilizar otras hacia el final del trimestre, el tiempo se agotó antes de que pudiéramos entregar todos los automóviles".

Los desafíos de 2017
Volar demasiado alto puede ser riesgoso. Ese es uno de los territorios posibles en que se fija el futuro de Tesla. Sus movimientos en los dos últimos años han hecho crecer las expectativas de que la compañía de Elon Musk cumpla en salir del nicho de los coches eléctricos de alta gama -algo que en sí mismo procura con el Modelo 3 (ya volveremos a él)- y casi sin paradas intermedias se catapulte a la estratosfera del mundo de los negocios basados en las energías sostenibles, y  no sólo.

Un primer movimiento lo hizo en abril de 2015 con la presentación de la batería hogareña Powerwall, le siguió el proyecto de la llamada Gigafactoría, con una meta primera de producir baterías de ion-litio que servirán para construir 500.000 vehículos eléctricos al año para 2018, según las previsiones.

A mediados del año pasado llegó otra noticia de peso, el anuncio de que Tesla quería adquirir -cosa que hizo pocos meses después- la compañía de instalaciones fotovoltaicas hogareñas Solar City, algo presentado como el primer paso para dar cuerpo a la única empresa de energía en el mundo integrada verticalmente capaz de ofrecer productos totales de energía: coches, baterías y sistemas fotovoltaicos hogareños.

Casi sin respiro llegó la novedad de una teja solar e incluso una nueva Powerwall, y como si fuera poco la concreción de una anunciada alianza con la japonesa Panasonic, por la cual esta se compromete a invertir 255 millones de dólares en la antes mencionada Gigafactoría con vistas a comenzar a fabricar células y módulos fotovoltaicos para mediados de este año.

En este contexto no debe dejarse de lado la propuesta, ya en el terreno específico de la automoción (antes mencionado), del lanzamiento al mercado del Model 3, un auto que la firma estadounidense quiere convertir en el primer vehículo eléctrico de masas, a un precio de 35 mil dólares. Se anunció que comenzará a producirse a mediados de este año, y sus pedidos hasta abril del año pasado ya superaban los 400 mil.

Un toque de color lo ha aportado sin dudas el saber que Elon Musk decidió sumarse al equipo de asesores del presidente electo Donald Trump, una idea que sorprendió dado el apoyo masivo que Sillicon Valley y las empresas de high tech habían comprometido a la derrotada candidata demócrata Hillary Clinton.

Es en este contexto que no cuesta comprender la cantidad y el peso de los desafíos a los que se enfrentará Tesla este 2017.

Model 3, tejas solares y más allá...
En concreto, el Model 3 es el que más dudas genera, de hecho se menciona que hay una alta probabilidad de que Tesla anuncie retrasos en su producción y que incluso este año no llegue a entregar ningún vehículo de esta serie. Sin embargo, no parece que vaya a haber problemas en seguir proveyendo al mercado con sus ya comprobados modelos exitosos, el X y el S.

También habrá que ver pasa con la fusión -absorción, sostienen algunos- de SolarCity, que en los últimos años ha desarrollado una importante cartera de negocios sumándose al sector inmobiliario al ofrecer por default casas con sistemas fotovoltaicos hogareños ya instalados y cuyo costo forma parte de la hipoteca a servir por el propietario. En este caso, si además se suma la idea de la teja solar y del batería hogareña Powerwall, sí aparenta ser un terreno que puede dar noticias muy positivas no sólo a Tesla, sino al sector de la fotovoltaica hogareña en general. No sería una idea menor que hubiese un masivo crecimiento del sector a partir de que para el consumidor puede representar un verdadero espacio de rentabilidad y fácil utilización.

Finalmente, ya con la Gigafactoría trabajando a pleno, produciendo paneles fotovoltaicos y baterías eficientes, habrá que ver si la habilidad de Musk ke permite concretar su sueño de, como antes se comentó, una poderosa empresa vertical que ponga todo al alcance de la mano del consumidor a golpe de click: baterías, coches eléctricos, paneles fotovoltaicos hogareños, sistemas de almacenamiento, etc.

Y claro, no sobra aquella metáfora de que el límite del director ejecutivo de Tesla parece estar más allá del cielo: habrá que ver como discurre su proyecto Space X, que aspira a llevar internet al espacio y ofrecerlo a todo el mundo a través de 4.000 satélites puestos en órbita terrestre, desde donde saldría una señal capaz de ser captada por una antena parabólica y un módem específico. Lo dicho, como glosaba Buzz Lightyear, el personaje de la saga de animación Toy Story: "Al infinito... ¡y más allá!"

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