Los registros históricos recogidos por la base de datos europea ECA&D (European Climate Assessment and Dataset) revelan que "las temperaturas medias para los meses de verano -explica Greenpeace- han aumentado entre uno y tres grados centígrados (1-3º C), en la mayoría de los casos, en las últimas décadas". Además -continúan los ecologistas-, los científicos llevan años advirtiendo "de que el 75% de los eventos de temperaturas extremas están asociadas al cambio climático". Según Tatiana Nuño, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace, "que el clima está cambiando de manera acelerada y que esto se debe a la actividad humana es algo innegable, sobre todo por el uso del carbón, del petróleo y el gas como fuentes de energía, por eso -apunta Nuño-, pedimos al Gobierno que adopte medidas para paliar esta situación y reducir el calentamiento global, y, en ese sentido, lo más factible es una revolución energética en la que se dé paso a las renovables y se le cierre el grifo a las energías sucias”. La responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace ha recordado que "una Ley de Cambio Climático ambiciosa podría ser un buen comienzo para encontrar soluciones". Alianza por el Clima (de la que forma parte Greenpeace) presentó hace unas semanas su Propuesta de Ley de Cambio Climático y Transición Energética.
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