¿Cuál es su trabajo dentro del CIEMAT?
Dirijo el Departamento de Energía en el que trabajan cerca de 300 investigadores y personal de apoyo a la investigación repartidos entre la sede del CIEMAT en Madrid y los centros territoriales de la PSA y del CEDER. Estamos dedicados a desarrollar conocimiento, procesos y tecnologías en un amplio espectro de actividades que abarcan desde la energía nuclear de fisión, la generación de energía eléctrica renovable (termosolar, fotovoltaica, eólica, bioenergía), la valorización sostenible de residuos, procesos fotoquímicos, el hidrógeno y las pilas de combustible, la eficiencia energética y el estudio integrado de los sistemas energéticos.
¿Conoce, dentro o fuera de la administración, más mujeres con puestos similares?, ¿Y superiores e inferiores?
En CIEMAT, sin ir más lejos, aunque la Dirección General la ostenta un hombre, de los 8 Departamentos con rango de Subdirección General 4 están ocupados por mujeres. En puestos superiores, el Ministerio de Ciencia e Innovación también está bien dotado de mujeres en puestos de responsabilidad, empezando por la Ministra y las dos Secretarias Generales de Investigación e Innovación. En puestos inferiores también hay numerosos y talentosos ejemplos.
¿Qué significa para usted ser mujer en la administración pública?
La manera de incorporarse a la Administración pública mediante un proceso de oposición evita en gran medida los sesgos de género y por ello, la presencia de mujeres en el conjunto de las administraciones públicas es ya mayoritaria y avanza cada año. Aunque también hay que reconocer que no está igual de presente en Educación o Sanidad que en las Fuerzas Armadas o las Fuerzas o Cuerpos de Seguridad del Estado. La participación femenina en la Administración pública, y en los roles de toma de decisiones, es absolutamente prioritaria para contribuir a construir una sociedad más justa, igualitaria y equitativa. La Administración pública necesita incorporar personas con vocación de servicio público y las mujeres están demostrando que, dónde hay más mujeres en los puestos de responsabilidad, hay mejor gobierno, y dónde hay un buen gobierno, hay más mujeres en el poder. Dicho lo anterior, es fundamental generar las condiciones para una mayor representación de las mujeres en puestos de responsabilidad en los servicios públicos, ya que cuando la composición del sector público refleja la composición de la sociedad para la cual trabaja, las políticas de los gobiernos pueden ser más representativas de la población y por ende contar con un mayor nivel de respaldo.
¿Y dentro del mundo de las renovables? ¿Siente que existen diferencias significativas entre hombres y mujeres?
Las competencias STEM son esenciales para muchas de las profesiones requeridas en las energías renovables y es bien sabido la existencia de prejuicios totalmente erróneos en relación a las menores capacidades de las mujeres en estas áreas, lo que hace que su presencia en estos campos siga siendo limitada y todavía determinan las prácticas de contratación.
¿Por qué es necesario que las mujeres formen parte de las renovables?
Ofrecer a la mujer la posibilidad de participar en un plano de igualdad en la transición energética ampliará las perspectivas en la toma de decisiones relacionadas con las energías renovables, desde las prioridades de inversión hasta el diseño de los proyectos, y asegurará un reparto más justo de los beneficios socioeconómicos generados por la transición energética.
En su caso personal, ¿ser mujer ha sido un condicionante a la hora de llegar al puesto de trabajo que ahora ocupa?
En lo personal nunca he sentido que mi condición de mujer haya sido un condicionante. Por citar algún aspecto, en alguna ocasión frente a ciertos colegas masculinos he tenido que ser un poco vehemente con la intención de recalcar mis posiciones e ideas.
Como mujer, ¿se ha sentido en alguna ocasión, dentro de su carrera profesional, infravalorada por ser eso, una mujer?
Cuando era joven recuerdo algún comportamiento un poco paternalista.
¿Cómo es la situación de la mujer dentro del sector de las energías renovables? ¿Cómo le gustaría que fuera? ¿Cómo cree que será en un futuro?
Según la Agencia Internacional de las Energías Renovables, el porcentaje de mujeres profesionales en el sector de las fuentes fósiles alcanza un 22%, mientras que en los negocios renovables llega al 32%. Todas las mujeres que conozco en el sector de las energías renovables destacan por su valor y fuerza personal para posicionarse como referentes. La propia transición energética ofrece hoy en día nuevas y más oportunidades a mujeres profesionales que buscan hacerse espacio en un ámbito cada vez más competitivo e imprescindible para la lucha contra el cambio climático. Sin ninguna duda, las energías renovables siguen siendo una fuente de oportunidades sin precedentes, ya no solo para los hombres, sino también para las mujeres que, con el apoyo de políticas públicas, lograrán obtener una mayor participación y visibilidad en una industria tan dinámica como esta. Otro factor que ha sido determinante en la inclusión de la mujer en el sector de las energías renovables en España, y en el resto del mundo, ha sido la especial sensibilidad que han demostrado las mujeres respecto a la protección del medioambiente. Se ha demostrado que aquellas empresas con un mayor porcentaje de mujeres en cargos directivos dan mucha más importancia a los asuntos y riesgos medioambientales y están más abiertas a invertir en energías renovables.
Para conseguirlo, ¿qué se necesita? ¿Qué tiene que hacer la administración pública? ¿Qué tienen que hacer las empresas?
Aún queda un largo camino por recorrer en el sector de las renovables cuando nos referimos a impulsar la participación femenina y a facilitar su entrada a esta industria creciente. Las asociaciones de mujeres en energías renovables han crecido de manera significativa en todo el mundo, y también en España, durante los últimos años y son un buen instrumento para hacer visible a las mujeres en el sector. Creo que es preciso abordar un cambio en la cultura organizativa que permita visibilizar el trabajo de las mujeres ya que ni la Administración ni las energías renovables pueden permitirse desperdiciar el talento femenino.
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