El curso 2024 ha cerrado con el mayor crecimiento de la demanda mundial de electricidad de la última década (+4,3%), según Electricity 2025, informe que acaba de llegar a España de la mano de Eren Çam, gerente de Proyectos para el Mercado Eléctrico de la Agencia Internacional de la Energía. Çam ha desgranado el informe Electricity 2025 durante una jornada que ha organizado en Madrid el Club Español de la Energía, jornada en la que las economías emergentes han sido claramente protagonistas, no solo porque son responsables del incremento (+4,3%) ya constatado, sino, además, y sobre todo, porque se perfilan como principales destinatarias del futurible crecimiento de la demanda eléctrica: "la mayor parte de este aumento [de la demanda global de electricidad] provendrá de las economías emergentes (85% del crecimiento)", sostiene la Agencia. El informe destaca el caso chino, donde la demanda de electricidad no solo ha crecido en este último curso sino que va a seguir creciendo -según las estimaciones de la Agencia- a razón de una media anual del 6% duante el trienio 2025-26-27. La participación de la electricidad en el consumo final de energía en China (28%) es "mucho mayor" ya -apuntan los autores del informe- que en Estados Unidos (22%) o en la Unión Europea, donde solo el 21% de la demanda de energía es atendido con electricidad (el 79% de esa demanda es satisfecho por combustibles fósiles y, en muy menor medida con energía nuclear).
La Agencia estima que el mundo demandará 3.500 teravatios hora más de electricidad en el año 2027 (demanda eléctrica adicional: +3.500 TWh en 2027), "el equivalente a la demanda actual conjunta de la Unión Europea y Japón". Según el informe de la AIE, este aumento de la demanda eléctrica global llegará de la mano de (1) el incremento de la producción industrial, a medida que crecen las economías emergentes; (2) la aceleración de la electrificación; (3) el mayor uso del aire acondicionado (y ahí el calentamiento global va a ser decisivo, pues a mayores temperaturas, mayor demanda de refrigeración); y (4) la expansión de los centros de datos, "aunque es difícil predecir su consumo energético", ha matizado (en lo que a este último ítem se refiere) Eren Çam.
En las antípodas
El gerente de Proyectos para el Mercado Eléctrico de la AIE ha puesto el foco también en la demanda de electricidad de las economías avanzadas, que se ha mantenido estable o incluso a la baja -ha dicho- desde el año 2009: estabilidad o moderada caída aunque estas han registrado tasas diversas de crecimiento económico. Según el informe, este dato reflejaría las medidas de mejora en eficiencia energética, así como el proceso de modernización de la industria pesada de las últimas décadas. El punto de inflexión que ha marcado este año 2024 (el "desestancamiento" por fin de la demanda) y el principio de su vuelta a crecer que anuncia ahora la AIE vendría de la mano -según ha explicado en Madrid el experto de la Agencia- de (1) el aumento significativo que se espera del número de vehículos eléctricos, (2) el despliegue de nuevos centros de datos y (3) el previsible crecimiento del mercado de las bombas de calor (sistemas domésticos de producción de calefacción y agua caliente que consumen electricidad y que vendrían a sustituir al gas natural como principal proveedor de esos servicios; las bombas de calor industriales harían lo propio en el sector comercial y/o industrial).
Pues bien, tras la foto (estado de cosas a día de hoy) y tras la estimación (crecimiento de la demanda de electricidad en el trienio que viene), la Agencia vaticina que la generación de electricidad a partir de energías renovables (solar fotovoltaica y eólica) y de energía nuclear cubrirá la totalidad de la demanda global adicional durante los próximos tres años.
[Bajo estas líneas, el gráfico, extraído, como los anteriores, del informe Electricity 2025 (AIE), muestra cómo el sector energético global va apostando, cada vez con más claridad, por la generación renovable, y en detrimento de la generación con carbón, gas y nuclear. La propia Agencia reconoce en sus estimaciones que la demanda que viene será atendida, fundamentalmente, por electricidad de origen renovable].
Los datos ahora mismo son estos
El mundo ha añadido en 2024 a su parque de generación nuclear 7.000 megavatios de nueva potencia (siete gigavatios), según la Agencia Internacional de la Energía; y ha añadido a su parque global de generación renovable 700.000 megavatios de nueva capacidad (700 GW).
Ahora mismo, (1) el parque nuclear global mide 420 gigavatios de potencia (en España hay 7,1 gigas, repartidos en cinco centrales: Almaraz, Ascó, Cofrentes, Trillo y Vandellós); y (2) el parque renovable global mide 4.448 gigavatios (en España hay 80 gigas).
Electricity 2025 también trabaja sobre el CO2. Y, según la AIE, la mayor participación (prevista de cara a futuro) en la generación eléctrica de fuentes de bajas emisiones (eufemismo empleado para incluir a la nuclear) hace que se reduzca paulatinamente el uso de fuentes fósiles.
El carbón -adelanta la Agencia- tendrá una participación inferior al 33% por primera vez en este siglo durante 2025-2027. Y también la generación a partir de petróleo continúa disminuyendo. Sin embargo -matiza AIE-, la generación con gas natural (metano) a nivel mundial crecerá ligeramente a un ritmo medio anual del 1% durante 2025-2027 tras el aumento del 2,6% en 2024.
Durante el periodo 2025-2027, se espera que las emisiones globales de CO2 derivadas de la generación de electricidad se estabilicen tras aumentar un 1% en 2024 vs 1,4% en 2023.
Por partes
En la Unión Europea, la demanda de electricidad no se espera vuelva a los niveles de 2021 antes de 2027. Se produjo un ligero crecimiento del 1,4% en 2024, con 2.613 teravatios hora (TWh), impulsado por el sector residencial (bombas de calor), transporte (vehículos eléctricos) y comercial (centros de datos).
En el ejercicio 2024, la generación de electricidad a partir de energía solar fotovoltaica superó al carbón, con una participación por encima del 10%. La industria se mantuvo relativamente estable, con la previsión de alcanzar los 2.752 TWh en 2027 y una tasa de crecimiento medio anual del 1,7%.
Los precios de la electricidad en la UE para la industria de uso intensivo de energía se situaron muy por debajo de los máximos históricos de 2022 y ligeramente inferiores a los de 2023. Aun así, de media, duplicaron los precios de Estados Unidos y fueron un 50% superiores a los de China.
Los precios negativos de la electricidad aún no son una característica dominante en la mayoría de los mercados, pero su fuerte tendencia al alza en diversas regiones en los últimos años pone de relieve, según la Agencia, la necesidad de contar con mayor flexibilidad en la oferta y la demanda de electricidad.
Para alcanzar esa flexibilidad, la Agencia considera esencial adecuar el marco regulatorio, el diseño del mercado y las estructuras tarifarias.
Al otro lado del mundo
En Australia, los precios negativos representaron el 25% de la media de las horas anuales en 2023 y 2024. En el Sur de California, esta proporción aumentó del 4% en 2023 al 15% en 2024. En Europa, este fenómeno ha ido en aumento desde 2022, aunque en la mayoría de los países todavía supone menos del 5% de las horas. Hasta ahora, los precios negativos se han mantenido -según el experto de la Agencia- dentro de un rango moderado: entre -1 dólar y -30 dólares estadounidenses por megavatio hora de electricidad (-1 USD/MWh y -30 USD/MWh).
En España, la demanda de electricidad -apuntan desde el Club Español de la Energía- tuvo un crecimiento de dos puntos en 2024 (+2%), dato que contrasta con el +0,9% de incremento de demanda registrado por el operador del sistema eléctrico nacional, Red Eléctrica.
De cualquier manera, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (que dibuja el horizonte 2030) perfila un crecimiento de la demanda de electricidad en España del 35% en comparación con 2019 (+35%), lo que contrasta con el cierre de este último año: -6% de demanda en 2024 respecto a la de 2019.
Nueva era para la energía nuclear
Más allá de la demanda (de los datos contenidos en Electricity 2025), el gerente de Proyectos para el Mercado Eléctrico de la AIE, Eren Çam, ha repasado también el informe The path to a new era for nuclear energy (Camino hacia una nueva era de energía nuclear), en el que la AIE sostiene que la energía nuclear experimentará un importante crecimiento en las próximas décadas promovido por el aumento de la inversión, el avance tecnológico, especialmente en reactores modulares pequeños (SMR, por sus siglas en inglés) y por las políticas de apoyo. Según la Agencia, el parque nuclear global crecerá hasta los 870 GW en 2050, a razón de una media de 18 gigas año.
Lo que dice la Agencia
El interés por la energía nuclear se encuentra en su nivel más alto -asegura la AIE- desde la crisis del petróleo de la década de 1970. La inversión anual en energía nuclear, tanto en nuevas plantas como en ampliaciones de la vida útil de las existentes, ha aumentado casi un 50% desde 2020, superando los 60.000 millones de dólares estadounidenses. La cantidad resulta en todo caso ínfima si la comparamos con la inversión ejecutada en los mismos doce meses (2024) en energías renovables: 728.000 millones de dólares USA (dato BloombergNEF, informe Energy Transition Investment Trends 2025).
Según AIE, en todo caso, ahora mismo el sector nuclear está construyendo 63 reactores en todo el mundo, que representan más de 70 GW de capacidad. Las obras de la emblemática central nuclear de Olkiluoto 3, de 1.650 megavatios de potencia, duraron 17 años. La construcción comenzó en 2005 y comenzó a inyectar electricidad en la red finlandesa en el año 2022. La Agencia Internacional de la Energía Atómica sin embargo sitúa el plazo de construcción de un reactor nuclear en una horquilla de entre 5 y 8 años.
Volviendo al informe The path to a new era for nuclear energy, informe que acaba de publicar la AIE, actualmente, el desarrollo tecnológico de la energía nuclear depende en gran medida de China y Rusia, por lo que la AIE recomienda una "mayor diversidad" en las cadenas de suministro para asegurar el suficiente uranio. La Agencia sugiere inversión en los países de la OCDE, donde la producción de uranio solo cubre una cuarta parte del necesario.
En la Unión Europea, la participación de la energía nuclear en la generación eléctrica alcanzó un máximo del 34% en la década de 1990, pero ha descendido al 23% en la actualidad y continúa esta tendencia, según -explica el informe de la AIE- el análisis de las políticas y la dinámica del mercado. En España la tendencia se acentúa: hace veinte años, en 1995, la energía nuclear atendió más del 40% de la demanda en abonado final. En 2024, su cuota se ha quedado en el 22,4.
Sea como fuere -insiste el informe de la AIE-, varios países europeos han anunciado recientemente decisiones para ampliar las operaciones de los reactores existentes. Agencia cita los ejemplos de Bélgica (con una capacidad total de 2,2 GW), Hungría (2,0 GW), la República Checa (2,0 GW), Finlandia (1,1 GW), Rumanía (0,7 GW) y los Países Bajos (0,5 GW). La AIE incluye también el paquete a España, que va a prorrogar la licencia de explotación de Trillo hasta 2034 (lo cual en todo caso ya estaba previsto desde 2019).
Y sobre los precios: qué dice el especialista? Se aprecian contradicciones en la demanda: crece un 2%, pero según REE un 0,9%. El crecimiento proyectado se hace sobre supuestos : bomba de calor, electrificacion de la movilidad y centros de datos proyectados (aunque me hacen ghosting desde hace una temporada, me recuerdan a los tres deseos del mago de la lámpara mágica).