En el informe "When Risks Become Reality: Extreme Weather In 2024" (Cuando los riesgos se hacen realidad: clima extremo en 2024), ambas organizaciones han identificado los "días de calor peligroso" locales calculando el umbral para el 10% de temperaturas más cálidas entre 1991 y 2020. Estos días, que superan el percentil 90 de las temperaturas históricas, están asociados a mayores riesgos para la salud. Tras ello, compararon el número de días que excedieron este umbral con un escenario sin cambio climático.
El clima extremo alcanzó nuevos niveles peligrosos en 2024
El estudio subraya que las temperaturas récord de este año provocaron olas de calor implacables, sequías, incendios forestales, tormentas e inundaciones que mataron a miles de personas y obligaron a millones a abandonar sus hogares. Este año excepcional de clima extremo muestra cuán peligrosa se ha vuelto la vida, con 1,3°C de calentamiento inducido por el hombre, y resalta la urgencia de alejarse lo más rápido posible de los combustibles fósiles que calientan el planeta.
A lo largo del documento han informado de que, además, el cambio climático tuvo una influencia más fuerte que El Niño en muchos fenómenos meteorológicos extremos. De hecho, han concluido que intensificó 26 de los 29 fenómenos meteorológicos estudiados por WWA, que acabaron al menos con la vida de 3.700 personas y provocaron el desplazamiento de millones de seres humanos.
Renovables, prevención, reacción y financiación
De cara a 2025, los autores establecen cuatro resoluciones para abordar el cambio climático y proteger a las personas de situaciones extremas. Estas son 1) el abandono más rápido de los combustibles fósiles; 2) las mejoras en la alerta temprana; 3) la notificación en tiempo real de las muertes por calor; y 4) financiación internacional para ayudar a los países en desarrollo a ser más resilientes.
Friederike Otto, líder de WWA y profesora titular de ciencia climática en el Imperial College de Londres: "La sociedad tiene el conocimiento y la tecnología para alejarse de los combustibles fósiles y acercarse a las renovables, reducir la demanda y frenar la deforestación".
A su parecer, hay que implementar estas medidas y no permanecer "distraídos" por tecnologías como la eliminación de dióxido de carbono (CO2), que "no funcionará sin hacer todo lo demás primero". "Las soluciones han estado frente a nosotros durante años. En 2025, todos los países deben intensificar sus esfuerzos para reemplazar los combustibles fósiles con energía renovable y prepararse para el clima extremo", ha avisado.
WWA y Climate Central son organizaciones compuestas por científicos. La primera se especializa en estudios de atribución, de los que ya ha hecho más de 90, mientras que la segunda estudia el cambio climático y su impacto en la vida de las personas.
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