La Comisión Europea (lo que sería el gobierno de la Unión, que preside la popular Ursula Von der Leyen) ha propuesto incluir nuclear y gas natural en su Taxonomía, que es "una clasificación de actividades económicas sustancialmente contribuyentes a los objetivos medioambientales basados en criterios científicos que se ha fijado la Unión Europea". Y España (y otros tres estados miembro) no quiere incluir estas "soluciones climáticas" entre las "sustancialmente contribuyentes a los objetivos medioambientales basados en criterios científicos" que se ha fijado la Unión. Porque la energía nuclear entraña riesgos extraordinarios y porque, en la extracción, transporte y quema de gas para producción de electricidad son muchas las emisiones de gases de efecto invernadero, promotores ellos del cambio climático que precisamente quiere evitar la propia UE, que se ha fijado como objetivo reducir sus emisiones de CO2 en un 55% de aquí a 2030.
Pues bien, en esa línea firme de oposición a la inclusión de gas y nuclear se ha manifestado esta mañana en Amiens la ministra Ribera, que considera la de la Comisión "una propuesta controvertida, que puede distorsionar y generar confusión". La ministra ha recordado además que la Comisión, que lleva trabajando en finanzas sostenibles "desde hace mucho tiempo y haciendo recomendaciones", no incluyó ni gas ni nuclear en su propuesta inicial. Y ha apostado por que la UE "cuente con una lista que debiera ser gold standard en términos de qué inversiones facilitan la rápida descarbonización sin riesgos ambientales"
Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica de España: "más allá de cuál sea la decisión final, y es perfectamente legítimo que haya posiciones distintas por parte de los distintos estados miembros y también por parte de los distintos actores, hemos pensado que era importante hacer pública nuestra valoración de esta iniciativa. Creemos en todo caso que la posición de España está clara. De hecho, en la emisión de deuda verde que España sacó antes del verano ya introdujimos aquellas tecnologías que aparecían recogidas en la propuesta de la Comisión sobre finanzas sostenibles inicial; por lo tanto está claro que esa será la preferencia que nosotros mantengamos"
Respecto a la dependencia energética europea del gas
Preguntada por los medios sobre la dependencia energética del gas, y la crisis Ucrania-Rusia, la ministra también ha sido contundente: "España cuenta con una posición sólida con respecto a la garantía de suministro. La infraestructura de regasificación de la que disponemos permite el rápido acceso de gas natural licuado por barco y por tanto no hay problema de abastecimiento".
La titular del departamento de Transición Ecológica ha reconocido en todo caso que la crisis ruso-ucraniana impacta en el mercado global del gas (Rusia es el gran vendedor de gas a Europa).
"Nos impacta, como a los demás, la evolución del precio del gas, en un momento en el que no solo hay un incremento muy notable por parte de la demanda en los mercados asiáticos, sino también efectivamente tensiones muy importantes con el que todavía es el primer proveedor de gas natural para la mayoría de los países europeos. Esto -ha reconocido- evidentemente nos inquieta, y yo creo que hay que seguirlo muy de cerca".
La solución, sin embargo, no parece hallarse en la frontera ruso-ucraniana
"La respuesta obvia -ha dicho Ribera- es acelerar la transición energética, reducir nuestra dependencia del gas natural, por la volatilidad del precio, y porque los proveedores pueden estar asociados a tensiones en nuestras fronteras". La ministra en todo caso ha reconocido que "esto lleva algún tiempo, por tanto, vamos a insistir en que la Unión Europea se plantee qué plan de emergencia, qué medidas excepcionales se pueden adoptar en el contexto regulatorio para que esa situación tan complicada con respecto al gas no impacte de una manera tan desorbitada también sobre los precios de la electricidad".
El problema es Alemania, que no quiere reformar el mercado eléctrico, un mercado en el que el peso del gas es, cuantitativamente, limitado, pero en el que su peso cualitativo es capital, pues su precio (el precio del gas) condiciona el precio del mercado eléctrico todo (para saber más sobre cómo funciona el mercado eléctrico).
¿Y por qué no quiere Alemania reformar?
"Alemania todavía cuenta con un peso muy, muy significativo de generación eléctrica procedente de carbón -ha dicho la ministra-, y con una necesidad de incrementar la participación del gas, siendo su primer proveedor Rusia. Por lo tanto, tienen una situación difícil en este momento. Simultáneamente son reacios en principio a modificaciones del mercado regulatorio del mercado eléctrico. Entienden que será necesario abrir un debate amplio para proceder a la actualización a lo largo de estos próximos años. Pero son cautos con respecto a la posibilidad de adoptar medidas de emergencia. Y seguro que este será un tema sobre el que sigamos conversando no solo de manera bilateral sino con el conjunto de los estados miembros".
La ministra en todo caso alerta: "lo que a nosotros nos parece extraordinariamente inconveniente es que ante la ausencia de medidas para todo el conjunto de la UE vayamos siendo testigos de medidas unilaterales para cada uno de los estados miembros, lo que puede generar tensiones en términos de deslocalización intracomunitaria, en términos de ruptura de parámetros de igualdad de trato en el mercado interior, algo que nos parece desde luego la solución menos conveniente: que aquel que tenga más recurso pueda acompañar en mayor medida a sus industrias, y que aquel que tenga menor recurso pueda hacerlo en mucha menor medida".
Ribera ha dejado en todo caso abierta la puerta del encuentro con Alemania: "el gobierno está recién llegado. La nueva coalición está formada por tres partidos, y es compleja, y está sentando las bases de lo que será todo el mandato, y está entrando en el detalle y en el análisis de fondo de las propuestas consensuadas entre los miembros del gobierno de coalición. Hay que ser pacientes, hay que mantener un diálogo fluido con nuestros colegas, que seguro que nos permitirá identificar mejor dónde puede haber más puntos de encuentro".
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