Ribera ha hecho estas declaraciones en París en el marco de la celebración del 50 aniversario de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que ha convocado una reunión ministerial en la que han participado titulares de energía y medioambiente de todo el mundo. "Es importante celebrar lo que la AIE ha hecho durante estos 50 años", ha señalado Ribera, en referencia a una agencia cuya creación estuvo directamente vinculada a la necesidad de dar respuesta a la crisis del petróleo de los años 70.
Evidentemente, las crisis energéticas no se abordan de la misma manera que en los años 70, pero es obvio también que el desafío que tenemos por delante para transformar completamente los sistemas energéticos a nivel mundial es "enorme", por lo que "contar con una agencia como esta, dedicada a buscar la mejor manera de combinar adecuadamente las finanzas, la tecnología y los mercados globales" es una garantía para transicionar hacia "sistemas energéticos limpios y democratizados".
Además de participar en la reunión ministerial en el cuartel general parisino de la AIE, Ribera ha mantenido una reunión bilateral con el ministro francés de economía, Bruno Le Maire, que es también el responsable de la política energética gala.
Sobre el resultado de la reunión, Ribera ha anunciado que han acordado activar "una cooperación bilateral en el contexto del acuerdo de cooperación de amistad que firmamos el año pasado en Barcelona, de tal manera que de forma rutinaria los dos países podamos trabajar directamente los temas energéticos, empezando precisamente por las interconexiones físicas interconexiones eléctricas".
La vicepresidenta ha señalado que "ya hemos resuelto la cuestión de la interconexión eléctrica en el golfo de Vizcaya, pero nos quedan pendientes dos interconexiones de electricidad a través de los Pirineos y tenemos que completar ese proceso de interconexión para poder facilitar la salida del hidrógeno de la Península Ibérica hacia el norte de Europa".
La también ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico ha subrayado "la convicción respaldada por los dos gobiernos sobre lo bueno que resulta disponer de esas mayores interconexiones", no solamente para cumplir formalmente con los requisitos que fija la Unión Europea, sino porque una "Europa interconectada es una Europa más eficiente más inteligente en el uso de los recursos".
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