Lo dice el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que ha difundido hoy un durísimo comunicado en el que sostiene que (1) las eléctricas españolas no quieren prolongar la vida de sus centrales nucleares "porque ello les exigiría invertir mucho en las instalaciones para cumplir las normas de seguridad aprobadas por la UE tras el desastre de Fukushima y obtienen más rentabilidad invirtiendo en renovables"; (2) las compañías propietarias de los siete reactores nucleares que aún operan en España -dice el Ministerio- firmaron por eso en marzo de 2019 un "protocolo de cierre ordenado de explotación" con la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos SA (Enresa), con un calendario de cierre para todo el parque nuclear nacional; y (3) "ninguna de las empresas titulares de las centrales -concluye el comunicado del Ministerio- ha solicitado al Gobierno la modificación de este calendario de cierre y lo pueden hacer cuando quieran porque la actividad de generación está liberalizada en España". Más aún -añade el Ministerio-, ninguno de los planes de negocio de ninguna de las compañías aludidas prevé la modificación del calendario de cierre.
El comunicado difundido por el Ministerio se enmarca en la manifestación que ha tenido lugar hoy en Almaraz (foto) a favor de prorrogar la explotación de la central nuclear que se encuentra en este municipio cacereño, central cuyo cierre, si se cumple el calendario acordado, deberá tener lugar en noviembre de 2027 (es la primera que habrá de parar).
Han acudido a la manifestación por supuesto la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola (Partido Popular), y el secretario general del Grupo Parlamentario Vox en el Congreso de los Diputados, José María Figaredo (partidos ambos declaradamente pronucleares), pero también ha estado presente en la manifestación la plana mayor del PSOE en la región. A saber: el secretario general del Partido Socialista de Extremadura y presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, y el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales (también del PSOE).
La manifestación, convocada por la Plataforma Sí a Almaraz - Sí al Futuro, ha partido de la Plaza del Ayuntamiento de Almaraz, donde Guardiola ha calificado de "histórica" esta jornada y ha destacado la participación de autoridades, asociaciones y ciudadanía, "por encima de colores".
"Se empieza por Extremadura, pero esto es una política de Estado y estamos jugándonos la soberanía energética de España", ha dicho, en declaraciones a Europa Press, la presidenta popular. La apelación a la "soberanía energética" contrasta con la realidad nuclear nacional.
El uranio que gastan las centrales nucleares españolas no procede de minas españolas (en España no hay minas de uranio). El uranio que importan Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP para alimentar sus centrales nucleares llega desde Uzbekistán, Kazajistán, Namibia o Rusia.
Más allá de Guardiola en todo caso ha ido el diputado de Vox José María Figaredo, que no solo apuesta por "mantener todas las centrales nucleares que a día de hoy tiene España", sino que además ha propuesto "comenzar a estudiar la apertura" de plantas "adicionales".
Sea como fuere, el Ministerio ha encabezado el comunicado que ha difundido esta tarde mostrando un "respeto absoluto por los manifestantes que hoy han salido a la calle", con los que ha dicho "comparte" la necesidad de trabajar "por un futuro mejor para el conjunto de los municipios".
Transición Ecológica es en todo caso muy explícita en su comunicado: modificar el calendario de cierre de las centrales nucleares "no es una atribución de este Ejecutivo; es una decisión empresarial". En ese sentido, el Ministerio acusa a PP y Vox de "propagar" el bulo de que el Ejecutivo es el responsable de ese cierre, cuando no lo es.
Energías Renovables reproduce a continuación, íntegramente, los tres párrafos del comunicado alusivos
«Las eléctricas españolas no quieren prolongar la vida de sus centrales nucleares porque les exigiría invertir mucho en las instalaciones para cumplir las normas de seguridad aprobadas por la UE tras el desastre de Fukushima y obtienen más rentabilidad invirtiendo en renovables.
Por eso firmaron con Enresa un Protocolo de cierre ordenado de explotación en marzo de 2019 con un calendario que contempla que el primer reactor (Almaraz I) detendrá su actividad en noviembre de 2027 y el último(Trillo) en 2035. Las centrales españolas habrán cumplido holgadamente su vida útil de diseño de 40 años cuando cierren.
Ninguna de las empresas titulares de las centrales ha solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico la modificación de este calendario de cierre y lo pueden hacer cuando quieran porque la actividad de generación está liberalizada en España. Ninguno de sus planes de negocio prevé la modificación del calendario de cierre»
El Ministerio para la Transición Ecológica en todo caso, e independientemente de que la decisión es -insiste- estrictamente empresarial y por motivos económicos, asegura que se ha comprometido a "aportar soluciones para las regiones afectadas por los cierres de las centrales, dentro de las políticas de Transición Justa".
Así, y concretamente en el entorno de Almaraz, la compañía asiática Envision levantará -apuntan desde el departamento que dirige Sara Aagesen- una gigafactoría de baterías para vehículos eléctricos. Con una inversión total de 1.000 millones de euros -concreta Transición Ecológica-, este proyecto ya ha recibido ayudas de la Administración Central por valor de 300 millones de euros (de fondos del Plan para la Recuperación, Transformación y Resiliencia, PRTR).
Respecto a los bulos de que el "apagón nuclear" puede desestabilizar el sistema eléctrico nacional, el Ministerio ha recordado en su comunicado que "las renovables pueden generar entre tres y cuatro veces más energía que la nuclear al mismo coste" y, además, ha puesto como ejemplo de que la "ausencia" nuclear no entraña mayores problemas para el sistema lo sucedido la pasada primavera: "durante la pasada primavera, y debido al avance renovable, Almaraz II paró más de un mes para evitar pérdidas por los bajos precio de la electricidad producida con renovables".
Los datos parecen certificarlo: según el operador del sistema eléctrico nacional, Red Eléctrica, las fuentes renovables de energía (el agua, el Sol, el viento, la biomasa) produjeron en España el año pasado (2024) el 55,8% del total de la electricidad que se generó en el país, mientras que la nuclear apenas produjo el 19,6% de ese total.
De cualquier manera, el "apagón nuclear" -sostiene el Ministerio- no es algo exclusivo español. Antes al contrario, otros países van muy por delante en ese sentido. La conservadora Ángela Merkel decretó el cierre nuclear en Alemania hace ya más de diez años, en 2012.
Y la locomotora de la economía europea no ha tenido problemas de abastecimiento de electricidad en ningún momento, pese a que, en los últimos diez años, ha apagado hasta 10.000 megavatios de potencia nuclear. En España hay ahora mismo 7.117 megavatios de potencia nuclear operativa.
Así las cosas, el comunicado que ha difundido hoy el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico concluye con un insistente "en resumen, el Gobierno no cierra, son decisiones empresariales. No es una cuestión técnica, sino económica".
Por cierto, el reactor número dos de la central nuclear de Almaraz tuvo que parar por avería el pasado 10 de diciembre. Almaraz ha sido una de las centrales, de todo el parque nuclear nacional, que más averías ha registrado en 2024.
Las centrales nucleares españolas son cinco, pero hay en el país hasta siete reactores, pues Ascó (Tarragona) tiene dos y Almaraz, otros dos. Todos y cada uno de los reactores tienen más de mil megavatios: Almaraz I (1.049,40 MW); Almaraz II (1.044,50 MW); Ascó I (1.032,50 MW); Ascó II (1.027,21 MW); Cofrentes, que está en Valencia (1.092,02 MW); Trillo, en Guadalajara (1.066,00 MW); y Vandellós II, también en Tarragona (1.087,14 MW).