"La transición energética australiana está en marcha", han explicado a Energías Renovables fuentes de la compañía energética española. Como se ha comentado, Australia tiene como objetivo que el 82% de su electricidad proceda de fuentes renovables en 2030, una meta "alcanzable" para Acciona. Sin embargo, la coherencia de las políticas y el desarrollo oportuno de la infraestructura serán "esenciales para mantener el impulso y atraer inversiones".
Australia ha sido durante mucho tiempo un continente rico en recursos naturales. Sus vastos paisajes ofrecen un potencial significativo para los proyectos renovables -particularmente eólicos y solares- y además, el marco político de apoyo al sector ha creado un entorno propicio para las inversiones.
Eólica y Solar
Desde Acciona no se casan con una tecnología en particular, porque "el futuro de la energía renovable en Australia dependerá de un enfoque integrado". Si bien el país "tiene la mayor penetración de energía solar en tejados de hogares en todo el mundo -1 de cada tres hogares tiene energía solar en el tejado-, la energía eólica tiene el mayor potencial en el ámbito de los servicios públicos". Por ello, la diversificación de tecnologías ofrece el mayor potencial porque, mientras que la energía solar proporciona mucha energía durante el día, la eólica es una excelente tecnología complementaria para generar energía por la tarde y durante la noche.
Almacenamiento
Paralelamente, las tecnologías de almacenamiento también desempeñarán un papel fundamental en la transición energética de Australia. "A medida que el sistema energético del país abandone el carbón o el gas en favor de las energías renovables, las baterías y los bombeos hidroeléctricos para almacenar el exceso de energía desempeñarán un papel fundamental" para atender las horas pico de demanda.
Hidrógeno verde
Por último, pero no menos importante, "el exceso de capacidad renovable podría utilizarse llegado el momento para producir y exportar hidrógeno verde", un vector de descarbonización que podría representar una oportunidad transformadora para el país "en el largo plazo", aseguran.
"El hidrógeno es algo que está en nuestro radar, pero por el momento creemos que todavía existe un gran potencial en la energía eólica y solar terrestre, por lo que es aquí donde está nuestro enfoque inmediato".
Desafíos
El camino hacia la revolución verde del sistema eléctrico australiano no está exento de dificultades. La principal es la red de transmisión, ya que "Australia es una nación de grandes distancias, por lo que la red es larga y dispersa". Históricamente, la generación de electricidad a partir del carbón en Australia se ha ubicado cerca de las minas de carbón y luego se ha trasportado a las ciudades. Pero, ahora, los recursos eólicos y solares "a menudo se encuentran en diferentes lugares y necesitamos desarrollar y construir nueva capacidad de transmisión para transportar electricidad desde nuevas áreas que la conecten a la red eléctrica nacional".
La transición energética es "la mayor inversión en la Australia rural y regional de la historia del país", por lo que las necesidades de construcción, transporte y mano de obra de la transición energética son inmensas". No obstante, aunque esa necesidad representa una "oportunidad para crear nuevos empleos e industrias en los centros regionales", también implica un "impacto paisajístico y ambiental que debe gestionarse para minimizar la perturbación en las comunidades locales durante todo el período de construcción".
"El principal desafío para la industria renovable es demostrar que esta transformación brinda un beneficio complementario a las economías y comunidades regionales, y que la transición energética es un objetivo compartido por todo el país".
Minería
Australia tiene una orgullosa historia minera, ya que exporta más de la mitad del mineral de hierro del mundo, una cuota que casi triplica a la de Brasil, que concreta un 19% de las exportaciones. Dado lo estratégico del asunto, "todas las empresas mineras buscan minimizar su huella de carbono y descarbonizar sus operaciones". Es por ello que muchas minas (particularmente las de mineral de hierro) están ubicadas en la región de Pilbara en Australia Occidental, "un área con abundante recurso solar".
Además de descarbonizar las operaciones y promover la sostenibilidad, "la generación distribuida ofrece otras ventajas competitivas a las empresas mineras, particularmente en ubicaciones remotas, al reducir los costos de energía y mejorar la seguridad y confiabilidad energética".
Acciona está buscando oportunidades de asociación con empresas mineras y estudiando formas innovadoras para descarbonizar el sector. "Al desplegar nuestras capacidades para reducir las emisiones a escala, las empresas mineras pueden cumplir sus objetivos de sostenibilidad y, al mismo tiempo, reducir los costos operativos. Dado el objetivo nacional de cero emisiones netas para 2050, "la descarbonización es un desafío importante para las mineras y estamos en buena posición para ayudar", concluyen desde la energética española.
Infraestructuras
Más allá del negocio energético, Acciona ha crecido hasta convertirse en una de las empresas de infraestructuras líderes en Australia. Los principales hitos incluyen la construcción de su primera planta desalinizadora en Adelaida en 2009, que sigue operando a día de hoy, y la finalización del tren ligero de Sydney en 2020.
Más recientemente, completaron la construcción de Rookwood Weir, la presa más grande construida en Australia desde la Segunda Guerra Mundial, que da servicio a una zona de influencia más grande que Inglaterra. "Este complejo ha ganado múltiples premios siendo reconocido por integrar prácticas sustentables y tecnología de punta".
Además, Acciona está construyendo actualmente el túnel Western Harbour, que revolucionará el movimiento de personas y mercancías en Sydney, una infraestructura sostenible que minimiza el impacto en la vida marina y las comunidades locales.
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