La ministra Aagesen ha explicado a su audiencia en Davos el modelo español, que se asienta sobre una fuerte apuesta por "un desarrollo rápido de infraestructuras de energía limpia a gran escala" y sobre la consigna de "maximizar el equilibrio ganador entre sostenibilidad, crecimiento económico, seguridad energética y justicia social". La vicepresidenta ha expuesto, en el Foro Económico Mundial, una idea fuerza: la planificación, la regulación y los incentivos planteados desde el Gobierno activan la colaboración público-privada para que los clústeres industriales aceleren el desarrollo de estas macro infraestructuras de energía limpia. Además, España -ha explicado la ministra- cuenta con una hoja de ruta actualizada para 2030 (el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima), una Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo para 2050 (que se encuentra precisamente ahora en proceso de actualización) y, en el marco de la Unión Europea, un nuevo marco financiero para la próxima generación, en el que se ha decidido movilizar un número significativo de recursos para la transición energética, que haga realidad la transformación de la economía del país.
Sara Aagesen, vicepresidenta tercera del Gobierno, en Davos: “cuando se tiene una planificación, se pueden transformar los retos en oportunidades. Así que, hay que pensar en las oportunidades. Una vez que se tiene certeza, se establece el marco político. Tenemos una visión para 2030 y para 2050, porque queremos ofrecer las señales adecuadas con anticipación. Es entonces cuando los inversores y la sociedad civil pueden maximizar las oportunidades”
El horizonte 2030 que persigue el país, inmerso en el "impulso a la transición limpia y justa", está cuajado -ha dicho Aagesen- de ambiciosos objetivos de descarbonización y seguridad estratégica. "Entre otros -concretan desde el Ministerio-, una enorme reducción (32%) de las emisiones de gases de efecto invernadero (55% respecto a 2005) y mejora de la autonomía energética (reduciendo la dependencia al 50%, frente al 73% en 2019)".
La vicepresidenta tercera ha venido a destacar por otro lado que la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima ha incluido "un análisis de impacto socioeconómico, lo que ha sido -apuntan desde el Ministerio- muy valorado tanto por la sociedad como por el sector empresarial".
[Bajo estas líneas, objetivos que fijaba el primer Pniec, y objetivos que fija el Pniec ahora actualizado, que ha aprobado el Gobierno en el Consejo de Ministros del pasado 24 de septiembre de 2024].
Aagesen ha destacado singularmente "el poder de la visión estratégica que se está aplicando en la apuesta por el desarrollo del hidrógeno renovable". En los últimos cinco años, el hidrógeno renovable en España ha pasado de ser objeto de mera investigación, a convertirse -ha asegurado- en elemento central de la estrategia de descarbonización del país.
En ese sentido, se ha referido a la puesta en marcha de un programa de valles de hidrógeno renovable, con una inversión de 1.350 millones de euros, que han despertado un "interés significativo" por parte del sector privado.
Estos clústeres de hidrógeno renovable -ha explicado- fomentan las sinergias entre productores y usuarios industriales e, igualmente, permitirán la producción y el consumo a gran escala de hidrógeno verde, reduciendo costes y reforzando el liderazgo de España en innovación dentro de las energías renovables.