El elevado y creciente Capex de Tesla, que hace referencia a los gastos de capital en contraposición a los operativos, representa la inversión realizada en el activo fijo y constituye una muestra de que existen proyectos reales que reclaman inversiones, aunque en ocasiones puede denotar una sobreinversión. Pues bien, según recoge Europa Press, sobre este punto, Tesla ha reconocido que el ritmo de gasto de capital puede variar en función de la priorización de los productos, hitos estratégicos, ajustes de producción, el aumento de la eficiencia del capital o el comienzo de nuevos proyectos. En concreto, la firma cerró 2023 con unos 29.090 millones de dólares (26.896 millones de euros) en efectivo, equivalentes de efectivo o inversiones. Esto supuso un alza de 6.910 millones de dólares (6.389 millones de euros) desde finales de 2022.
"Estamos desarrollando nuevos productos, construyendo o ampliando instalaciones de fabricación en tres continentes, poniendo a prueba el desarrollo y la fabricación de nuevas tecnologías de celdas de baterías, ampliando nuestra red de supercargadores e invirtiendo en autonomía y otros productos y formación basados en inteligencia artificial", ha explicado la empresa.
Además, Tesla espera cubrir sus necesidades de Capex con el flujo de caja de las operaciones, que se apoya en el crecimiento de las ventas. Sin embargo, los flujos procedentes de actividades de explotación en 2023 y 2022 fueron de 13.260 millones de dólares (12.260 millones de euros) y 14.720 millones de dólares (13.610 millones de euros), respectivamente, lo que representa una disminución interanual de 1.470 millones de dólares (1.359 millones de euros).
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