El proyecto Murchison Green Hydrogen, en Australia Occidental, está siendo desarrollado a 20 kilómetros al norte de la ciudad de Kalbarri, en la región de Mid West. La fábrica de hidrógeno será alimentada por 6.000 megavatios de potencia eólica y solar terrestre, que son los que inyectarán en esa factoría la electricidad que necesitará para producir el hidrógeno renovable. Para fabricar hidrógeno limpio, utilizará electrolizadores, máquinas que lo que hacen grosso modo es romper la molécula del agua (H₂O) para separar el hidrógeno (H₂) del oxígeno (O₂). El hidrógeno sería renovable, y el oxígeno sería el "residuo" del proceso. Es decir, que no habría emisiones de CO₂ en ningún momento (ahora mismo más del 90% del hidrógeno que se produce en todo el mundo sale del gas natural -CH4-, que es sometido a un proceso que produce como "residuo" emisiones de gases de efecto invernadero). Pues bien, en ese marco, el Gobierno de Australia está apostando por impulsar la producción de hidrógeno limpio en su proyecto Murchison Green Hydrogen para, a partir de esa "materia prima" (el H₂ verde) producir amoníaco renovable*.
Y el fondo danés Copenhagen Infrastructure Partners acaba de anunciar que ha tenido éxito en la primera ronda de financiación de hidrógeno del Ejecutivo australiano para su proyecto Murchison Green Hydrogen.
Karsten Uhd Plauborg, socio de CIP: "para CIP es un honor recibir esta financiación, que refuerza nuestra visión compartida con el Gobierno australiano de establecer una industria líder de hidrógeno verde en el país. Vemos un potencial significativo en el hidrógeno verde, y proyectos como Murchison Green Hydrogen son clave para que los países y las industrias den el siguiente paso en la descarbonización y logren la independencia energética. Esperamos seguir trabajando con el Gobierno, el pueblo de Nanda y la comunidad para hacer avanzar el proyecto y aportar valor a la región"
Shohan Seneviratne, consejero delegado de Murchison Green Hydrogen: "nos comprometemos a contribuir a las ambiciones australianas en materia de hidrógeno verde creando puestos de trabajo locales, apoyando el desarrollo de capacidades y compartiendo los beneficios del proyecto con las comunidades locales, incluidas las Primeras Naciones. Agradecemos el apoyo del Gobierno australiano, del ministro Bowen y de la Australian Renewable Energy Agency, y destacamos su liderazgo, visión y colaboración para hacer realidad este proyecto y la industria australiana del hidrógeno"
CIP presume de contar ya con un "sólido historial de inversiones en el sector de las energías renovables de Australia". El fondo danés, que pone como ejemplo su papel "como principal inversor en Star of the South, el proyecto eólico marino más avanzado del país", declara a día de hoy en la gran isla del Pacífico una cartera de proyectos "en desarrollo" que supera los 30.000 megavatios de potencia.
Las credenciales de Copenhagen Infrastructure Partners (CIP)
Fundada en 2012, CIP, que presume de ser "líder mundial en energía eólica marina", es hoy la mayor gestora de fondos del mundo dedicada "exclusivamente" a inversiones en energías renovables. Los fondos gestionados por CIP se centran en inversiones en energía eólica marina y terrestre, energía solar fotovoltaica, biomasa y energía a partir de residuos, transmisión y distribución, capacidad de reserva, almacenamiento, bioenergía avanzada y Power-to-X (energía pro electricidad).
CIP gestiona 12 fondos y, según su perfil corporativo, hasta la fecha ha recaudado aproximadamente 31.000 millones de euros para inversiones en energía e infraestructuras asociadas de más de 180 inversores institucionales internacionales. CIP emplea a más de 1.000 personas y cuenta con 14 oficinas en todo el mundo.
Desde 2019, desarrolla, desde su oficina de Madrid, una cartera de proyectos de varios gigavatios. CIP es propietaria en España del Parque Eólico Monegros (487 MW) en operación comercial y el Parque Eólico Teruel, Clúster Maestrazgo (744 MW), que iniciará su construcción en los próximos meses.
CIP también es propietaria de Catalina PtX, un proyecto de hidrógeno verde a gran escala con generación eólica y fotovoltaica (1.100 megavatios) y un electrolizador de quinientos megavatios (500 MW), en Andorra (Teruel), que ha recibido 230 millones de euros del Banco Europeo del Hidrógeno y del proyecto Cobirgy de generación de biogás en Lleida.
* Amoníaco
El amoniaco producido a partir de la conversión de hidrógeno renovable (H₂) es considerado limpio y tiene como ventaja que necesita condiciones menos costosas para su transporte y almacenamiento (11,72 bares de presión ó –33˚C) que el hidrógeno (700 bar ó -235ºC).
El amoníaco (NH₃) renovable es un combustible neutro en carbono (C), pues no tiene carbono en su molécula, y estaría englobado dentro de los conocidos como combustibles sintéticos. Es producido a partir de hidrógeno de origen biogénico o procedente de la electrólisis del agua.
En el caso de que la electrólisis del agua sea el primer paso en la producción de amoníaco estaremos hablando de un electrocombustible. El amoniaco como electrocombustible será neutro en carbono si se produce a partir de energía eléctrica de origen renovable.
En los electrocombustibles como el amoníaco renovable, la energía eléctrica renovable se emplea para electrolizar el agua (H₂O) separando el hidrógeno (H₂) del oxígeno (O₂) y combinando ese hidrógeno (H₂) con el nitrógeno (N₂) del aire.
Más allá de sus usos tradicionales (más allá de su uso como precursor de fertilizantes, por ejemplo), el sector productor de amoniaco postula el NH₃ renovable como combustible marino, como portador de hidrógeno y como generador de energía "en países con limitaciones de crecimiento en renovables".
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