El 1 de octubre de 2009 dábamos cuenta de la inauguración de la fábrica de módulos fotovoltaicos de capa fina de silicio amorfo de última generación en Puerto Real (Cádiz). La planta de Gadir Solar había supuesto una inversión superior a los 150 millones de euros. En 2011 cesó su actividad y los 196 trabajadores comenzaron a negociar su despido unos meses después. Las historias de EREs y ERTEs, la agonía de los concursos de acreedores y, en la mayoría de los casos, la liquidación de las compañías, han protagonizado el devenir de muchos fabricantes fotovoltaicos en España.
Gadir Solar nació con la necesidad del mercado de abaratar los costes de la fotovoltaica e inició la producción de módulos de capa fina de silicio amofo, un tipo de panel de bajo coste, ya en pleno decrecimiento del mercado de fabricación de paneles en Europa.
Recibió ayudas de más de 25 millones de euros públicos, pero a mediados de 2011 la entrada en concurso supuso la liquidación completa de la plantilla y un largo proceso de liquidación que ahora parece llegar a su final. Durante estos años, la Administración Concursal ha intentado sin éxito la venta de la unidad productiva. Tras siete largos años de concurso, la Administración Concursal y la empresa especializada en liquidación de activos Surus Inversa intentarán vender la unidad productiva por subasta en la web escrapalia.com
La subasta está abierta a pujas desde el 13 de octubre y se cierra el 6 de noviembre. Ese día se procederá a la venta de la unidad productiva o la venta de la línea de producción por lotes. Si no se vende la unidad productiva, con una capacidad de 40 MW, en el mismo día está prevista la liquidación por lote completo o por lotes individuales. La subasta de Gadir Solar es considerada la última de las opciones de las antiguas fabricas de paneles solares nacidas antes de la crisis.