Instalaciones de autoconsumo de dos kilovatios (kW), y de diez, de veinte, de 38, de 95, de 180. En Las Palmas de Gran Canaria, y en Murcia, en Cuenca, en Pontevedra, en Lleida, en Valladolid, en Navarra, en Madrid. El discurso antediluviano de la derecha más rancia española -la que sigue atrincherada en el impuesto al sol- empieza a perder su carácter disuasorio. El terrorismo regulatorio -que en materia de comunicación tuvo su epítome en la Ley Mordaza y aquí adoptó la forma de impuesto al sol- ya no causa el mismo efecto que antaño, cuando todo el sector quedó paralizado ante un Ejecutivo que era capaz de amenazar -BOE mediante- con multas de 30 millones de euros a quienes infringiesen el Real Decreto de Autoconsumo (ideado por el primero de los Nadal, allá por el otoño de 2015).
No, el discurso del miedo ya no causa tanto impacto como antaño. Entre otras cosas, seguramente, porque ya ha pasado más de un año desde aquel sábado, 10 de octubre, y aquí nadie paga impuesto al sol alguno, así como nadie ha sido sancionado con multas sin proporción y sin sentido. Ahora ya solo queda por saber cómo venderá el Ejecutivo Rajoy la previsible bajada de pantalones de los Nadal, el ala más ultra del PP, que ni Donald Trump se ha atrevido a tanto -¡un impuesto al sol!- al otro lado del charco.
Entre tanto, el autoconsumo sigue paso a paso
Y los números están en el registro de instalaciones de autoconsumo del Ministerio de Energía: 42 instalaciones se han inscrito en los últimos 30 días hábiles. De ellas, la mitad (21) tienen menos de diez kilovatios de potencia, y la otra mitad (las otras 21), más. Entre estas últimas hay cinco que tienen entre 95 y 180 kilovatios; las demás cubren un rango que va desde los 11,7 a esos 180, pasando por los 17, 28, 38, 50, 95, 109...
La duda radica ahora en saber cómo irá modulando su discurso Nadal II
El gemelo Álvaro -gemelo del ideólogo del impuesto, Alberto- ha debutado con una beligerancia que su hermano pudo mantener durante años (el Partido Popular gobernaba a lomos de una mayoría más que absoluta), pero que ahora no parece particularmente apropiada, habida cuenta de la debilidad en la que se encuentra el nuevo Ejecutivo. Alberto pudo llamar depredadores a los autoconsumidores, pero Álvaro habrá de medir su logorrea.
Otra incógnita por despejar es saber cuánto tiempo permanecerán callados el PSOE y Ciudadanos
Ambos partidos firmaron un manifiesto preelectoral en el que se comprometían a derogar el impuesto al sol en los primeros cien días del nuevo gobierno. Y ciertamente en sus manos está. Es más: Albert Rivera le dijo a Rajoy que votaría sí a su investidura si firmaba previamente un documento -150 compromisos para mejorar España- que incluye el compromiso de derogar el impuesto. Rajoy firmó, Rivera votó y estamos a la escucha.
La patronal, de momento, también parece estarlo, pues aún no ha dicho esta boca es mía
Y lo cierto es que, desde que Rajoy fuera investido presidente, han pasado ya 50 días. Cincuenta días de silencio patronal que están causando cierto malestar en parte del sector. Más aún tras las beligerantes declaraciones que hizo el recién nombrado ministro en Televisión Española hace unos días (allí ratificó su apuesta por el impuesto al sol con los mismos argumentos que ha manejado su hermano durante los últimos cuatro años).
De momento, y, en todo caso, el Ministerio de Energía ha registrado más de un megavatio de autoconsumos en los últimos 30 días
Eso sí, un sector que podría estar disparado -porque hay dinero en el mercado, hay clientes potenciales con ganas de invertir (para ahorrar) y aún hay profesionales listos para empezar a trabajar- sigue operando muy por debajo de sus posibilidades; desperezándose sin duda cada vez más, pero aún muy por debajo de sus posibilidades por culpa del ala más Trump del segundo Ejecutivo Rajoy.