Las Illes Balears cuentan actualmente con un total de 1.264 instalaciones de autoconsumo fotovoltaico repartidas por todo el archipiélago, lo que supone una potencia total de 17,7 MW. El dato lo ha facilitado el Govern, en una nota en la que explica que, “a través de fondos Feder, la Dirección General de Energía financió durante 2019 más de 300 instalaciones (1,4 MW)”, más potencia en un solo ejercicio (el de 2019) que la acumulada a lo largo de toda su historia (1,3 megas registrados en marzo de 2018). Más aún: el Ejecutivo balear señala que en lo que llevamos de 2020 ha detectado “un creciente interés por parte de la población balear para el autoconsumo energético y hasta la fecha, ya se han registrado más de 2.000 solicitudes”.
El vicepresidente y conseller de Transición Energética y Sectores Productivos, Juan Pedro Yllanes, es uno de los animadores del cotarro fotovoltaico balear. Según Yllanes, el sector fotovoltaico será "clave en la dinamización económica post-Covid- 19 de las Islas, ya que permitirá diversificar el modelo productivo y crear puestos de trabajo cualificados”. En este sentido, el vicepresidente balear ha destacado que desde la Conselleria se continuará trabajando para fomentar el autoconsumo energético entre la población “a fin de lograr una soberanía energética con fuentes renovables, tal como se estipula en la Ley de Cambio Climático y en los objetivos de descarbonización de las Illes Balears”.
El Consell de Govern aprobó el pasado mes de diciembre una convocatoria de subvenciones por un valor de tres millones de euros destinada "al fomento de instalaciones solares fotovoltaicas y microeólicas para particulares, pymes, asociaciones empresariales y entidades sin ánimo de lucro". Esta convocatoria pública de ayudas está cofinanciada al 50% con cargo al Programa Operativo Feder 2014-2020 de las Illes Balears y espera incrementar en 500 nuevas instalaciones. El Govern calcula que un total de cinco megavatios (5 MW).
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