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ER141_24_35.qxp_ER MAQUETA 04/05/15 20:56 Página 26 EÓLICA responsable de Iberdrola. Una tarea más n Residuos no peligrosos compleja de lo que podría imaginarse. La tasa de sustitución de palas eólicas en España es inferior al uno por mil anual, según datos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). De acuerdo con la misma fuente, en la actualidad se desechan n El composite entre 50 y 100 palas al año, y en total se habrán sustituido unas mil palas en la historia de la eólica, Mientras que otras partes de una turbina con un peso aproximado de mil toneladas. Otras fuentes elevan la cifra de palas desechadas a eólica (cimentación, torre y elementos 1.500- 2.000. La geografía española alberga un total de 1.072 parques eólicos, con 20.253 aerogeneradores y mecánicos y electrónicos) están consti- 60.700 palas instalados en más de 800 municipios. La primera turbina eólica se instaló en 1984, tuidas por componentes y materiales pero no fue hasta finales de los 90 cuando el sector empezó a despegar. Aunque la vida útil de los (hormigón, acero, cobre,..) con rutas de parques se ha estimado, habitualmente, en los 20 años, la tendencia, si están en buenas valorización bien establecidas, las palas condiciones, es alargarla, incluso hasta los 30 años. Y esto es aplicable también a las palas. son estructuras complejas desde el punto El 1,7% de ellas (unas 1.000 palas) se instalaron antes de 1998 y tienen, por lo tanto, más de 15 años de vida. De éstas, sólo las más antiguas serán desechadas a los 20 años, por la comentada de vista del reciclaje debido a su gran en- tendencia al alargamiento de la vida hacia los 30 años. Es decir que, de aquí a 2020, se van a vergadura, resistencia y composición, por desechar por llegar al final de su vida útil no más de 800 palas, según AEE. lo que abordar su recuperación supone En España, las palas eólicas tienen normativamente la consideración de residuo no peligroso. un reto. Una vez finalizado el proceso de fabricación, son productos inertes, por lo que no hay un proceso de transformación química de la materia al desecharlas. Por ejemplo, cuando llueve, no hay filtrados Una pala típica consta de una viga in- en el terreno y el lixiviado es inerte. Otra cosa es si entraran en combustión (por un incendio terna sobre la que se fija la parte externa fortuito, por ejmplo), ya que liberarían las sustancias tóxicas que contienen con el consiguiente aerodinámica (visible), denominada con- impacto medioambiental. cha. La viga está fabricada a base de lámi- nas superpuestas de fibras inorgánicas (principalmente, de vidrio pero también pueden incluir fibra de carbono) unidas con una resina termoestable, lo que le confiere una gran resistencia mecánica. Por su parte, la concha es una estructura multicapa con un núcleo espumado recu- bierto de un material compuesto (com- posite) termoestable reforzado con fibra de vidrio. Así que el material a recuperar es bastante diverso. “Cuando separemos estos materiales de las palas, tendremos, por un lado, me- tales, que se reciclarán; por otro, las fibras largas, que se utilizarán en prefabricados de hormigón; y, por último, una serie de materiales compuestos, que no tienen la calidad suficiente para entrar en los prefa- 26 energías renovables n may 15
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