Iberdrola ha anunciado la entrada en una joint venture con Macquarie's Green Investment Group (GIG) para desarrollar su cartera eólica marina de 3.300 megavatios. Según el comunicado que difundió ayer la compañía que preside Sánchez Galán, Acacia (la compañía que Iberdrola le ha comprado a GIG) cuenta con dos parques eólicos marinos (1.200 megavatios) en desarrollo y cuatro en cartera (2.100), que, según el comprador, están "situados estratégicamente en diferentes áreas del suroeste del país para acceder a las subastas anunciadas por el Gobierno nipón". Iberdrola explica en su nota que ostentará una participación igual a la de GIG en estas seis instalaciones y ambos socios se encargarán de desarrollar los proyectos y se comprometen, además, "a trabajar en reforzar colaboraciones sólidas en Japón, incorporando a nuevas compañías locales a los desarrollos".
La adquisición de esta promotora renovable local supone el desembarco de Iberdrola en el mercado eólico marino japonés, que, según la empresa, "atraviesa actualmente una fase inicial y presenta un gran potencial de crecimiento para las próximas décadas, además de un entorno favorable para la inversión". Según Iberdrola, Acacia dispone de "un equipo con experiencia en la gestión de instalaciones renovables y un profundo conocimiento del mercado, así como de oficinas en Japón; condiciones clave para liderar por sí misma el desarrollo de nuevos proyectos futuros en el país". La capacidad eólica marina instalada en la pequeña gran nación del lejano Oriente se reduce en la actualidad a unos setenta megavatios (70 MW), pero fuentes locales aventuran un fuerte crecimiento, que podría llevar incluso a los 10.000 MW de potencia instalada en 2030 y hasta los 37.000 en 2050.
Iberdrola ya es un actor perfectamente conocido en el sector eólico marino. La compañía ha desarrollado y desarrolla parques en el mar Báltico alemán (Wikinger y Baltic Eagle), en el Mar del Norte (East Anglia ONE), Irlanda (West of Duddon Sands), la costa de Massachusetts (Vineyard Wind), la francesa (Saint Brieuc) y, más recientemente, ha accedido a 9.000 megavatios de capacidad en Suecia. Además, declara en este segmento "una cartera total de 15.000 MW".
La adquisición de Acacia es la sexta operación corporativa de Iberdrola en lo que va de año. A las transacciones en eólica marina en Francia y Suecia se suman la adquisición de la empresa francesa de energías renovables Aalto Power, los acuerdos para desarrollar 165 MW eólicos terrestres en Escocia y, más recientemente, la compra de Infigen Energy, con la que se ha convertido en uno de los operadores líderes del mercado australiano de energía renovable.
El "perfil español"
El frenesí inversor de Iberdrola viene además avalado por unos números extraordinarios. La compañía cerró 2019 con el mayor beneficio bruto de explotación de toda su historia: más de 10.000 millones de euros (incremento del 8,1% sobre el resultado del año anterior). En 2019 también ha registrado un formidable beneficio neto (3.406 millones de euros, +13,4% con respecto al ejercicio precedente). Curiosamente, la compañía ha pagado en España en 2019 menos impuestos que en 2018: cien millones de euros menos. Según la organización no gubernamental Intermón Oxfam, Iberdrola tiene 18 filiales en paraísos fiscales (el dato aparece en el informe Quien parte y reparte, publicado en octubre de 2019). Por lo demás, la potente apuesta por la internacionalización y por el horizonte renovable contrasta con su perfil en España. Aquí, Iberdrola genera más electricidad con gas y nuclear que con renovables (suya es la central nuclear más grande del país, Cofrentes, con 1.092 megavatios de potencia).
Los números de un gigante
Iberdrola, compañía multinacional que produce, distribuye y comercializa electricidad, declara una plantilla de más de 35.000 personas y unos activos superiores a 122.000 millones de euros. La compañía registró en 2019 "una facturación de 36.438 millones de euros y un beneficio neto de 3.406 millones de euros". Los principales accionistas de esta empresa son el fondo soberano de Catar (Qatar Investment Authority), el fondo estadounidense Black Rock Inc y el banco público noruego Norges Bank. La compañía asegura suministra energía a cerca de 100 millones de personas, principalmente en España, Reino Unido (ScottishPower), Estados Unidos (Avangrid), Brasil (Neoenergia) y México. Iberdrola presume de ser "el primer productor eólico y una de las mayores compañías eléctricas por capitalización bursátil del mundo". Este es su parque global de generación de electricidad.