Nueve naciones y la presidenta de la Comisión Europea se han visto este lunes en Ostende para ampliar su ambición eólica marina. Hasta ayer la suma combinada de los objetivos eólicos marinos de esos nueve países alcanzaba los 120 gigavatios de potencia para el horizonte 2050. Desde ayer, ese horizonte (esa ambición) se ha ampliado hasta los trescientos gigas (300 GW). Así lo concreta la Declaración de Ostende, que han suscrito los ministros de Energía y Clima de Reino Unido, Irlanda, Países Bajos, Bélgica, Noruega, Dinamarca, Alemania, Francia y Luxemburgo. "Es de lejos -apuntan desde la asociación del sector eólico europeo, WindEurope- la mayor cumbre política jamás celebrada en el Mar del Norte. El objetivo: convertir el Mar del Norte -añaden desde la asociación- en una mina de electricidad para Europa", lo que necesariamente ha de pasar, según WindEurope, no solo por incrementar la potencia eólica marina, sino también por desarrollar la red eléctrica del futuro. Actualmente -explican desde la asociación-, los parques eólicos marinos convencionales se conectan a la costa vía cable de manera directa: desde la localización marina concreta en la que se encuentra el parque en cuestión hasta el punto concreto de la costa en el que se engancha a la red terrestre. En el futuro, sin embargo, los parques eólicos marinos híbridos operarán como bases para la interconexión entre países y entregarán la electricidad que generen a varios mercados y/o países. "Una red eólica marina interconectada y mallada -apuntan desde WindEurope- distribuirá electricidad de manera más eficiente, incrementará la seguridad de suministro, reducirá los costes eólicos marinos y minimizará su impacto en la biodiversidad marina".
El Manifiesto de la Industria pide inversiones en la cadena de valor europea
Más de cien compañías, representativas de todos los eslabones de la cadena de valor eólica marina y del hidrógeno renovable de Europa, han suscrito un Manifiesto de la Industria (Industry Declaration) en el que dan la bienvenida al acuerdo institucional adoptado por las nueve naciones (de refuerzo de las ambiciones en materia de eólica marina) en la Cumbre del Mar del Norte. El Manifiesto de la Industria subraya la urgente necesidad de reforzar las capacidades de fabricación (en materia de eólica) de Europa. Los firmantes consideran que el despliegue de potencia eólica en el Mar del Norte, que va en línea con el objetivo Cero Neto en Ceodós que persigue Europa, debe abordarse desde territorio europeo.
Los firmantes del Manifiesto se congratulan de que los Gobiernos ribereños del Mar del Norte comprendan que, para materializar este objetivo, son necesarias importantes inversiones en capacidad de fabricación y en el desarrollo de infraestructuras. En ese sentido, WindEurope considera que la recientemente propuesta Ley de la Industria Cero Neto (Net Zero Industry Act, NZIA) es un paso importante que se ha dado en Bruselas. Como lo es también en el Reino Unido la iniciativa Powering Up Britain, establecida en aras de la seguridad energética, el fomento de las inversiones y el horizonte emisiones cero neto.
La asociación del sector eólico europeo, WindEurope, considera sin embargo que estas medidas se quedan cortas. La Ley de la Industria Cero Neto (NZIA) no alimenta las ambiciones europeas con los mecanismos de financiación y apoyo que serían necesarios. Está demasiado enfocado en la innovación tecnológica, en vez de en escalar la cadena de suministro actualmente existente en Europa, que es prioritario, según la asociación. Ahora mismo, Europa puede fabricar siete mil megavatios (7.000 MW) de turbinas eólicas marinas al año. Pues bien, para materializar el Acuerdo de Ostende hce falta elevar ese volumen hasta los 20.000 MW año a partir de 2025. "Y también se avecinan ya cuellos de botella en la fabricación de cimentaciones, cables, subestaciones y en la disponibilidad de instalaciones, barcos para operación en eólica marina y otros servicios", según WindEurope. En la misma situación, es decir, en la necesidad de acelerar de manera significativa el desarrollo de las redes y las inversiones en cadena de suministro, se va a encontrar Reino Unido -añaden en la asociación- si quiere alcanzar su objetivo eólico marino 2030, que es tener en operación ese año 50.000 megavatios de potencia en el mar.
La asociación del sector eólico europeo lo tiene claro: "la expansión de la eólica marina debe ser apuntalada por inversiones en redes y puertos. Europa necesita duplicar sus inversiones en redes y canalizar 9.000 millones de euros hacia la modernización y expansión de sus infraestructuras portuarias de aquí a 2030".
La Declaración de la Industria también toca otros asuntos clave para el sector, como los mecanismos de financiación, el diseño de las subastas, la política industrial y el diseño del mercado eléctrico. Clarificar todos estos extremos -señalan desde WindEurope- resulta "crucial" para desbloquear las inversiones necesarias para materializar las ambiciones eólicas marinas europeas. Y el statu quo ahora mismo parece ratificar esa opinión. La asociación alerta: ni un solo parque eólico marino ha alcanzado la decisión final de inversión en 2022. La asociación lo achaca a las intervenciones descoordinadas en el mercado, los precios máximos y las medidas nacionales de recuperación. Por ello considera hay que recuperar la confianza de los inversores y permitir una combinación de Contratos por Diferencia, Acuerdos de Compra de Energía y proyectos comerciales en su diseño de mercado.
Pero las inversiones por sí solas no fabrican palas, navegan buques ni explotan parques eólicos. Por encima de todo, los Gobiernos nacionales deben apoyar la creación de la base de cualificaciones necesaria. La mano de obra de la energía eólica marina en Europa debe pasar de las 80.000 personas actuales a 250.000 en 2030, lo que crea una necesidad urgente de programas de formación y reciclaje, así como de cambios en las políticas nacionales de educación escolar y superior.
Sven Utermöhlen, presidente de WindEurope y Consejero Delegado de RWE Offshore Wind: "la energía eólica de Europa es ahora más necesaria que nunca. La Cumbre del Mar del Norte representa un paso importante para aumentar la seguridad energética de Europa apoyando un desarrollo acelerado de la energía eólica marina en el Mar del Norte. Para alcanzar los ambiciosos objetivos de desarrollo de la energía eólica marina, necesitamos impulsar masivamente las cadenas europeas de suministro de energía eólica mediante medidas de política industrial e instrumentos de apoyo adecuados. Todo ello debe complementarse con diseños de subasta adecuados, que tengan en cuenta la evolución de la inflación para aumentar la seguridad de la inversión tanto de los fabricantes como de los promotores y, de este modo, permitir el coste de financiación más bajo. También es importante acelerar el desarrollo de la red. Así podremos mantener la competitividad de los consumidores intensivos de energía y proporcionar una energía segura y asequible para todos en Europa"
La Cumbre de Ostende prepara el terreno para una semana repleta de acontecimientos relacionados con la energía eólica. Del 25 al 27 de abril, más de 10.000 participantes se reunirán en Copenhague con motivo del Evento Anual WindEurope 2023. Se esperan más anuncios sobre proyectos híbridos de energía eólica marina en los mares del Norte, junto con compromisos políticos, anuncios de empresas y los últimos avances tecnológicos.