Dicho en román paladino: hay que convocar una subasta para que los inversores sepan a cuánto van a poder cobrar el megavatio hora eólico marino flotante. "Los inversores tienen que ver un mercado. Necesitan una certidumbre. Porque, a día de hoy, plantear un desarrollo de varios cientos de millones de euros, en un entorno como el mar, con un mercado como el español, sin un marco retributivo regulado que garantice unos ingresos durante un tiempo...". Subasta: es lo que está esperando el sector. Eso es lo que reclama, ahora que ya han sido aprobados los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo, que establecen donde sí y dónde no pueden ser instalados aerogeneradores marinos. La frase "hay un límite en la paciencia" (luego diremos quien la ha pronunciado) ha llegado al final de la última de las mesas de la sesión matutina de la jornada "Energía Eólica Marina Flotante en España", jornada que ha durado todo el día (el asunto es de enjundia) y que ha sido organizada por el sindicato Comisiones Obreras.
Han abierto el evento el secretario general de CCOO, Unai Sordo, que ha enmarcado el desarrollo del sector eólico marino flotante español "en un contexto más amplio, en el marco de la sustitución de fósiles y nuclear. Es en ese marco donde Comisiones Obreras inscribe esta jornada"- y la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, que ha dicho literalmente que "quiero destacar el hecho de que seáis vosotros, un sindicato de clase con toda la vocación de trabajar en todos los ámbitos donde es posible la generación y la mejora del empleo, los que hayáis querido convocar esta jornada hoy aquí" (el aquí ha sido el Ministerio, que ha cedido su salón de actos para la ocasión).
Unai Sordo ha comenzado su intervención hablando de transformación (que alguien a mi lado ha entendido por reconversión del sector pesquero, que es -parte de él- el sector que más peros está poniéndole al desarrollo eólico marino).
Sordo -cierto es- no ha aludido a ningún sector en concreto cuando ha hablado de transformación. Los procesos de transformación -ha dicho- entrañan "riesgos, oportunidades y damnificados". Y todo ello hay que afrontarlo de modo tal que "estas transiciones, que son inevitables, ineludibles, sean justas y nadie quede atrás".
La energía eólica marina es una oportunidad para la descarbonización -ha añadido Sordo-, pero es también una oportunidad para "reindustrializar nuestro país". Porque el desarrollo eólico marino tracciona de sectores como el naval, de los astilleros, industria metalúrgica, industria marítima auxiliar, ingeniería civil, gestión portuaria, consultoría, etcétera, ha añadido.
Sordo ha apelado a una intervención pública que impulse el desarrollo industrial en España: "la pandemia puso en evidencia los problemas de las cadenas de suministro industrial" y alumbró "la necesidad de recuperar espacios de intervención pública en la industria", ha dicho, coincidiendo ahí en lo manifestado hace un par de meses por la Asociación Empresarial Eólica (léase la entrevista a Juan Virgilio Márquez, director general de AEE, que titulamos "No podemos seguir pensando en que el libre mercado va a ordenarlo todo").
Unai Sordo ha concluido su intervención con un anhelo y una pregunta
El deseo: "que no solo seamos suministradores de viento y olas" (ha insistido en la necesidad de aprovechar las fortalezas del sector eólico para impulsar la industrialización de España en sentido amplio).
Y la pregunta (o preguntas): "¿se puede capitanear una transición que está vinculada a la lucha contra el cambio climático, a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, al despliegue de energías renovables, desde el negacionismo? ¿Qué pensaríamos ahora de alguien que en el siglo XVIII, en Inglaterra por ejemplo, hubiera dicho del ferrocarril o de la máquina de vapor que eran propuestas pijo progres?".
La ministra Ribera ha intervenido a continuación. Ha comenzado poniendo en valor los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo, que aprobó el Gobierno hace unas semanas. "Es la primera vez que se realiza un ejercicio de ordenamiento marítimo en este país". Los Planes concretan dónde podrá el sector instalar aerogeneradores y dónde no podrá hacerlo.
Eso sí, la ministra ha recalcado inequívoca que "los espacios delimitados para el desarrollo de la energía eólica marina son espacios en los que es posible la coexistencia con otras actividades", todo ello presidido por "la voluntad de hacerlo [hacer viable ese desarrollo y esa coexistencia] con la máxima protección y garantías ambientales".
Pero faltan muchas cosas, ha venido a reconocer.
"Ahora toca continuar trabajando en el marco normativo que hemos de desarrollar, toca identificar cuáles son las necesidades de cualificación, cuál es la manera de facilitar la máxima participación de las comunidades locales y cómo puede ser su acceso a los beneficios del desarrollo de la energía eólica marina. Sabemos que se trata de un desarrollo que va a requerir de la máxima participación de todos (...). Y tendremos que tomar decisiones importantes, críticas, para lograr un desarrollo equilibrado, solvente y perdurable de esta nueva actividad, decisiones sobre cómo se integran los proyectos en la red, si se hace a través de concurso, si hay algún tipo de requerimiento adicional a tomar en consideración".
La ministra ha concluido destacando la necesidad de ahondar en un "modo de escucha permanente" cuyo objetivo último no puede ser otro que "situar a España como referente de una oportunidad histórica que no nos podemos perder. Parafraseando a Azaña, no queremos que de nuevo a España le pase algo importante y se nos escape".
[Sobre el particular léase Eólica marina flotante española: un negocio de casi 50.000 millones de euros que sigue... en el aire, pieza que publicamos el pasado mes de octubre].
Tras la ministra ha llegado el turno de los técnicos del Ministerio, Juan Ramón Ayuso, jefe del Departamento de Eólica y Energías del Mar del IDAE, y Marta Martínez-Gil Pardo de Vera, de la Subdirección General de la Costa y el Mar, que han desgranado los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo. Muchos datos técnicos, algunos muy llamativos.
¿Por ejemplo?
Que del millón de kilómetros cuadrados que ha ordenado el Ministerio en sus Planes, solo el 0,46% ha sido declarado zona de alto potencial para la eólica marina. Frente a ese 0,46 destaca el 22,78% para conservación de la biodiversidad, el 1,7% para acuicultura marina o el 15,7% para Defensa nacional.
Marta Martínez-Gil Pardo de Vera, Subdirección General de la Costa y el Mar: "es la primera vez que hemos hecho este ejercicio en este país (...). Hemos usado la mejor información técnica y científica disponible. Hemos contado con el centro de estudios de puertos y costas del Cedex, que han manejado ese volumen impresionante de información espacial, que han elaborado el diagnóstico de todas las Demarcaciones Marinas. Y además el Instituto Español de Oceanografía, que tiene una información esencial por ejemplo para la pesca con todos los datos de huella pesquera"
El Ministerio ha decidido que sus planes de ordenación tengan una duración de seis años.
"El motivo de esta duración en España es ad hoc en España, porque la directiva habla de diez. Nosotros -ha dicho Martínez-Gil- hemos hecho seis porque por una parte necesitamos una duración suficiente para generar certidumbre en los sectores (no podemos estar modificando esto cada año). Pero por otro lado somos muy conscientes de que necesitamos levantar más información, se tiene que ir incorporando al proceso. De manera que aumentamos la frecuencia de revisión para poder incorporar la nueva información que se genere y tener unos planes mucho más dinámicos".
Zonas de Uso Prioritario y Zonas de Alto Potencial
Los Planes identifican dos tipos de zonas. Las de Uso Prioritario son las que están definidas para los usos de interés general. Y son las de protección de biodiversidad (que son básicamente los espacios protegidos); los yacimientos de áridos destinados a protección costera, "que tan importantes son para aumentar la resiliencia frente al cambio climático y son los yacimientos que ya constan de una Declaración de Impacto Ambiental"; las zonas de protección de patrimonio cultural subacuático (bienes de interés cultural y similares que están registrados); las zonas de I+D+i; las zonas de defensa nacional, "que son todas las zonas de maniobras militares que hay en nuestras aguas, que son muy amplias, y que son tanto aéreas, como superficiales y submarinas"; y la navegación.
¿Las zonas de alto potencial?
Según Martínez-Gil, "las hemos dejado para todas aquellas actividades que son de interés general pero que están previstas a futuro, y para aquellas actividades sectoriales que requieren una limitación de espacio". Porque hay "muchísimas más actividades" que no están asociadas a polígonos delimitados. Eso sí -han aclarado desde la subdirección general de Costas-, eso no quiere decir que las actividades asociadas a polígonos tengan prevalencia en esos polígonos frente a otras actividades. "Esto es algo bastante importante". De lo que se trata es, simplemente, de reconocer que la actividad eólica "requiere una delimitación espacial".
Las tres "actividades sectoriales" que requieren una delimitación de espacio serían las actividades portuarias (aquí estamos hablando de las ampliaciones portuarias)"; la eólica, "que es la nueva de la clase, a la que hay que buscarle un sitio, y hay que buscarle acomodo"; y por último la acuicultura.
Marta Martínez-Gil Pardo de Vera, de la Subdirección General de la Costa y el Mar: "el porcentaje de uso marino a nivel nacional nos da una clara prevalencia a la conservación de la biodiversidad; la defensa nacional, lo que puede resultar sorprendente, porque quizá no es algo conocido la cantidad de superficie dedicada a maniobras militares; la acuicultura marina; y, en cuarto lugar, el desarrollo de la energía eólica marina: el 0,46% de nuestras aguas es lo que se ha delimitado como zonas potenciales para energía eólica"
Identificar una zona como de alto potencial significa que estamos ante una zona donde se ha identificado recurso. Nada más.
"Este es el espíritu de los planes: poner sobre la mesa un trabajo técnico donde se han analizado ya todas las cuestiones y se proponen una serie de zonas donde se considera que es viable el que se empiecen a proponer proyectos, por supuesto con todos los estudios posteriores. Porque eso no significa que esas zonas se vayan a llenar de aerogeneradores, ni que se hayan autorizado ya todos los proyectos. Todos los proyectos van a tener que contar con autorización sustantiva, su Declaración de Impacto Ambiental y todos los procedimientos con las garantías necesarias".
Los planes salieron a consulta pública, las partes interesadas enviaron al Ministerio sus alegaciones y Costas redujo un 37% la superficie originalmente identificada como autorizada para acoger aerogeneradores marinos (se pasó de 8.000 a menos de 5.000 kilómetros cuadrados aptos, sobre un total de más de un millón de kilómetros cuadrados de aguas ordenadas). [Sobre el particular, léase ¿Caben 200 aerogeneradores marinos en una superficie equivalente a dos Españas?].
La reducción de zonas señaladas como aptas para acoger eólica ha sido pues más que considerable: -37%. [Junto a estas líneas, tabla con las debilidades, amenazas, oportunidades y fortalezas de la eólica marina, según el Libro Blanco de la Industria Eólica Marina en España (Asociación Empresarial Eólica, AEE)].
"Eso ha sido fundamentalmente por alegaciones relacionadas con el sector pesquero y con el turismo. La Demarcación Marina Nor 1 [Galicia] ha quedado al final muy reducida. La Nor 2 [Cantábrico], ligeramente reducida. Todas las demás, reducidas. Y todo ello, claramente por una interacción con la pesca de fondo, de arrastre, de enmalle y de palangre en esta demarcación. En la DM levantino-balear teníamos cinco polígonos y finalmente nos hemos quedado con tres, por el mismo motivo: por la interacción con la pesca. En Estrecho y Alborán se ha caído un polígono, la que estaba más cerca a la costa, también por interacción con la pesca. Y en Canarias alguna zona también ha desaparecido, pero en este caso no ha sido por interacción con pesca, sino por interacción con turismo".
Existen otros usos "que por supuesto han sido considerados", como el turismo. La pesca y el turismo "son usos que se consideran ubicuos, pues se desarrollan en todas estas aguas, y por tanto no se ha considera oportuno establecerles un polígono, lo que sería establecerles una restricción, que ni era oportuno ni adecuado".
Martínez-Gil ha insistido en que "se ha usado la mejor información que el Instituto Español de Oceonagrafía nos indicó que existía, que es la huella pesquera. La huella pesquera nos indica dónde están los barcos que tienen VMS, que es el sistema de geolocalización que utilizan los barcos pesqueros cuya eslora es mayor a una longitud determinada, de manera que podemos ver dónde van los barcos y dónde hay pescado. Es la mejor manera de ver realmente dónde está sucediendo la pesca. Quizá de pesca artesanal ha habido menos información, pero se ha podido contar con lo que las comunidades autónomas nos han podido proporcionar sobre caladeros".
Así las cosas, la responsable del departamento de Costas ha recalcado que esta "es una recopilación de información sin precedentes en las Demarcaciones Marítimas, que además analiza las interacciones, que es lo realmente interesante para dar pie después a una ordenación de esos usos. Establece la zonificación, además de los criterios a los que van ligados esa zonificación, que son criterios de coexistencia en su mayor parte".
En la siguiente mesa de la jornada han participado entre otras voces las de Sara Pizzinato, de Greenpeace, y Juan Virgilio Márquez, el director general de la Asociación Empresarial Eólica. Este ha comenzado su intervención destacando el buen posicionamiento del sector eólico nacional para abordar el despliegue de eólica en el mar. Pero ha reconocido de inmediato que "necesitamos un liderazgo social para que estos proyectos transformadores salgan adelante", seguramente en alusión -no lo ha mencionado en ese momento- al sector pesquero y a las plataformas que han surgido en algunos territorios costeros y que vienen mostrando su rechazo a la eólica marina sobre todo en Galicia. En el mismo sentido se ha manifestado Pizzinato: "necesitamos que la sociedad esté implicada en la transición energética (...). Me alegro de que el sector quiera que se tenga en cuenta lo social".
Según la portavoz de Greenpeace, "no tiene por qué haber conflicto entre el desarrollo eólico marino y la conservación y restauración del medio". Eso sí: "tampoco se necesita reducir la participación ciudadana ni reducir las garantías ambientales" (en alusión al polémico real decreto que aprobo el Gobierno hace unos meses y que han denunciado varios grupos ecologistas en ese sentido).
"Los Planes de Ordenamiento del Espacio Marino son un avance" -ha dicho Pizzinato-, pero es "fundamental" que el comienzo de la eólica marina "sea excelente para la credibilidad de esta industria".
La portavoz ecologista le ha puesto un pero a los POEM, relacionado precisamente con la pesca: "nos preocupa mucho que se haya priorizado la pesca de arrastre frente a la eólica marina. La pesca de arrrastre es una actividad muy dañina para el medio ambiente".
La representante ecologista ha insistido en todo caso en la necesidad de la participación local en todo el proceso ("los concursos -ha dicho, por ejemplo- tienen que tener contenido local") y ha lanzado, para concluir, una petición a la industria: "que el desarrollo sea óptimo desde un punto de vista de participación y de exigencia ambiental".
El adelanto electoral deja al Ministerio con los Planes aprobados y trabajo por hacer. La incertidumbre se cierne (en una cierta medida) sobre el sector. Porque podría haber cambio de Gobierno, "bien sea cambio de color, o bien sea cambio de personas, lo que va a generar darle una vuelta a todo, porque son papeles que actualmente están metidos en un cajón. Si nosotros no tenemos una subasta a principios del 24... pues en 2030 ya no cumplimos la hoja de ruta" (que establece para España un objetivo de 3.000 megavatios de potencia eólica marina en esa fecha).
Lo ha dicho el director general de la Asociación Empresarial Eólica, Juan Virgilio Márquez, que es quien ha hablado... de la paciencia: "hay un límite en la paciencia". Tras los estudios y los proyectos... "llega un momento en que tienes que tomar una decisión de inversión, y ese momento es una subasta convocada".
Vamos, que hace falta una subasta de eólica marina flotante para que el sector eclosione. Y el sector está a punto de caramelo: "cuando determinados actores se movilizan es que la cosa va en serio. Y eso es lo que estamos viendo". Pero, cuidado, "también es cierto que son actores globales, muchos de ellos, y que si no funciona aquí se llevan la inversión a otro país".
El consenso es absoluto respecto de que la oportunidad es histórica.
"Líderes a día de hoy en desarrollo de patentes eólicas marinas flotantes están España, Estados Unidos y Japón. No son mercados muy grandes. Son mercados que son muy significativos. Porque son los primeros en los que se va a ver todo el conocimiento, la mejora de la competitividad, la mejora en la curva de aprendizaje, etcétera, etc".
Eso sí... hace falta -ha insistido Márquez- la subasta. El horizonte es empleo a escala local y una industria nacional con grandes posibilidades de triunfar a escala global, una industria que alcanzó prestigio y músculo con la eólica terrestre y que lleva ya muchos años suministrando innumerables componentes a parques eólicos marinos de todo el mundo, porque supo adaptar sus soluciones terrestres al entorno marino.
El sector eólico nacional está muy bien posicionado, pues. Pero le hace falta ese mercado doméstico para crecer aquí y no verse obligado a la deslocalización o verse abocado a ser gregario cuando puede ser líder.
Tres datos sobre el particular. Según Juan Ramón Ayuso, jefe del Departamento de Eólica y Energías del Mar del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), del medio centenar de prototipos de plataformas flotantes para eólica marina hasta 15 son españoles, lo que pone de manifiesto el poderío del sector en ese segmento: el flotante.
Segundo dato. Lo ha aportado la ministra durante su intervención: de los siete gigavatios que se ha fijado como objetivo a 2030 la Unión Europea, tres gigas deberían erigirse frente a las costas españolas (ese es el objetivo que el Ministerio ha fijado para España en su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030).
Y tres. Márquez. "Los cálculos que tenemos es que con siete gigavatios a nivel de mercado global tenemos una curva de aprendizaje con unos precios que podrían ser de 60-70, incluso bajar de los 60 euros megavatio hora" (el precio del megavatio hora hoy en el mercado mayorista español es de 81,13 euros).
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