Pedro Fresco asegura que, desde su dirección general, ha defendido a lo largo de estos dos años tanto la necesidad de desarrollos de mayor tamaño como el autoconsumo y las comunidades energéticas: "hemos hecho muchísimas políticas en favor del autoconsumo y las comunidades". Eso sí, es inequívoco en cierto extremo: quien diga que la transición energética se puede hacer solo con paneles en los tejados -sostiene rotundo- está diciendo "un disparate técnico, de características enormes, y que roza la anticiencia". Fresco llegó a su Dirección General como hombre de confianza de la consejera Mireia Mollà (de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana). Mollà (Compromís) y Fresco (independiente) están ahora fuera del Gobierno. A la consejera "el sector más integrista de Compromís" le abrió la puerta de salida en octubre; al director general le han hecho lo propio en vísperas de Navidad. Fresco habla de la "deriva de Compromís, inasumible para mí".
Disputas internas (peleas de partido); esgrima en los pasillos de palacio; o dos planteamientos sencillamente antagónicos. Uno: el de Fresco (y Mollà), que han apostado por los tejados (urbanitas) pero también por el despliegue de grandes instalaciones renovables sobre suelo (suelo periurbano, industrial y/o rural, porque hace falta mucha potencia renovable para combatir el cambio climático). Y dos: el de la corriente de Compromís que se ha impuesto (de momento), corriente que acaba de lanzar una campaña con lema explícito: Comencem pel sostre / Comencemos por el tejado. La campaña dice no a "las macroplantas que se hacen de espaldas a los pueblos" y dice no a "las autopistas eléctricas que depredan el territorio", y propone como alternativa priorizar las "plantas pequeñas y democráticas". Si se tiene que instalar una planta solar, esta debe ser ubicada -concreta Compromís- "en solares urbanos e industriales, o en suelos sin valor agrícola o ambiental, todo, con la participación y el control democrático de los ayuntamientos y la ciudadanía".
Fresco tampoco quiere macroplantas que se hagan de espaldas a los pueblos, y tampoco quiere autopistas que depreden el territorio, pero no quiere comenzar "pel sostre". Quiere comenzar por todas partes. Por el tejado y por el suelo. Su Dirección General estaba trabajando de hecho -explica- en la creación de "un incentivo a los promotores para que hiciesen Proyectos de Excelencia sabiendo que tenían una ventaja si lo hacían (...). Una especie de Matriz de Excelencia para analizar proyectos eólicos y fotovoltaicos, y declarar como prioritarios aquellos proyectos energéticos que cumpliesen una puntuación mínima dentro de esa Matriz de Excelencia Social y Medioambiental. Yo creo que era un proyecto muy novedoso. Creo que no se había hecho nada parecido a nivel autonómico. Teníamos esa herramienta, y la queríamos desarrollar así. Y hubiese sido un primer paso importante para empezar a desarrollar ese concepto de renovables responsables. Y romper esa dicotomía de renovables en el suelo sí o no... Esa dicotomía es falsa".
Horas antes de que esa iniciativa saliese adelante, Mollà tuvo que abandonar la Conselleria. Ahora lo ha hecho su director general de Transición Ecológica, que ilustraba su posición este mismo fin de semana con uno de sus finos hilos de twitter (Fresco es muy activo en esa red).
Creo q hablaremos mucho de retardismo climático en los próximos meses, ya que se ha convertido en la verdadera amenaza, mucho más q un negacionismo q ya nadie defiende abiertamente. Pero deberemos ser honestos y aceptar dolorosas realidades. La primera, q el retardismo no está
concentrado solo en la derecha o en el mundo económico, el retardismo es transversal y también forma [parte de él y] actúan como tales ciertos sectores de la izquierda infantilista, del mundo del trabajo relacionado con actividades q desaparecen, etc. También debemos entender q los retardistas
no son malignos villanos q quieren cambiar la era geológica de la tierra, mucho retardismo está basado en nobles intenciones, y esto supone un problema evidente de gestión política. El retardismo, como el camino al infierno, está empedrado de buenas intenciones
Y finalmente..
todo esto deberá ser gestionado con inteligencia y realismo político. Si se califica a cualquiera q no haga lo correcto siempre y en la intensidad adecuada de retardista, se acabará siendo una minoría marginal y fanatizada en el moralismo. La necesidad política de amplios..
consensos implica aceptar q el camino es conseguir lo bueno, no lo perfecto, aceptar a la gente con sus contradicciones y no esperar ascetas climáticos, entender q la sociedad jamás va a aceptar una reducción voluntaria de su calidad de vida y q eso inutiliza las soluciones..
radicales facilonas. Todo esto es un debate complejo y difícil, pero necesario, mientras caminamos en la acción climática y la transición energética acelerada q no puede permitirse ni un segundo de pausa.
Así sonaba el hilo de Fresco, y esta es la entrevista
¿Esperaba su destitución?
Sí, lo esperaba. Lo esperaba desde el día en que cesaron a la consellera Mireia Mollà. Yo sabía que estaba el primero en la lista, después de Mireia y de la secretaria autonómica anterior. Además, sabía también que hacía dos semanas que la nueva consejera [Isaura Navarro, primero en Izquierda Unida y luego en Compromís] iba buscando por ahí un sustituto para mí. Yo tenía la carta de dimisión preparada porque la situación era inaguantable para el profesional. Porque... O bien me cesaban o bien hubiese dimitido yo, porque cada una de las declaraciones de la conselleria, la deriva que estaba tomando Compromís para mí era era inasumible.
¿Por qué le han destituido?
Yo creo que es evidente. Todo el mundo lo ha entendido. Aquí hay dos cuestiones. Primero: yo soy una persona próxima a la consejera saliente, Mireia Mollà, y por tanto estaba señalado desde el principio. Pero es que, adicionalmente a eso, hay otra cuestión. Yo soy un claro defensor de acelerar el despliegue de las energías renovables, y en el momento en que cae Mireia Mollà, en Compromís se apodera una visión restrictiva respecto a las energías renovables, con lo cual yo estaba en una posición contraria a cierta parte de la coalición... Porque -insisto, que estoy hablando de una cierta parte de Compromís... Lo que ocurre es que esa posición la nueva consellera la [Navarro] la había hecho suya y por tanto había un choque evidente con lo que yo defendía, y sigo defendiendo. Esas son las dos razones.
Si Mollà y Fresco tenían una visión del asunto como la que entiendo que tenían, y estaban en lugares tan importantes como una Conselleria y una Dirección General, ¿por qué se ha impuesto la otra corriente, si es que podemos hablar de corrientes, de dos corrientes?
Bueno, en primer lugar, yo soy independiente. Pero, contesto: al final el cese de Mireia Mollà ha sido a causa de una desavenencia interna, un conflicto interno, dentro de su propio partido, un conflicto que dejó un un hueco y... aquel sector más integrista de Compromís, por decirlo así, vio el hueco y lo apoderó en el discurso público. Se lo apoderó en el momento en que los partidarios de las energías renovables se estaban... por decirlo así... acuchillando entre ellos... El caso es que la otra otra parte de Compromís ha ocupado el espacio público y nadie dentro de Compromís se ha atrevido a rechistar. Porque me consta (y no puedo decir nombres pero me consta) que muchísima gente dentro de Compromís está de acuerdo con la visión de Mireia Mollà, con la mía, y que considera que esta deriva es terrible.
Vamos al barro: ¿cuál sería la diferencia concreta entre una y otra visiones?
La diferencia fundamental es la ocupación del territorio por parte de las energías renovables. Las energías renovables sabemos que ocupan espacio, ocupan superficies porque tienen que captar flujos naturales, y eso tiene un impacto paisajístico, fundamentalmente, un impacto que es inevitable. Hay que minimizarlo, pero es inevitable. ¿Y qué ocurre? Pues que hay gente que no quiere asumir ese impacto paisajístico. Y por tanto se dedica a intentar limitar el despliegue renovable o a plantear planes disparatados como aquello de que con las cubiertas es suficiente. Y yo digo que se tiene que asumir la contradicción inherente del desarrollo renovable, que hay que asumirla y que, a partir de ahí, tienes que buscar la manera de minimizar ese impacto. Lo que no puede ser es no asumir la realidad.
Bien, vamos ahora a la Dirección General. ¿Balance? Pregunto porque la nueva consejera ha venido a decir que Pedro Fresco ha hecho una labor de divulgación importante en redes, pero que a un director general se le paga además para que gestione...
Yo encontré una dirección general que prácticamente no existía. Había dos técnicos, que además eran técnicos cedidos por otras direcciones generales. No había estructura. Y, a partir de mi llegada, se fue creando una estructura, se fue creando un equipo, y se fueron creando proyectos. Hemos hecho muchísimas cosas. Lo expresé en un hilo de Twitter el otro día... Hemos gestionado hasta tres subvenciones de naturaleza diferente pero todas encaminadas a esta organización; hemos creado la oficina de transición energética itinerante, que creo que fue la primera que se hizo en España y que la estábamos ampliando con dos equipos más; hemos hecho una ley de contaminación lumínica; estamos preparando subvenciones para promocionar el biogás en zonas rurales a través de la PAC; hemos defendido muchos cambios y proyectos normativos. De hecho, estábamos trabajando en dos proyectos que teníamos para viabilizar la fotovoltaica en cascos urbanos y otro, para promocionar proyectos de excelencia. Sí, hemos hecho muchísimas cosas: el proyecto de las comunidades energéticas que trabajamos con Joan Herrera. Hemos propuesto al Gobierno de España muchísimos cambios. Hemos colaborado con la Dirección General de Cambio Climático en la Ruta valenciana del Biogás; hemos impulsado el programa Zero energia de proximitat de los institutos...
¿Asignatura pendiente?
Dos, fundamentales. Primero, lo que el día antes de su cese la consejera Mollà había aprobado, que era un plan para viabilizar el autoconsumo en cascos históricos. Y, luego, un plan para poder declarar como prioritarios proyectos energéticos que tuviesen el apoyo municipal y fuesen de excelencia social y medioambiental. Ahí sí que me he quedado con la espinita clavada, porque era un plan muy potente, que yo creo que hubiese roto el debate en los términos en los que está situado ahora, porque era... La única salida real era esa vía. Y lamentablemente no pudo ser. Cuando cesaron a Mireia yo hablé con ella. Y Mireia me avisó de que iban a ir a por mí, y de que no me iban a dejar hacer nada. Y yo le dije "mira, consellera, probablemente tendrás razón, pero con lo que me aprobaste hace dos días (o tres días, no recuerdo cuando fue), eso yo tengo que intentar sacarlo adelante. No me voy a quedar tranquilo si no intento sacar este proyecto que tú me aprobaste". Y lo intenté, pero no me dejaron. No he podido sacarlo adelante. Pero tenía que intentarlo. Esta es la espinita que se me ha quedado clavada".
Y la segunda espinita es no poder seguir colaborando con la directora general de Cambio Climático [Celsa Monrós] en el desarrollo de la ruta valenciana del biogás, que es una cosa también muy importante. Pero ahí espero que Celsa pueda tirar adelante ella sola.
¿Podemos volver a la primera de las asignaturas pendientes? Entiendo que es un proyecto para impulsar el autoconsumo en cascos históricos, ¿es así?
Bueno, había dos patas en ese plan, que había sido aprobado un día antes por la consellera. Una pata era una modificación normativa para poder viabilizar el autoconsumo en cascos históricos, muy parecido a la ley balear. Nos inspiramos en la ley de las Islas Baleares para hacerlo. Y, luego, el otro proyecto, que era más... era de aplicación directa... y estuvimos cinco meses trabajando en él... Era una especie de Matriz de Excelencia para analizar proyectos eólicos y fotovoltaicos, y declarar como prioritarios aquellos proyectos energéticos que cumpliesen una puntuación mínima dentro de esa Matriz de Excelencia Social y Medioambiental. Yo creo que era un proyecto muy novedoso. Creo que no se había hecho nada parecido a nivel autonómico. Teníamos esa herramienta, y la queríamos desarrollar así. Y hubiese sido un primer paso importante para empezar a desarrollar ese concepto de renovables responsables. Y romper esa dicotomía de renovables si en el suelo o si no... Esa dicotomía es falsa.
Estuvimos meses depurando el procedimiento, los ítems, y buscando un mecanismo ágil para que una Dirección General con poco personal como la mía pudiese gestionar ágilmente está cuestión. La idea era que los promotores pudiesen presentar sus proyectos para el análisis con la condición necesaria de que debían tener el apoyo del ayuntamiento, expresado por escrito. Si lo tenían, entonces se analizaba el proyecto con 8 ítems de Excelencia en los que se debía alcanzar una puntuación mínima. Estos ítems eran, por ejemplo, estar en las zonas de baja sensibilidad ambiental del Ministerio, ofrecer beneficios adicionales a los municipios (creando comunidades energéticas o implantando sistemas de autoconsumo en los centros municipales, por ejemplo), ofrecer electricidad a los regantes del municipio (una necesidad imperiosa para ellos), ofrecer participación en el capital o financiación del proyecto a los habitantes de la comarca o municipios limítrofes, o tener una ocupación de superficie por megavatio inferior a unos límites prefijados o doble uso del suelo (promoviendo cultivos y agrovoltaica).
Si se cumplía una puntuación mínima, la consellera pediría a la Conselleria de Territorio que fuese declarado proyecto de prioridad energética, tal como establece el DL 1/22. Nuestra intención con esto era doble. Por un lado, promover los mejores proyectos actualmente en tramitación, pero sobre todo queríamos crear un incentivo a los promotores para que hiciesen proyectos de Excelencia sabiendo que tenían una ventaja si lo hacían. Porque contarían con el apoyo del ayuntamiento y de la población. Lo hacíamos con las herramientas jurídicas que teníamos en las manos, sin crear retroactividades ni ahuyentar la inversión, con el incentivo en vez de con la prohibición. Este es el camino, este es el gran debate que se está teniendo realmente en los círculos implicados en el desarrollo renovable, desde las organizaciones ecologistas con más solera hasta los promotores. El debate no es renovables en suelo sí o no. Ese debate es ridículo, el debate es dónde y cómo. Ese es el debate real, y por eso queríamos incentivar los mejores lugares y las mejores prácticas. Y creo honestamente que este plan apuntaba en la dirección correcta y hubiese evitado la aparición del debate absurdo sobre los tejados en el q ha caído alguna gente.
La consellera Mireia Mollà tenía pensado hacer un desayuno informativo con los medios la semana siguiente para presentar este plan de promoción del autoconsumo y las renovables responsables, pero fue cesada al día siguiente (...). Y ambos proyectos [el del autoconsumo en casco histórico y este] cayeron durante las siguientes semanas. Esta es la mayor frustración que siento de mi paso por la Administración. Justo cuando teníamos un Plan potente para cambiar el relato y el debate de lugar, la suerte nos fue esquiva. Lo siento mucho por Mireia. Merecía haber podido defender este plan en el que creía y que enfocaba en la dirección correcta para la solución de los conflictos. También lo siento mucho por el trabajazo de los técnicos de la DG (recuerdo lo contentos que estaban cuando la abogacía nos felicitó por algo tan novedoso y original), pero estoy seguro que podrán utilizar este aprendizaje más pronto que tarde.
¿Qué opinas de las reacciones que ha suscitado todo esto en el sector?
Yo he sentido, primero, una reacción de la prensa absolutamente unánime, entendiendo perfectamente cuál era la naturaleza de la destitución, que era una cuestión de conflicto ideólogico por las energías renovables. Nadie se ha creído la ridícula excusa que crearon desde la Conselleria que llevaban semanas intentando crear para justificarse [la excusa era y es falta de gestión]. Y segundo: he sentido un apoyo -voy a decirlo- unánime de parte del sector Energía. Y cuando hablo del sector Energía hablo desde el promotor de grandes parques, hasta la cooperativa que hace comunidades energéticas. De forma totalmente transversal he notado todo el apoyo del sector, como creo que no puede ser de otra manera. Todo el mundo sabe lo que yo pienso. Siempre ha dicho lo mismo. Siempre he sido coherente. Y tanto he defendido la necesidad de desarrollos de mayor tamaño, como hemos hecho muchísimas políticas en favor del autoconsumo y en favor de las comunidades energéticas.
Más allá de todo lo que acaba de suceder, evidentemente representativo de la actual guerra en la que está inmerso el sector de las renovables, no quiero cerrar sin plantear dos tres cuestiones de concepto. La transición energética necesita acero y necesita cobre y necesita litio y necesita muchas materias primas. ¿Pueden ser las materias primas el próximo cuello de botella económico y ambiental de la transición?
Las materias primas pueden ser un cuello de botella de la transición energética, por supuesto. De hecho, en el propio sector renovable, la I+D ya está trabajando en intentar minimizar o eliminar aquellos materiales que son más sensibles. Eso está ahí. Y está ahí porque evidentemente existe un riesgo de que la enorme demanda de alguno de estos materiales no pueda ser satisfecha en tiempo y forma porque todavía no están los procesos preparados. Esos procesos tardan años. Esa es una realidad. Y se está empezando a trabajar. Pero eso no es excusa para parar. Tenemos que seguir desarrollando paralelamente. Tenemos que investigar alternativas con materiales más abundantes y menos sensibles. Tenemos que ahondar en las dos vías a la vez, porque la emergencia climática así lo requiere. No podemos parar.
Porque está claro que no vamos a llegar a tiempo si solo ponemos placas solares, entiendo que me quiere decir...
Es evidente. No hay absolutamente nadie que tenga el más mínimo criterio técnico sobre esto que diga que la transición energética se puede hacer solo con paneles en los tejados. Es un disparate técnico de características enormes. Y, como he dicho, roza la anticiencia. Hay que ser clarísimo con este tema.
Otra: el ahorro la eficiencia y todas y cada una de las fuentes de energía renovable (la biomasa, el agua, el viento) forman parte de la solución al problema del cambio climático, porque descarbonizan. Son soluciones de descarbonización. La Unión Europea quiere ser neutra en carbono en 2050. Si hubiese que darle a cada solución de descarbonización un peso sobre el total de la descarbonización -por ejemplo a la eólica el 20%, a la solar el 30, a la biomasa un 15... es solo un ejemplo-, lo que quiero preguntar es: ¿cuál sería el peso del hidrógeno sobre ese total?
Mmmm... Es una gran pregunta, porque no tiene una respuesta clara. Yo no sé cuál será el peso del hidrógeno. Yo creo que lo que tenemos que intentar es que su peso sea el menor posible. Porque el hidrógeno es muy demandante de energía. Hay muchas pérdidas de energía en todo el proceso de producción del hidrógeno, y luego de liberación de energía. Por tanto, todo lo que descarbonicemos con hidrógeno (en vez de con electrificación directa) nos llevará a una necesidad de generar más energía en origen. Y como vamos contra el tiempo, como tenemos que descarbonizar en 30 años, y vamos muy justos de tiempo, no podemos permitirnos hacer procesos que no sean eficientes. El hidrógeno tendrá su papel... El hidrógeno servirá para descarbonizar cosas que no podemos descarbonizar con otros tipos de energía, pero debe ser concentrado exactamente en esos puntos. No se debe usar hidrógeno donde tengas más alternativas, porque entonces lo único que estaríamos haciendo es incrementar la demanda de energía renovable, y no llegaremos a tiempo.
Voy concluyendo: ¿balance de la actividad del Ministerio?
Yo creo que el impulso que le ha dado Teresa Ribera a la transición energética en España es evidente, y está fuera de toda duda. Teresa Ribera es una persona reconocida internacionalmente. Es una persona extremadamente solvente en lo técnico. Lo sé porque he trabajado con ella. Es positivo mi balance. No estoy diciendo que sea perfecto, porque todo el mundo se equivoca... Y todos tenemos preferencias: yo siempre he preferido que habría que ser más valientes en algunas cosas... Pero yo creo que la nota, la idea general... es que ha sido un rendimiento positivo.
¿Y ahora? ¿Qué va a hacer Pedro Fresco ahora?
Volver a la empresa privada. En el momento en el que cesas en un cargo político, tienes que volver a tu cargo anterior. Es algo natural. Una de las cosas que he aprendido en estos dos años en el ámbito político es que es importante tener algo a lo que volver. Porque los que no tienen nada donde volver son muy peligrosos en la política. [Pedro Fresco solicitó excedencia en EDP, compañía en la que trabajaba desde 2009, que abandonó en febrero de 2021, y a la que ahora volverá].
La última: he leído que algún titular le presentaba algo así como el asesor en materia de Energía de Yolanda Díaz... Cuénteme...
A ver, yo no soy el asesor en Energía de Yolanda Díaz. Simplemente que por petición de Fernando Ferrando, que es quien dirige el grupo de Sumar de Energía, estoy intentando ayudar. Ayudar en cuanto a crear el marco conceptual y político del área de Energía de Sumar. Y participé hace tres semanas en el acto de Sumar de Valencia. Porque me llamaron, me lo pidieron y, por supuesto, yo... donde pueda contar la buena nueva de la descarbonizacion y las renovables estoy dispuesto a hacerlo. Pero no soy el asesor en materia de Energía de Yolanda Díaz. Un titular un poco atrevido.
Bueno, en todo caso, ¿cómo van los trabajos en el área de Energía de Sumar?
Se tiene que hacer todavía un documento marco. Se está trabajando sobre un borrador. Con una política atrevida pero realista. Sobre lo que son las energías renovables. Mi objetivo allí es intentar evitar fundamentalmente derivas infantilistas como la que hemos podido ver con el tema de los tejados. Y, bueno, todavía quedan unas semanas para que esté el documento. Así que tampoco puedo decir mucho más.
Colofón. En algún lugar de la entrevista, Pedro Fresco deja esta reflexión: "para hacer la transición ecológica no solo se trata de poner tecnologías o de hacer reglamentos. Se trata de convencer, de ilusionar, de seducir a la gente. Es muy importante hablar, comentar, enseñar, divulgar. Creo que es parte importante de la política en general. La transición energética se gana primero ganando mentes, ganando afinidades. Y las redes sociales son una buena herramienta para difundir mensajes. Por eso las uso".