El Consejo de Ministros aprobó el pasado 11 de octubre el Plan Más Seguridad Energética, que tiene tres “objetivos clave”: incrementar la protección de la población frente a la crisis de precios de la energía; robustecer la autonomía estratégica y energética de España; y ahondar en la “solidaridad con otros Estados Miembros”, reforzando la capacidad de exportación de gas a Francia (a la par que España reduce su consumo primario de gas natural entre un 5,1% y un 13,5% durante el próximo invierno). La autoría intelectual del Plan +SE corresponde al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que, a partir de “un detallado análisis estratégico de la coyuntura energética en España y en la Unión Europea”, ha alumbrado un documento que contiene 73 medidas, “complementarias y sinérgicas”, estructuradas en seis grandes bloques.
Son estos: (1) Ahorro y eficiencia energética; (2) Impulso a la transición energética; (3) Protección de consumidores vulnerables, hogares y empresas ante el incremento de los precios de la energía; (4) Medidas fiscales que permitan amortiguar el impacto de los precios de la energía; (5) Autonomía estratégica; y (6) Solidaridad con el resto de Estados Miembros en materia de seguridad de suministro y actividad económica en Europa.
Nueve de las 73 medidas (9) tienen el foco puesto en el autoconsumo. Dos de ellas se encuentran inscritas en el bloque número 1 (Ahorro y eficiencia energética); las otras siete están en el bloque número 2 (Impulso a la Transición Energética). Algunas de ellas ya han superado su condición de declaración de intenciones gubernamental (eso es el Plan, una declaración de intenciones por parte del Gobierno) para convertirse en normas en vigor, aprobadas y publicadas en el Boletín Oficial del Estado. Pero no todas. Sea cual sea su condición, aquí las vamos a repasar todas.
Medidas números 2 y 23
Se encuentran dentro del bloque 1 (Ahorro y eficiencia energética) y son estas: Despliegue acelerado del autoconsumo en instalaciones y edificios públicos (es la Medida 2); y Programas de formación en rehabilitación energética y autoconsumo (Medida 23).
• Autoconsumo acelerado en el parque inmobiliario público
El Plan +SE fija en tres meses el plazo para que “el conjunto de Administraciones” elabore un plan de despliegue de autoconsumo que incluya: (1) un inventario de cubiertas y espacios públicos con potencial para la instalación de autoconsumos; (2) el potencial de autoconsumo a ejecutar por cada administración pública que deberá estar instalado o licitado al finalizar el primer trimestre de 2023 e instalado durante el ejercicio 2023 (para ello, se podrá utilizar el mecanismo de contratación acelerado previsto en el Real Decreto-ley 14/2022, de 1 de agosto); y (3) el potencial de autoconsumo a instalar a 5 años vista y la planificación realizada para lograrlo.
Esta planificación podrá incluir actuaciones de inversión propia, aprovechamiento de los fondos disponibles en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, contratos desarrollados mediante el modelo de servicios energéticos, o cesión de espacios a terceros o sociedad civil para que desarrollen dichos proyectos. Los planes, las sucesivas actualizaciones y el seguimiento de su cumplimiento estarán disponibles en las páginas de cada una de las Comunidades Autónomas, así como en la del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
• Medida 23: programas de formación
Durante 2019 se rehabilitaron alrededor de 30.000 viviendas, y el objetivo es -según concreta el Plan +SE- alcanzar las 300.000 viviendas al año. Pues bien, para lograrlo, el Ministerio considera es necesario “reforzar de forma rápida la capacidad profesional de profesionales y empresas del sector”, porque el autoconsumo -sostiene- padece ahora mismo una “carencia de profesionales formados para dar respuesta a la elevada demanda por parte de todo tipo de consumidores”. Para ello -apunta el Plan-, por parte del Ministerio de Educación y Formación Profesional “se reforzarán las actuaciones formativas, en particular en el ámbito de la Formación Profesional”.
Medidas 29 a 35
Todas ellas incluidas en el bloque 2: Impulso a la transición energética. Estaríamos hablando pues de siete medidas. Son estas: (1) Lanzamiento de la ampliación en 500 millones de euros del programa de ayudas al autoconsumo; (2) Gestor del autoconsumo colectivo; (3) Flexibilización de la conexión entre generación renovable y consumo; (4) Mejor aprovechamiento de las ubicaciones para generación renovable; (5) Aumento del límite de distancia para el autoconsumo a través de red; (6) Identificación de nuevas medidas en el marco de la Mesa Nacional de Autoconsumo; y (7) Impulso a las comunidades energéticas.
• Ampliación en 500 millones de euros de las ayudas al autoconsumo
Los programas de impulso al autoconsumo y almacenamiento detrás del contador ya lanzados por el Gobierno han contado con una dotación de 1.100 millones de euros. Pues bien, el Plan +SE anuncia que “se activará una ampliación de 500 millones de euros a destinar a programas de impulso del autoconsumo”. La ministra Ribera comunicó anteayer esa ampliación a las comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial de Energía.
• Gestor del autoconsumo colectivo
Una de las barreras detectadas en el desarrollo del autoconsumo colectivo -reconoce el Ministerio- se encuentra en la pluralidad de interlocutores que comunican la información tanto a comunidades autónomas como a distribuidoras y comercializadoras. “Si bien nada impide que estos puedan nombrar un gestor que los represente, resulta útil -señala el Plan- recogerlo expresamente en la normativa”. La Unión Española Fotovoltaica ha encajado positivamente esta figura, que, “si se desarrolla”, estaría llamada a coordinar toda la tramitación y gestión del autoconsumo colectivo.
• Medidas 31 y 32
Plantean la derogación de obligaciones y requisitos técnico-administrativos que limitaban artificialmente la expansión del autoconsumo y que fueron introducidos en un contexto (hace diez años) completamente distinto al actual. Se trata de obligaciones y requisitos que carecen por completo de lógica a día de hoy y que ya han sido eliminados mediante el Real Decreto-ley (RDL) 18/2022, de 18 de octubre, publicado en el Boletín Oficial del Estado del 19 de octubre pasado.
• A vueltas con los metros
Hace tres años, el legislador dejó escrito en su normativa 500 metros como distancia máxima entre la instalación y el autoconsumidor. Y todo el sector (las empresas, los sindicatos, los ecologistas, los think tanks...) no han hecho otra cosa, durante estos tres años, que denunciar que ese límite carecía de fundamento técnico alguno, y que era sencillamente arbitrario. Pues bien, la Medida 33 del Plan +SE adelantaba que el Gobierno preveía aumentar esa distancia y, solo unos días después, el 19 de octubre, aparecía en el BOE el susodicho Real Decreto-ley 18/2022, que efectivamente elevaba ese listón hasta los 1.000 metros.
En su RDL, el Ministerio justificaba ese nuevo límite, el Horizonte 1.000, en estos términos: “la generación ligada al autoconsumo es principalmente fotovoltaica y por tanto se genera en baja tensión. Este hecho hace que las distancias máximas a las que resulta razonable transportar esta energía generada a ese nivel de tensión, sin provocar fuertes caídas de tensión y elevadas pérdidas, no sean elevadas”.
Inmediatamente, las redes comenzaron a arder
¿Distancia máxima a la que resulta “razonable”...? ¿”Elevadas pérdidas”? Daniel Pérez, delegado de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) en Cataluña, dejaba esta perla en su perfil de Twitter horas después de publicado el RDL en cuestión: “es una verdadera lástima que los electrones españoles sean más tontos que los portugueses o los franceses y no sepan viajar sin perderse a más de 1 kilómetro”.
El comentario aludía (alude) al hecho de que tanto en Portugal como en Francia la distancia es... 2 kilómetros. O sea, que... o los electrones del vecino (tanto Francia como Portugal) son más listos que los españoles... y no se pierden por el camino (el RDL decía “elevadas pérdidas”)... o... elija el lector motivación para que el Ministerio limitara a 1 kilómetro...
Pep Malagrava, director general de Energía y Cambio Climático del Gobierno balear, entraba al trapo, también en Twitter, en respuesta a Pérez: “pequeños pasos, hace cinco años eran tontos de remate, hoy ya van a secundaria, y por qué no pensar que en poco tiempo ya sean electrones de provecho?”. ¿Malagrava visionario?
También de ironía tiraba el concejal de Podemos-Equo en el Ayuntamiento de Gijón Juan Miguel Chaves Martínez: “es ridículo y frustrante que, tras tanto nadar, nos quedemos en una orilla solo un poco más alejada que la anterior. Igual si a los electrones les dan brújula, como a los portugueses, no tendríamos este problema”.
El director del Institut Balear de l’Energia, Ferran Rosa, abría aquel 19 de octubre otro frente: el de las cubiertas. Porque resulta que el Ministerio ha especificado en su RDL que el límite ahí establecido, los 1.000 metros de marras, se refiere a “plantas generadoras ubicadas en cubiertas”.
El director general de Transición Ecológica en la Generalitat Valenciana, Pedro Fresco, metía el dedo en la llaga: “el otro día conocí un proyecto de huerto urbano agrovoltaico, que quería dedicar la producción energética a una comunidad energética. Al no estar en edificación, ni siquiera podrían acogerse al radio de 1 kilómetro aprobado ayer”.
Joan Herrera, quien fuera director general del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Ministerio para la Transición Ecológica) y actualmente es director de Energía y Medio Ambiente en el Ayuntamiento de El Prat de Llobregat, resumía la desazón del sector: “las medidas avanzan en el gestor del autoconsumo compartido, en la simplificación, e incluso en el autoconsumo a través de red. Hay quien se preguntará por qué vemos el vaso medio vacío. Y la respuesta es simple: nuestros vecinos (Portugal y Francia) lo han establecido en 2 kilómetros (...). 2 kilómetros no es un capricho, es lo que permite relacionar la ciudad urbana y sus polígonos en autoconsumo compartido con todo su potencial. Ampliar a 2 kilómetros es lo que permite que las ciudades con malos tejados, normalmente formadas por clases populares, puedan hacer del autoconsumo una estrategia urbana”.
En fin, que el nuevo límite (1 km) se ha erigido (se había erigido) en tan arbitrario como el de antaño, y que la exposición de motivos (los electrones españoles tontorrones que se pierden por el camino, no como los franceses o los portugueses) raya lo cómico. Pues bien, tras dos semanas de tormenta en redes, la ministra Ribera recogía el guante el 2 de noviembre, en el Congreso de los Diputados, y rectificaba con este anuncio: situaremos la distancia del autoconsumo colectivo en 2 kilómetros, para poner el foco “en lo local y en la participación de los municipios y de las comunidades de vecinos”. Los 2 kilómetros -decía la ministra en el Congreso- permiten “que los municipios, las empresas y entidades, los polígonos industriales, las comunidades de vecinos, aprovechen las interacciones en los espacios urbanos, teniendo en cuenta que el 70% de los españoles vive en comunidades de pisos”.
Twitter de ida y vuelta
“Rectificar es de sabios”, decía poco después en Twitter el delegado de UNEF en Cataluña, Dani Pérez. Con él coincidía en la misma red Pedro Fresco, en un largo hilo que sintetizamos a continuación: “no es fácil, después de haber aprobado 1 kilómetro hace escasos días, saber escuchar, ser sensible a las peticiones que hemos hecho, y finalmente mejorar una norma en tan pocos días. La mayoría de políticos se hubiesen intentado enrocar en lo aprobado, pero Teresa [Ribera], Sara [Aagesen, secretaria de Estado de Energía] y Joan [Groizard, director general del IDAE] no lo han hecho. Y eso merece un reconocimiento (...). 2 kilómetros era el mínimo funcional para poder hacer transformaciones relevantes, era el escenario de consenso, la referencia francesa y portuguesa”.
También vía Twitter se manifestaba, en la misma línea, Joan Herrera: “2 kilómetros. Como en Portugal. La propuesta es determinante para que la ciudad y sus polígonos se puedan relacionar. Después de días de intenso debate desde @mitecogob se ha dialogado y escuchado, y no se han enrocado, que era lo fácil (...). 2 kilómetros para compartir energía. Gran noticia que va a permitir que el autoconsumo entre en aquellos que no tienen un buen tejado. Que los polígonos se relacionen con la ciudad”.
• La Mesa Nacional
Identificación de nuevas medidas en el marco de la Mesa Nacional de Autoconsumo. Esta es la medida 34 y parte de un reconocimiento expreso por parte del Gobierno: el de la existencia de otras barreras “que ralentizan o dificultan el despliegue de estas instalaciones”. Pues bien, para su demolición “se convocará la Mesa Nacional de Autoconsumo prevista en la Hoja de Ruta del Autoconsumo, con el mandato expreso de identificar medidas de aplicación en el muy corto plazo que desbloqueen [esas] otras barreras existentes”. [Sobre las barreras léase la última denuncia de UNEF].
• Y ojo a la Medida 35
Impulso a las comunidades de energías renovables. Para impulsar el desarrollo de estas comunidades, el Plan Más Seguridad Energética (Plan +SE) propone dotar de un marco jurídico a las comunidades energéticas que facilite su desarrollo, mediante la aprobación de un real decreto que complemente lo dispuesto en la Ley del Sector Eléctrico, el cual se lanzará a tramitación antes de finalizar el año 2022 e incluirá (1) la definición y figura jurídica de las comunidades de energías renovables; (2) los procedimientos administrativos necesarios para su reconocimiento; y (3) los derechos y obligaciones: marco facilitador, particularidades al diseñar sistemas de apoyo, etc. así como obligaciones de las comunidades y de sus socios. (Quedan 36 días para que concluya el año 2022).
Según el Plan +SE, los dos programas de ayudas a cargo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para el impulso de las comunidades energéticas “han demostrado un elevado nivel de interés, permitiendo movilizar más de 70 proyectos que implican, conjuntamente, a más de 3.900 personas, pymes o entidades locales”.
Pues bien -añade el Plan-, con el objeto de seguir impulsando este modelo de participación en el ámbito energético, se lanzarán “de forma inminente” dos programas de ayudas: (1) un programa para que entidades públicas o privadas puedan establecer Oficinas de Transformación Comunitaria, puntos de información, difusión y formación que puedan asesorar a vecinos, empresas y entidades locales sobre las posibilidades y ventajas de impulsar y participar en comunidades energéticas; y (2) un nuevo programa de apoyo a proyectos piloto de comunidades energéticas.
Ah, ¿y el próximo frente?
El abierto hace unos días (arriba lo mencionamos) por el director del Institut Balear de l’Energia, Ferran Rosa: el de las cubiertas. Porque resulta que el Ministerio ha especificado en su RDL que el límite de ahora, los 1.000 metros de marras (que pronto serán 2.000), se refieren a “plantas generadoras ubicadas en cubiertas”. ¿Y las que no están sobre cubierta...? ¿Seguirán ancladas a los 1.000 metros?
Tras la larga noche del impuesto al Sol (de ministerios ciegos y sordos), el autoconsumo ya oye y navega ya en pos del Horizonte... 2k.