– ¿Cómo acabó Luz Ma en España? ¿Cómo nos ve? ¿Cómo se siente?
Mi familia, mis padres decidieron y apostaron por España a finales de los 90. Teníamos amigos que habían venido a España y nos hablaron de las oportunidades que el país apuntaba. Finalmente decidimos echar raíces en Barcelona. Mis padres crearon un centro de formación educativa (enseñanza del mandarín y cultura china) para niños y niñas chinos en Barcelona. Hoy son más de 3.000 los alumnos a quien se les imparte chino. Me siento una más, me siento y soy española. Me gusta el clima, la comida, la cultura y, sobre todo, la gente. Mi familia se ha sentido siempre muy bien tratada, nos sentimos ‘uno más’.
Vivo entre Barcelona y Madrid. A raíz de la apertura de nuestra oficina en Madrid, y por estar la mayoría de nuestros clientes en la capital, no hay semana que no vaya a Madrid. Me gusta, una gran ciudad, un gran centro de decisiones, con gente muy competente. Ya ve, soy española, me gusta el flamenco y el futbol. Confieso que mi hijo se llama Leo por Leo Messi. Somos del Barça, pero me alegra también cuando ganan otros equipos españoles.
– ¿Por qué trabaja en el sector fotovoltaico? ¿Cómo empezó?
Acabé la universidad y participé casualmente en el primer evento fotovoltaico que se celebraba en España, en Barcelona. Allí me enamoré del tema y vi la oportunidad de casar la tecnología china con el sol de España. Pensé que España debería ser uno de los mayores productores mundiales de energía fotovoltaica y creo que se convertirá en el gran embalse energético de Europa.
– ¿Se pone nerviosa cuando lee sobre las medidas que Estados Unidos o la Unión Europea proponen aplicar sobre los productos procedentes de China?
Me pongo triste, sí. Me entristece, es una pena que perdamos el tiempo y el dinero en guerras político–comerciales absurdas. Soy liberal, creo en el libre mercado, y no me gustan las políticas proteccionistas vengan de donde vengan.
– ¿Percibe dudas en el mercado solar español y europeo?
El mercado español está viviendo un impasse. Falta estabilidad normativa, que nuestra legislación sea más clara, que permita establecer planificaciones a medio–largo plazo a todos los agentes que intervienen en la cadena de valor, desde los productores de materias primas, los fabricantes, las comercializadoras hasta, muy importante, el cliente final. Ni España ni Europa han definido con claridad las reglas del juego… y, lamentablemente, muchas empresas desaparecerán por el camino.
– Hace dos años me decía que si tardaron 200 años en construir la muralla china, bien se podía esperar 10 años para poblar con energía solar las cubiertas industriales en España. Han pasado solo dos años desde entonces pero ¿cree que llevamos buen ritmo para cumplir con ese pronóstico?
Últimamente hemos visto los precios de la energía en caída libre, hemos visto subir los tipos de interés… tanto las familias como las empresas reformulan sus prioridades, y algunos han decidido no priorizar la autogeneración de energía. Pienso que con la energía pasa como con el agua. Es cierto que el coste del agua en España y en Europa no es elevado ni significativo en la mayoría de los procesos industriales. Y a pesar de eso, sí es importante que las empresas que puedan hacerlo dispongan de sus propios pozos o recursos para tener independencia cuando sea necesaria.
– Astronergy aspira a formar parte del Top 5 de los mayores fabricantes de módulos fotovoltaicos, con una capacidad de producción que llegará a los 100 GW en 2025. ¿Cómo lo llevan? ¿Qué momento está viviendo la compañía a nivel global y en nuestro país?
Nuestras primeras estimaciones eran poder llegar a los 100 GW en 2025, pero finalmente serán 70 GW. ¿Por qué? Nuestros competidores han elevado también mucho sus capacidades, y el mercado actual no está demandando tanto. De ahí la caída en los precios. Nuestra gran ventaja como Grupo Chint es que la división fotovoltaica no representa ni el 20% de nuestra facturación, y la posición financiera de nuestra compañía es muy sólida. Nos garantiza el futuro y nos permite seguir invirtiendo en I+D para perseguir mayor nivel de eficiencia en la gestión energética.
Nuestra oferta de producto es global, 360 grados, es decir, incluye módulos, inversores y baterías. Apostamos muy fuerte por el almacenamiento, y el hecho de poder ofrecer, bajo la garantía Chint, módulos, inversores y baterías nos hace únicos. Nuestros clientes quieren precio, claro. Pero quieren precio asociado a calidad. Y calidad es seguridad, la seguridad que la garantía del Grupo Chint les ofrece. Comprar bien no es comprar al más barato sino al mejor a un precio de mercado. Chint ya tiene dos empresas que cotizan, y en breve serán cuatro. Nuestras acciones en los últimos cinco años se han mantenido fuertes y consolidadas.
– ¿Tienen en mente nuevos lanzamientos de productos que les ayuden a alcanzar ese objetivo?
Como antes decía: módulos, inversores, y baterías. Este escenario 360 grados nos permite ofrecer soluciones integrales al mercado. La apertura de nuestra oficina en Madrid nos ayudará a alcanzar los objetivos. Porque entendemos que la proximidad a nuestros clientes es un punto básico en nuestra relación. Queremos conocer cuáles son sus necesidades y cómo podemos ayudarles.
– ¿Qué tecnología de módulos fotovoltaicos va a dominar el mercado en los próximos años?
En los próximos años seguiremos apostando por N-type Top Con.
– En la revista Energías Renovables le damos mucha importante a la energía ciudadana, a los proyectos comunitarios, a las comunidades energéticas. ¿Qué piensa al respecto?
En esa línea, el producto/servicio que más y mejor funciona en China son los llamados polígonos de emisión cero. Se trata de comunidades altamente sostenibles, en donde se unen las empresas para perseguir objetivos comunes: abaratar el coste energético y ser más sostenibles. Chint gestiona 12 GW de estos polígonos de emisión cero en China, somos líderes en el país.