– ¿Cuándo fabricará Astronergy paneles fotovoltaicos en Europa?
(Sonríe). No tengo la bola de cristal, pero todavía no se dan los elementos necesarios para que dichas inversiones sean atractivas.
– ¿Y cuáles son esos elementos?
El interés existe, las condiciones no. Lo primero que hemos de analizar es por qué el 98% de los paneles fotovoltaicos se fabrican en China cuando la inversión en equipos es la misma, la mano de obra tiene poca importancia pues el proceso esta altamente robotizado, la logística y el transporte suman a favor de España, y los materiales no suponen realmente una barrera.
– Entonces, ¿qué es lo que frena esa traslación del proceso productivo a España o Europa?
Europa alcanzó hace años un nivel de bienestar económico elevado, inmensamente superior al de China. En Europa se vive muy bien. En China se lucha mucho por sobrevivir o vivir decentemente. Europa dedica horas y más horas a debatir sobre política, mientras que en China sólo se piensa en la economía.
– ¿Es cierto que en China se trabaja mucho?
No sólo se trabaja mucho, sino que trabajan todos. (Sonríe)
– ¿Es determinante para los inversores tener un buen parque de proveedores locales?
Claro. En China los fabricantes tienen una cadena de producción completa. Es más, no sólo eso: tienen una demanda interna que garantiza per se la rentabilidad de sus inversiones.
– ¿Qué otros factores se encuentran en el entorno industrial chino?
Los más importantes son un entorno laboral favorable, con predisposición para los trabajos propios de la industria manufacturera; flexibilidad laboral e incentivos a la contratación; grandes zonas industriales con parque de proveedores, excelente logística y conexiones; facilidades para la obtención de permisos y licencias para la apertura de las actividades industriales que generan empleo; un sistema impositivo equilibrado con fuertes ayudas a las iniciativas privadas y a la exportación… y muchísimas pequeñas cosas más que hacen que el ecosistema empresarial sea óptimo.
– ¿La solución, entonces, está en protegernos ante el gigante chino?
Yo no hablaría de protección, hablaría de colaboración. Me explico: dejemos que China produzca los commodities para que, ya en Europa, añadamos valor y consigamos generar eficiencias energéticas. Al final, no se trata de quién fabrica los ladrillos sino de podernos proteger de las inclemencias del tiempo en las construcciones y edificaciones resultantes. Las ingenierías europeas aportan soluciones eficientes en la creación y gestión de sistemas. Los desarrollos en software, con la colaboración de la Inteligencia Artificial, y todo el ingenio de nuestros técnicos, permitirán conseguir grandes logros en eficiencia energética. Este sí que es el objetivo.
– ¿Quiere decir que China ha ganado la guerra de la producción?
No. China no ha hecho ninguna guerra. China esta haciendo lo que Europa no ha querido hacer. Volvemos al inicio de la entrevista. Los chinos no ponen condiciones al trabajo como los europeos. Posiblemente lo irán haciendo a medida que incrementen su bienestar económico. De hecho, en algunos aspectos ya es así. Pero, hoy por hoy, se sigue trabajando mucho más que en Europa.
– Si no puedes vencerlos, ¿únete a ellos?
Claro, colaboración en un marco de acuerdos legales estructurados y regulados bilateralmente. Me gustaría ver un win-win entre los dos bloques, Europa y China.
– Más cosas, ¿qué novedades prepara Chint–Astronergy para 2024?
Lo mas importante, complementar la oferta de módulos con nuestra gama de inversores. Introducimos en España, tras su total homologación, la gama de inversores de hasta 275 kW Chint Power (CPC) para ofrecer alternativas a nuestros clientes. Con CPC somos líderes en el mercado americano con una cuota del 27%. Nuestra amplia gama de productos compite en calidad y precio, lo que nos permite ofrecer soluciones integrales. Es decir, módulos Chint, inversores Chint, material eléctrico Chint y, lo más importante, nuestra garantía de continuidad en el tiempo.
– ¿Cómo imagina una posible posición productiva de Chint–Astronergy en España?
En el marco de la colaboración. Se precisa de un acuerdo o alianza estratégica global para Europa que permita centros de producción sostenibles económicamente hablando. Hay mercado para todos.
Sin duda una sra muy inteligente y pragmática. Europa en vez de elaborar una estrategia de colaboración con China, la gran potencia tecnológica hegemónica mundial, siguiendo designios de tercero se implica de lleno en una lingüística belicista de confrontación.. Veamos si somos capaces de rectificar a tiempo o si las alianzas pasadas continuarán determinando lastrando nuestros intereses.